Noviembre superó varias estadísticas en materia climática. De acuerdo con datos de la Dirección Meteorológica de Chile, se transformó en el quinto mes “más cálido” de los últimos 58 años, principalmente entre las regiones de Ñuble y Magallanes. Además, Santiago llegó a una máxima promedio de 28.2ºC en este período, transformándose así en el cuarto noviembre con más alta temperatura en 73 años.
Junto a ello, la proyección indica que el país completará 14 años de sequía, la que estará acompañada de un aumento en la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor, entre otros fenómenos, lo cual obliga a que las familias adopten en sus casas medidas que permitan afrontar estos episodios, que se proyectan serán más comunes en el tiempo.
Desde Fundación Integra resaltaron que los niños y niñas se deshidratan con mayor facilidad que los adultos, no manifestando con facilidad síntomas asociados. Ante esto, las familias deben estar atentas a señales como: sed, orina de color oscuro, mareos, irritabilidad, somnolencia, pérdida de vitalidad, aumento en la frecuencia cardiaca y respiratoria, extremidades frías, dolor de cabeza, ya que podrían ser signos de deshidratación.
“Al hidratar a nuestros hijos/as, la recomendación es que sea de forma permanente, no esperando a que presenten sed, ofreciendo agua en cantidades pequeñas que pueden ir entre los 50 cc y 100 cc. En el caso de lactantes menores de seis meses con lactancia materna exclusiva, esta última se recomienda a libre demanda, para mantenerlos hidratados”, según indicó la jefa del Departamento de Nutrición y Salud de Fundación Integra, Yocelin Sanhueza.
Una adecuada alimentación juega un papel fundamental en el bienestar de los niños y niñas frente a las altas temperaturas. Por lo que es importante el evitar las comidas abundantes, infusiones calientes o bebidas azucaradas y preferir alimentos frescos como jugos de frutas y verduras, consumo de ensaladas y por supuesto el consumo de agua.
Diversión segura al aire libre
Es posible que niños y niñas efectúen actividades en espacios abiertos, siempre y cuando se adopten medidas para prevenir situaciones de riesgo. Por ejemplo, hay que evitar su exposición al sol y/o realizar actividades lúdicas en horarios de mayor riesgo (entre 11:00 y las 17:00 horas). También, es vital aplicarles protector solar con FPS (factor de protección solar) 30 o superior, 30 minutos antes de exponerlo al sol (aunque esté nublado) y reaplicándolo cada dos horas, especialmente luego de nadar o sudar. No se recomienda su uso en niños/as menores de seis meses.
En este sentido, Abraham Chávez, jefe del Departamento de Prevención de Riesgos de Integra, complementó que “idealmente, niñas y niños deben utilizar ropa holgada, de colores claros y de algodón, mientras que, en caso de interactuar con juegos de agua, piscinas y otros elementos similares, siempre debe ser bajo la supervisión de un adulto”.
Por último, desde Fundación Integra recalcaron que bajo ninguna circunstancia hay que dejar a los hijos/as al interior de un vehículo. El riesgo de un golpe de calor es inminente, ya que su cuerpo se calienta de tres a cinco veces más rápido que el de un adulto. Sí están en espacios cerrados, deben contar con un flujo de aire permanente y hay que cautelar que no llegue el sol de forma directa.
Fundación Integra, con 32 años de experiencia, es uno de los principales prestadores de educación inicial en el país, con más de 1.200 jardines infantiles y salas cuna gratuitos, a los que asisten más de 85 mil niños y niñas en todo Chile.