Fundación Integra llama a retornar a los jardines infantiles para recuperar aprendizajes

Durante el 2021 el proceso educativo desarrollado por los equipos de jardines infantiles, salas cuna y modalidades no convencionales tuvo características particulares dadas las medidas sanitarias orientadas a prevenir y reducir los contagios del Covid-19. Durante el primer semestre se mantuvieron cuarentenas e interrupciones de la atención presencial y aunque en el segundo semestre ya todos los jardines infantiles y salas cuna estuvieron abiertos, algunas familias optaron por no enviar a sus hijos e hijas.

Pamela Solís, directora ejecutiva (i) de Fundación Integra, destaca que los equipos educativos y pedagógicos desplegaron su creatividad y esfuerzo para darle continuidad al proceso educativo de los niños y niñas, principalmente manteniendo un contacto estrecho y permanente con las familias para compartir actividades, recursos y orientaciones sobre el bienestar, desarrollo y aprendizaje de los párvulos.

Sin embargo, el funcionamiento intermitente de los jardines infantiles o la baja asistencia de niños y niñas impidió que, al finalizar el año, se aplicara el instrumento de evaluación que se utiliza normalmente, Perfil de Logro de Aprendizajes de Educación Parvularia (PLAEP), que busca mostrar el nivel de logro en relación a los aprendizajes esperados para cada nivel educativo. “Ante esta situación y reconociendo la importancia de contar con información relevante sobre los niveles de desarrollo y aprendizaje de niños y niñas, revisamos diversos instrumentos nacionales e internacionales que permitirán medir de manera equitativa las dimensiones centrales del desarrollo de los párvulos”, señala Solís.

Se eligió Battelle Developmental Inventory Screening BDI ST2, más conocido como Battelle.  Este es un instrumento que evalúa el desarrollo infantil en niños y niñas entre 0 y 8 años de edad, permitiendo identificar indicios de desfase en sus procesos de desarrollo. Para lograrlo, cuenta con 5 escalas (sociopersonal, adaptativa, motora, comunicación y cognitiva). En cada una de ellas, se consideran 20 ítems ordenados en dificultad creciente que van dando cuenta de los distintos hitos del desarrollo.

El puntaje máximo para la prueba es de 200 puntos, con una escala de cero a dos puntos por cada ítem, donde cero corresponde a no logrado, uno a medianamente logrado y dos para logrado totalmente. El instrumento se aplicó entre los meses de octubre y noviembre con la colaboración del Centro de Estudios de Primera Infancia (CEPI), a una muestra de 2.013 niños y niñas, distribuidos a lo largo del país, con edades de 2, 4 y 5 años al momento de la aplicación.

¿Qué resultados se obtuvieron?

Uno de los principales resultados de la aplicación del Battelle en Integra consiste en identificar la cantidad de niños y niñas que logra lo mínimo esperado para su edad, en cada una de las escalas.

Tabla 1 – Porcentaje de niños/as que logra lo mínimo esperado

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Marcela Fontecilla, directora de Educación de Fundación Integra, explica que al hacer el análisis por edad, son los niños/as de dos años los que presenta los resultados más bajos, lo que se contrasta con los de niños/as en el tramo de 4 años quienes en todas las escalas superan el 80%. “Los antecedentes presentados son una fuente relevante de información que servirá para que los distintos niveles institucionales puedan orientar sus decisiones para apoyar los procesos de desarrollo de los niños y niñas, ofreciendo oportunidades de aprendizaje integrales y de calidad que estimulen las áreas donde se observan mayores brechas respecto a lo esperado en cada tramo”, destaca.

La directora de educación comenta que también existe una gran oportunidad de retomar y fortalecer el Enfoque de mediación sociocultural del lenguaje que apunta a desarrollar la literacidad de los niños y niñas que asisten a los jardines infantiles y salas cuna de Integra. “Desde este modelo se presentan estrategias que se transformarán en diversas oportunidades para que los niños y niñas vayan avanzando en el desarrollo de su lenguaje y comunicación”, explica.

Y agrega: “es fundamental que estos antecedentes se complementen con otras fuentes de información que utiliza Fundación Integra, como es el Instrumento de Evaluación de Aprendizajes (IEA) y el Reporte de Aprendizajes desde las familias para contar con un panorama claro sobre cuáles son las principales fortalezas y necesidades de apoyo de los niños y niñas que asisten a nuestros jardines infantiles”.

La directora ejecutiva (i) aclara que es tranquilizador visualizar que el grupo de niños y niñas que mostraron más bajos resultados es justo el que por edad continúa en el jardín infantil. “Tenemos una gran oportunidad para disminuir las brechas que ha generado la pandemia no solo en términos de aprendizaje sino también de estimulación para promover el desarrollo integral de los niños y niñas y por ello es tan relevante el retorno presencial. Esperamos que todos los niños y niñas puedan asistir a nuestros jardines infantiles y salas cuna, que retomen sus rutinas para que aprendan jugando”, concluye.

Integra pertenece a la Red de Fundaciones de la Presidencia de la República. Con 31 años de experiencia, es la red más grande de salas cuna y jardines infantiles del país con más de 1.200 establecimientos gratuitos, a los que asisten más 85 mil niños y niñas en todo Chile.

 

“Tenemos una gran oportunidad para disminuir las brechas que ha generado la pandemia no solo en términos de aprendizaje sino también de estimulación para promover el desarrollo integral de los niños y niñas y por ello es tan relevante el retorno presencial”, dice Pamela Solís.