Opinión

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Adaptación de niños y niñas a la sala cuna y jardín infantil

Adaptación de niños y niñas a la sala cuna y jardín infantil

Los conflictos y contratiempos que surgen durante el primer día de jardín, requieren el apoyo, presencia y participación de los adultos, para que niños y niñas puedan superar los miedos que produce la separación de las familias y la distancia del hogar.

Durante la transición de la casa al jardín observamos que hay niños y niñas que tienen una mayor madurez cognitiva y emocional, que les permite estar mejor preparados para separarse de los adultos que los cuidan. Sin embargo, otros/as requerirán más apoyo y contención de parte de las familias y equipos educativos para adaptarse a este nuevo espacio de socialización.

Para una transición exitosa los niños y niñas requieren haber desarrollado relaciones afectivas sólidas con los adultos que los cuidan, con el objeto de propiciar la internalización de actividades y sentimientos positivos frente al cambio que significa pasar del hogar familiar al establecimiento educativo.

Al reflexionar sobre lo que niños y niñas viven al ingresar al nivel parvulario y relacionar la función educativa del estado con la que cumple la familia, podemos decir que se trata de una instancia vital en su desarrollo que anuncia un cambio de rol y de entorno, pues deberán adaptarse a un nuevo contexto cultural, social, ambiental, de seguridad, entre otros.

Esta dinámica que se produce en la primera infancia, es una de las tantas transiciones que deberán vivir los seres humanos durante la vida. En esta etapa, la transición se puede entender como un estado intermedio que lleva a los niños y niñas desde la comodidad y protección del núcleo familiar a conocer y explorar una esfera diferente, donde tendrán la posibilidad de interactuar con pares y adultos desconocidos.

Para una transición exitosa los niños y niñas requieren haber desarrollado relaciones afectivas sólidas con los adultos que los cuidan, con el objeto de propiciar la internalización de actividades y sentimientos positivos frente al cambio que significa pasar del hogar familiar al establecimiento educativo. También, es importante no subestimarlos, ni pensar que porque son pequeños no entenderán lo que les queremos decir, transmitirles seguridad con palabras simples y explicarles que a veces debemos separarnos, que a pesar de la distancia seguiremos juntos, ayudará a crear un vínculo.

“Es conveniente destacar los cambios positivos que vivirán los niños y niñas en esta etapa, aprender a través del juego, explorar, construir nuevos significados y perspectivas de su paso por el mundo, construyendo su ciudadanía paso a paso”.

Por lo anterior, como Fundación Integra, trabajamos por comunicar a las familias y equipos educativos la importancia del buentrato y la crianza respetuosa, y de esta manera apoyar el proceso que deberán vivir niños y niñas durante las primeras semanas del ingreso a la sala cuna y/o jardín infantil. Durante su paso por la educación parvularia, los niños y niñas pueden estar más sensibles, agresivos o silentes, en estos momentos, es clave que los adultos responsables de su cuidado tengamos paciencia con la adaptación que están viviendo y brindemos la seguridad emocional que requieren para sentirse cómodos.

Para apoyarlos, se recomienda realizar un proceso paulatino de separación durante los primeros días de ingreso, con el fin de facilitar la adaptación a los desafíos del nuevo entorno.

En este sentido, es conveniente destacar los cambios positivos que vivirán los niños y niñas en esta etapa, aprender a través del juego, explorar, construir nuevos significados y perspectivas de su paso por el mundo, construyendo su ciudadanía paso a paso.

Nataly Rojas Seguel
Directora Ejecutiva Fundación Integra