Cuando niño me perdà en la lavadora

CalcetÃn con Rombos Man, el súper héroe de 31 minutos, defensor de los derechos de los niños y niñas, nos recibió en ciudad Cómoda y aceptó nuestra invitación a viajar y descubrir ese tiempo donde la vida no se extendÃa más allá del juego.
¡Bienvenidos al Territorio Infancia de CalcetÃn con Rombos Man!
–¿Qué olores y sabores recuerdas de tu niñez?
Recuerdo el olor a bolitas de naftalina y corteza de quillay de las viejas calcetas de lana que vivÃan conmigo cuando era chico. También el de talco mentolado de las calcetas de fútbol.
– ¿Cuáles son los pequeños grandes triunfos que recuerdas?
Recuerdo la primera vez que salà del cajón de los calcetines. También fue la primera vez que volé. Al principio, cuando me asomé pensé que no iba a ser capaz de salir, pero sabÃa que los niños que estaban en problemas contaban conmigo, asà que conté hasta tres y salté. Me caà al suelo y quedé machucado, fue muy doloroso, pero no me di por vencido y tras varios intentos y muchos chichones aprendà a volar y me convertà en súper héroe.
-¿TenÃas amigos imaginarios? Si es asÃ, ¿cómo eran y cómo se llamaban?
SÃ, tenÃa un amigo imaginario que se llamaba Giuseppe, era un camello irlandés y un experto para jugar a las escondidas. Nunca lograba encontrarlo.
-¿Qué te daba miedo?
Los helados, sobre todo los de pistacho en barquillo.
-¿Te perdiste? Sà es asÃ, ¿dónde y cómo apareciste?
Una vez me perdà cuando fui a la lavadora. Después del programa de centrifugado, todo daba vueltas y más vueltas. Cuando salà estaba tan mareado que vomité. Me dio un poco de vergüenza, pero el trapero me dijo que no importaba, que a cualquiera puede pasarle. Desde ese dÃa que prefiero secarme en el tendero con los rayos de sol.