Intranet Integra

Cerca de 2 millones de santiaguinos se movilizarán este jueves, a las 11 de la mañana, en el “Mega Simulacro” de un sismo de mayor intensidad o terremoto organizado por la Intendencia Metropolitana, la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) y el Ministerio de Educación, para los establecimientos educacionales de todos los niveles, desde sala cuna hasta universitarios.

“La preparación es la clave del éxito y un simulacro puede salvar vidas. Especialmente en instituciones que trabajen con niños y que están en permanente riesgo de terremoto e incluso un tsunami por las características de nuestro país”, enfatiza Katherine Cid, jefa del Departamento de Prevención de Riesgo de Integra, fundación que aportará con 201 salas cuna y jardines infantiles, lo que significa movilizar y preparar solo en la RM a cerca de 25 mil niños, niñas y equipos educativos.

“La práctica a través de simulaciones permanentes nos acerca al escenario real, a una emergencia real, este ejercicio permitirá identificar y anticipar los problemas que podrían surgir para corregirlos. Por ejemplo, en la fundación uno distribuye roles para el cuidado de los niños y las niñas, pero si notas que el miedo se apodera de una trabajadora, que es algo totalmente válido y comprensible, se deberá entregar entonces un rol menos activo al momento de la emergencia”, explica la experta.

Por ello, la Prevencionista entrega algunos consejos para salir ileso de un sismo y derriba mitos de supuestas técnicas de supervivencia que circulan en redes sociales y que generan en la población una falsa sensación de seguridad.

El lugar más seguro 

Se entiende que una mesa no resistiría el peso de objetos voluminosos, pero sí quedar debajo de ellas es un lugar efectivo para evitar ser dañado por objetos menores que podrían caer, volcarse o desprenderse durante un sismo intenso, tales como adornos, trozos de luminarias que podrían quebrarse, cuadros, libros, parte del cielo, etc.

¿Arranco?

Frente a un sismo intenso el peor error es evacuar o salir a la calle porque te expones a más riesgos que al interior de la casa o el trabajo, esto, dado que en la vía pública te encuentras con el tendido eléctrico, desprendimiento de cornisas de los edificios, corte de semáforos y caos vial e incluso la caída de maceteros desde los edificios. En un sismo solo se debe evacuar en caso que la estructura presente colapso o derrumbe, aunque es poco probable por la exigente norma sísmica existente en nuestro país.

El “mito” del triángulo de la vida

Junto a la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) comprobamos que no existe asidero científico respecto a esa técnica de supervivencia en caso de sismos que se masificó en redes sociales. Las estructuras no colapsan de una forma determinada ni existe una tendencia que compruebe cuando se deforman. El supuesto “triángulo de la vida” solo genera una falsa sensación de seguridad. En un sismo lo principal es resguardar que los objetos no te caigan encima o te aplasten, puesto que esta es la principal causa de muertes o lesiones y no el movimiento en sí mismo, para eso tienes que buscar zonas seguras o zonas despejadas, libres de objetos o materiales que puedan caer y que puedan constituirse en un refugio donde permanecer mientras ocurre el movimiento telúrico, otras alternativas son debajo de la mesa o escritorio, dependiendo lo que tengas a mano.

El marco o dintel de la puerta 

En general, dentro de las recomendaciones, se indica abrir las puertas durante un sismo intenso, para evitar que se traben, porque las estructuras podrían sufrir deformaciones frente a sismos mayores, pero no es necesario ubicarse bajo el dintel de la puerta, antiguamente las viviendas se construían reforzando especialmente los arcos de las puertas, motivo por el cual siempre eran las partes de las habitaciones que quedaban en pie, sin embargo hoy en día se utilizan materiales livianos para construir los dinteles, tales como tabiques de madera o aluminio, por lo que no constituyen necesariamente el lugar más seguro de la casa.