Cuando el compromiso con la lactancia materna fluye

Como premio al trabajo desarrollado por más de tres años, promoviendo la importancia de la lactancia materna entre las familias y la comunidad del sector, el jardín infantil Rucantú de Lago Ranco, región de Los Ríos, en 2017 fue acreditado como “Jardín Infantil Amigo de la Lactancia Materna”.

Según su Directora, Carmen Gloria Gallegos, este reconocimiento está en sintonía con el sello pedagógico del establecimiento. “Somos un jardín de terreno, que promueve los estilos de vida saludables, entre los cuales destaca la promoción de la lactancia materna, como vínculo imprescindible que favorece la calidad de vida del niño y de la madre””, explica.

A juicio de la profesional, ser jardín acreditado trae consigo una serie de responsabilidades. “Para apoyar a las familias en este proceso, -por ejemplo-, coordinamos con el Programa Vida Sana del consultorio, un taller para reforzar materias como: el derecho de las madres a amamantar, las técnicas de amamantamiento y el uso del chupete, entre otras temáticas. También conformamos un Comité de Lactancia compuesto por trabajadoras, familias y la nutricionista del consultorio, para planificar e implementar estrategias que apunten a promover y facilitar la lactancia materna en nuestra comunidad”, concluye.

Testimonio de Javiera Venegas

Javiera Venegas es madre de la pequeña Sofía Pailacán (1) y una de las apoderadas que hace uso frecuente del beneficio. “El jardín ha sido de gran ayuda para nosotras y una oportunidad para que yo pueda estudiar confiada y tranquila”, dice.

Javiera Venegas y Sofía Pailacán 2“Cuando tomé la decisión de traerla al jardín en marzo de este año, fue muy difícil separarme de ella, porque pensé que le afectaría el cambio de rutina, ya que le di pecho hasta los 6 meses y tomaba a libre demanda. Pero las tías me apoyaron y me dieron todas las facilidades”, precisa.

Esta joven madre asegura que se nota la preocupación del equipo, porque “siempre cuando llego me preguntan si tomó “pechito” y cómo estuvo durante la noche. Además nos hacen participar en actividades que promueven la lactancia: hicimos un afiche con fotos de nuestra familia y lo pegamos en la sala de amamantamiento, haciéndola más acogedora; estamos en confianza y aprovechamos ese momento tan íntimo entre mi hija y yo. Por eso he tenido una hermosa experiencia”, afirma.

Testimonio de Patricia Sepúlveda

Misma opinión es la que tiene Patricia Sepúlveda, madre de Sofía Hernández de 1 año 7 meses. Esta Educadora Diferencial dice estar muy satisfecha con el servicio, pues a su juicio las tías la han apoyado en su proceso de adaptación. “Sofía ingresó al año 3 meses, pero antes de que viniera al jardín ya le había hecho el hábito en casa y el equipo del jardín respetó es rutina, así que no fue tan complejo este proceso”, cuenta.

Patricia Sepúlveda 2“Las tías siempre me aclaran las dudas y me siento muy cómoda en la sala de amamantamiento. Está acondicionada para nosotros; tiene bonita decoración, es muy limpia y tiene todo lo que necesitamos”, manifiesta Patricia, quien además destaca el rol que tiene su esposo en este proceso. “Gabriel, mi marido, está muy involucrado. Ha sido bien familiar. Él se preocupa de que estemos cómodas; de la postura; juega con ella y le conversa cuando está tomando su “papa”. Por eso estoy muy feliz con toda esta experiencia y muy a gusto en el jardín”, finaliza.