Educadora de Párvulos de Integra recibió premio a la mejor de Chile
“Ana es una profesional que se destaca por buscar constantemente, desde su liderazgo pedagógico, nuevas estrategias para responder a las…

“Ana es una profesional que se destaca por buscar constantemente, desde su liderazgo pedagógico, nuevas estrategias para responder a las necesidades de su grupo de niños y niñas, modificando el ambiente educativo y considerando las necesidades, intereses y características de cada uno”, estos son parte de los argumentos con los que Ana Barros Muñoz, educadora de párvulos de la modalidad no convencional Jardín Sobre Ruedas, fue postulada al premio Carmen Fisher Ramírez, que otorga el Colegio de Educadores de Párvulos de Chile A.G al profesional de educación parvularia que se haya destacado por sus prácticas pedagógicas y un trabajo de excelencia se ve reflejado en los logros de sus niños y niñas.
La profesional tiene clara la importancia de jugar y vincularse desde el amor y respeto con los niños y las familias, fortaleciendo sus roles parentales. A través de sus prácticas ha conseguido que los niños y niñas avancen en el logro de aprendizajes, vinculándolos con su cultura local como base.
Al ser informada del reconocimiento, la profesional se manifestó emocionada y satisfecha por el premio: “mi trabajo es mi pasión y ver que otras personas lo reconocen, me emociona mucho. Estoy feliz con este reconocimiento, porque aunque uno no se dé cuenta, hay personas que están viendo tu trabajo, que lo reconocen y sienten contigo la pasión que le pones a lo que haces. Eso es gratificante”. Así también, relevó el trabajo de todas las educadoras “sé el cariño y la disposición que le ponen a su trabajo y les agradezco porque he aprendido mucho de ellas”, afirmó.
En su trabajo diario, Ana incluye de manera activa a las familias en el desarrollo de las experiencias educativas, ya sea en las actividades que se realizan con los niños y las niñas, como con orientaciones para que lleven a cabo y apoyen el proceso de aprendizaje de sus hijos en el hogar. De esta manera, las familias comprenden la importancia de su rol educativo, aseguró la educadora. Las familias de los niños que asisten al Jardín Sobre Ruedas destacan que Ana transmite su compromiso y pasión.
La profesional tiene clara la importancia de jugar y vincularse desde el amor y respeto con los niños y las familias, fortaleciendo sus roles parentales. A través de sus prácticas ha conseguido que los niños y niñas avancen en el logro de aprendizajes, vinculándolos con su cultura local como base.
Actualmente, el Jardín Sobre Ruedes en que se desempeña Ana, recorre la región del Biobío y Ñuble, en la primera, visitan la localidad de Chaimavida y la comuna de San Ignacio, en la segunda, visitan los sectores de Selva Negra y Quiriquina.
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