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Región de Aysén

Sissy, una mamá todo terreno

No le teme al tiempo, a la geografía del lugar ni a los largos trayectos arriba de un caballo.
Por : | 13 Septiembre 2016
Sissy, una mamá todo terreno

En la localidad de Arroyo el Gato en la Región de Aysén, a 86 kilómetros al noreste de Coyahique, los habitantes no saben de buses, colectivos, metro o cualquiera de las formas de transporte público propias de las grandes ciudades. Por eso Sissy Muñoz (37) y su hija Yamila Chequepil de dos años y medio viajan a lomo de caballo, una vez a la semana, durante una hora hasta El Jardín Sobre Ruedas de Integra, para que Yamila reciba una educación de calidad y pueda compartir con otros niños y niñas.

A principios de este año, el Jardín Sobre Ruedas de Integra comenzó a funcionar en la escuela de la zona. Los encargados de esta modalidad son Joselyn Orellana y el conductor y animador Luis Arteaga. Ellos van una vez a semana hasta las cercanías de Arroyo El Gato a montar el centro educativo móvil e itinerante al que asisten siete menores, quienes jamás habían recibido educación parvularia debido al difícil acceso. La zona sólo es visitada por una ronda médica del Ministerio de Salud y algunos servicios públicos ligados al sector agropecuario, por eso, apenas Sissy se enteró que funcionaba El Jardín Sobre Ruedas, inmediatamente inscribió a su hija Yamila.

“Creo que es importante que Yamila venga al jardín, es bueno para ella, porque acá comparte con otros niños y niñas. Nosotros estamos en un lugar muy alejado y ella siempre ve sólo a su papá y a mí”, responde cuando le preguntamos sobre su motivación para hacerlo.

Todos los viernes de cada mes, Sissy y su hija parten su jornada de traslado hasta Arroyo el Gato para cumplir con su objetivo. Para eso, se abrigan bien, montan su caballo y abrazadas recorren el campo; incluso deben cruzar un río para llegar hasta el jardín. Pero nada impide que esta mamá todo terreno lleve a su pequeña Yamila a encontrarse con sus nuevos amigos y amigas. “Si el río está muy crecido y no podemos cruzar a caballo, tomamos un camino más largo, hasta llegar a una pasarela”, nos cuenta orgullosa sobre su travesía y agrega que este esfuerzo lo hace porque es importante para ella que su hija reciba educación desde pequeña.

¿Cuál es el principal cambio que ha experimentado su hija?
“Ella antes era muy tímida. Al principio pensaba que era el trayecto y que llegaba muy cansada al jardín, pero ahora sé que ha cambiado su carácter, ha crecido, está mejor, es más independiente, ya no está todo el día pegada a mí. Lo que más le gusta de venir al jardín es estar con los tíos, jugar con las pelotas, saltar, cantar, jugar. Y cuando llegamos a la casa no la para nadie, nos cuenta todo lo que el tío le enseñó durante el día.

Cada vez que termina el día me doy cuenta de que el esfuerzo de trasladarme a caballo, sortear el clima y las dificultades de la propia geografía sureña, simplemente, valen la pena”, concluye.

Mama a caballo Integra

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