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Territorio Infancia:

Arelis Uribe: “Tengo muchos recuerdos con pan”

La escritora y activista por los derechos de la mujer la rompió con el libro "Quiltras" en 2016 y con "Que explote todo" en 2017. Con historias a ras de cemento y lengua afilada @arolasuribe vuelve a las calles de Talagante a jugar con sus Polly Pockets alternativas en este Territorio Infancia.
Por : | 12 Enero 2018
Arelis Uribe: “Tengo muchos recuerdos con pan”
Imagen Fernando Ramírez.

-¿Cómo recuerdas la vida cuando el mundo no se extendía más allá de tus juguetes?
-Todavía tengo juguetes, pero ahora son herramientas para trabajar, que también me sirven de distracción: el celular, el notebook, el Kindle. Un juguete es eso: un instrumento educativo y recreativo. Cuando era chica y sólo pensaba que eran lúdicos, creo que la vida corría a un ritmo distinto, los días eran más largos y los veranos, eternos.

-¿Qué juguetes tenías, dónde se fueron tus juguetes?
-Ay, recuerdo juguetes bacanes, como un Pony Saltarín, unas Polly Pocket alternativas (porque las originales eran carísimas), una cortadora de pasto, unas tacitas de té, unos cubos de madera de muchos colores que eran como legos, una guitarra eléctrica, una calculadora que hablaba, una muñeca que comía galletas (realmente las comía), unos patines, mi primera bicicleta. Ya no existe nada de eso. El que sobrevivió más tiempo fue el Pony, uno de mis sobrinos alcanzó a jugar con él. Hace unos días le pregunté a mi hermana mayor por el caballito inflado y me dijo: ay, es que ya no existe. Y me dio una pena, pero ya está, es el ciclo de la vida, las cosas tienen que irse para que una avance.

-¿Juego favorito, solo o acompañado?
-Hay juegos que es necesario jugarlos en equipo (como los de mesa o la política), pero hay otros juegos que sí o sí hay que realizarlos sola (como Los Sims o escribir).

-¿Qué olores y sabores recuerdas de esa época?
-Parece que no soy muy de olores porque me cuesta que se me venga uno a la cabeza, pero sí recuerdo sabores. Mi abuela preparaba huevos revueltos con carne molida y pienso en eso dentro de una marraqueta y vuelvo a tener tres años. Tengo muchos recuerdos con pan. Mi mamá preparaba cauceo (huevo duro, tomate, queso y ajo) o jurel con mayonesa y, ay, un manjar a la hora de once. Es divertido, porque ya no como carne, pero pienso en eso y se me hace agua la boca.

Era adicta al limón. Iba al almacén y compraba un kilo de limones. Los pelaba uno por uno, los ponía en un plato y en otro ponía mucha sal. Después me comía gajo por gajo pasado por sal, como si estuvieran apanados. Al otro día no me podía ni tocar los dientes del dolor.

– ¿Qué llevas de tu infancia contigo?
-.Recuerdos tristes y recuerdos felices.

– Secretos que no le dijiste a mamá y/o papá
-Son secretos tristes, de adultos que traspasaron el límite de mi autonomía como persona sólo porque yo era niña y abusaron de mi ingenuidad. Mi intuición me decía que eso no estaba bien, pero no sabía cómo decirlo, qué palabras usar y además sentía que hablarlo sólo traería problemas. Ahora sé que debí decir esas cosas antes, quizá ahora el daño sería menor.

– Jugaste con tierra, tomaste agua de la manguera…¿qué otras cosas hacías?
-Era adicta al limón. Iba al almacén y compraba un kilo de limones. Los pelaba uno por uno, los ponía en un plato y en otro ponía mucha sal. Después me comía gajo por gajo pasado por sal, como si estuvieran apanados. Al otro día no me podía ni tocar los dientes del dolor.

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– ¿Recuerdas tu primer amor?
-Sí, todos. Mi primer amor fue el pololo de una tía. Después, un compañero de curso en primero básico. Después, un amiguito del pasaje. Después, la prima de una compañera de colegio. Después, mi primer pololo. Y así.

– ¿Cuáles son los pequeños grandes triunfos que recuerdes?
-Que me sacaba muy buenas notas. Todavía guardo pruebas de quinto básico donde me saqué un siete.

– ¿Qué superpoder te hubiera gustado tener y si lo tuvieras hoy…qué harías con él?
-Yo creo que siempre quise volar. Si lo tuviera, volaría para mirar Santiago o Chile o el mundo desde arriba. Me daría perspectivas nuevas para entender a la gente.

-Tenías amigos imaginarios, si es así, ¿cómo eran y cómo se llamaban?
-Yo decía que tenía un amigo imaginario pero era mentira, lo decía sólo para sentir que me pasaba algo especial. Era realmente imaginario.

-¿Qué te daba miedo?
-La oscuridad, no ver a mi papá un fin de semana, que se enojara mi mamá.

-¿Te perdiste, sí es así, dónde y cómo apareciste?
-Sí, me perdía siempre en el supermercado, era terrible. Y en una época donde no había supermercados tan gigantes como ahora. Me ponía a llorar y buscaba al guardia. Llamaban por altoparlante a mi mamá, que se cagaba de la risa, porque siempre estábamos a un pasillo de distancia.

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Imagen Francisco Flores.

– ¿Qué barrio, calle, edificio o balneario es el lugar de tu infancia?
-Las villas de Talagante, esos pasajes flacos con casas pareadas. Me acuerdo de correr para todos lados, de jugar a las barbies con mis amigas e inventarles historias con viajes en el tiempo o triángulos amorosos, de ir a la plaza y enrollar las cadenas del columpio para marearnos de verdad, de las noches de verano en las que nunca llegaba el frío y una podía jugar hasta la una de la mañana si a los papás se les olvidaba pegarte un grito para que te fueras a acostar.

– ¿Cuál era la trampa que hacías para no comer guatitas o la comida que no te gustaba?
-No había escapatoria, si tenía que estar sentada cinco horas comiéndome las guatitas o los mariscos, me dejaban cinco horas ahí. Mi mamá se quedaba dormida esperando a que yo terminara. Entonces me metía una cucharada llena a la boca, lo molía todo, agarraba una servilleta y echaba el bollo de comida ahí. Después iba al baño y lo tiraba por el guater.

– ¿Jugabas en la calle, si es así… cómo te llamaban para volver a casa?
-No era muy callejera, generalmente me entraba a la hora que me decían (era bien fome, porque era bien obediente), pero si me tenían que llamar, mi mamá gritaba: DANIELAAAAAAA. Porque así me llamo en realidad.

– ¿Cuál fue tu mayor travesura?
-Existía un programa de radio en la Rock&Pop que se llamaba “Portal del web” y tenían una sección que era “Fono Palanca”, hacían pitanzas con efectos especiales, algo así como Los Simuladores, pero para agarrar para el hueveo a la gente. Y con mi hermana llamamos para hacerle una bromita a mi mamá.

– Alguna pregunta para sumar a este cuestionario de Territorio Infancia
-Quizá alguna pregunta sobre la música, cuál era la música de su infancia.

– Alguna persona o personaje que te gustaría para Territorio Infancia…
-Claudia Apablaza, mi editora, y Mariel Mariel, que estoy escuchando ahora.