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La medianoche del sábado 06 de abril, los relojes en gran parte del país deberán retrasarse 60 minutos, para marcar otra vez las 23:00 horas. A pesar del debate que genera cada vez que se aplica, este cambio implica la llegada del período invernal y se traduce, por ejemplo, en una variación de las horas de luz natural para que las familias realicen sus actividades.

Desde Fundación Integra recalcan que niñas y niños, en el período de adaptación al nuevo horario, podrían presentar signos como variación en el apetito, problemas para conciliar el sueño, desajustes en las siestas o cambios en el estado de ánimo, entre otros. Acá el cariño, paciencia y la comprensión de madres, padres y adultas y adultos responsables son importantes para que puedan ir acostumbrándose a esta rutina que los acompañará durante algunos meses.

Alicia Varela Hidalgo, directora nacional de Promoción y Protección de la Infancia de Fundación Integra, destaca que “esta es una oportunidad para explicar a niñas y niños acerca del cambio de hora. Por ejemplo, pueden modificar juntos el reloj o destacar los cambios de luz que se producirán. Es clave que la adaptación sea gradual, atrasando hitos como la ingesta de alimentos y el baño”.

La especialista también recuerda que la comunicación es vital. Cada cambio de hora es la oportunidad perfecta para hablar del avance de las estaciones y la temperatura ambiental durante el año, lo que permite que niñas y niños lo tomen con mayor naturalidad. Para esto se pueden utilizar cuentos, dibujos, animaciones u otros elementos.

“Si notan a niñas y niños con dificultades para conciliar el sueño podría ser de ayuda generar espacios de juego que impliquen ejercicio físico”, cerró Varela.

Si las familias necesitan apoyo en este proceso, pueden comunicarse de manera gratuita con el equipo de psicólogas y psicólogos de Fonoinfancia, de Fundación Integra, al teléfono 800 200 818 o por el chat disponible en el sitio web www.fonoinfancia.cl.