La asistencia a las salas cuna y jardines infantiles es un aspecto central, por lo que todos y todas quienes trabajamos en el 谩mbito de la educaci贸n parvularia debemos prestarle especial atenci贸n, pues sabemos que es en esos espacios donde los ni帽os y ni帽as adquieren aprendizajes para la vida.
La emergencia sanitaria y el confinamiento producto de la pandemia por COVID-19 nos desafi贸 a dar continuidad a los procesos educativos en un escenario adverso, sobre todo para la educaci贸n inicial, en la que la interacci贸n entre pares y adultos, es fundamental para el desarrollo de ni帽os y ni帽as.
Es indispensable que las comunidades educativas retomen la pr谩ctica de jardines abiertos, resguardando las medidas sanitarias y el autocuidado, entregando una se帽al clara a las madres, padres y cuidadores de que los jardines infantiles y salas cuna son espacios seguros, flexibles, significativos y acogedores, que responden a las necesidades, intereses y caracter铆sticas de los ni帽os y ni帽as, para que 茅stos sean protagonistas de sus propios aprendizajes, y donde el juego es un principio fundamental.
La pandemia parece difuminarse con el tiempo, pero sus efectos a煤n son inciertos, y hoy quienes trabajamos en educaci贸n parvularia nos enfrentamos al desaf铆o de combatir los altos 铆ndices de inasistencia. Seg煤n los datos dados a conocer por el Monitoreo de Escuelas en Pandemia, que llev贸 a cabo la Escuela de Gobierno UC, el Instituto de Sociolog铆a UC y el CIAE de la Universidad de Chile, con el apoyo del Ministerio de Educaci贸n, la asistencia a los establecimientos escolares y de educaci贸n parvularia estuvo bajo el 80%, durante el primer semestre de 2022.
Considerando esta realidad, fortalecer nuestra alianza con las familias, los primeros educadores de ni帽os y ni帽as, es el paso inicial para generar conciencia sobre el impacto positivo que la asistencia constante y regular a los jardines infantiles y salas cuna, tiene en el desarrollo cognitivo, psicomotor y socioemocional de ni帽os y ni帽as. Porque es en esta etapa de la vida en la que se produce un 75% del desarrollo cerebral y se construyen las bases para la adquisici贸n de conocimientos y habilidades para la vida adulta.
Es indispensable que las comunidades educativas retomen la pr谩ctica de jardines abiertos, resguardando las medidas sanitarias y el autocuidado, entregando una se帽al clara a las madres, padres y cuidadores de que los jardines infantiles y salas cuna son espacios seguros, flexibles, significativos y acogedores, que responden a las necesidades, intereses y caracter铆sticas de los ni帽os y ni帽as, para que 茅stos sean protagonistas de sus propios aprendizajes, y donde el juego es un principio fundamental.
No debemos olvidar que en el jard铆n infantil los ni帽os y ni帽as comparten y juegan con otros de su edad, despiertan su creatividad, mejoran su capacidad de comunicaci贸n, refuerzan h谩bitos de higiene, descubren el mundo que los rodea y se favorece el desarrollo de su autonom铆a, entre otros. Hacer que trascienda la riqueza que se genera en este espacio, depende de todas y todos nosotros.
Nataly Rojas Seguel, Directora Ejecutiva Fundaci贸n Integra.