Dentro de las diversas comunidades de inmigrantes que han arribado a Chile en los 煤ltimos a帽os, tal vez una de las que debe superar mayores barreras desde el punto de vista cultural e idiom谩tico sea la haitiana. Sin embargo, a punta de esfuerzo, perseverancia y unas ganas incre铆bles de superaci贸n, los haitianos en Chile han logrado integrarse a nuestra sociedad, manteniendo intactas sus tradiciones y tambi茅n sus sue帽os. Es el caso de la familia Blanc Vilfranc que, como muchos de sus compatriotas e inmigrantes de otras nacionalidades, lleg贸 a Chile con la esperanza de una mejor vida. 鈥淓n Hait铆 yo trabajaba como enfermera y mi marido como top贸grafo. Yo quer铆a venir a Chile y tener un hijo ac谩鈥�, cuenta Michaela, quien vive junto a su marido Christian y su peque帽a hija Nachkaela, de nacionalidad chilena, en Quilicura, Regi贸n Metropolitana. La ni帽a, de tres a帽os y siete meses, asiste desde hace un a帽o al jard铆n Arturo P茅rez Canto de la misma comuna.

驴Por qu茅 traes a Nachkaela al jard铆n Arturo P茅rez Canto? 鈥搇e pregunto. 鈥淧orque la educaci贸n es lo m谩s importante para una ni帽a, es la 煤nica herencia que podemos dejarle. Es algo que nadie podr谩 arrebatarle durante su vida鈥�, responde Michaela, segura de que sus palabras son una verdad absoluta.

鈥淐uando ella va al jard铆n no es la ni帽a inmigrante, es una ni帽a querida, acogida y tratada con mucho cari帽o, es una ni帽a feliz鈥�, se帽ala con su acento mezcla de franc茅s y castellano. Su testimonio no solo da fe de las dificultades y prejuicios que deben enfrenar los inmigrantes en nuestro pa铆s, sino del rol esencial que cumple la educaci贸n como un espacio de aceptaci贸n e integraci贸n social.

Teresa Calfueque, t铆a y directora del jard铆n, concuerda con la mam谩 de Nachkaela y cuenta que ella no recibe ning煤n trato especial, sino que simplemente es feliz haciendo lo mismo que otros ni帽os y ni帽as de su edad: jugando. 鈥淎l entrar al jard铆n se olvidan las diferencias de clase y de razas, los ni帽os no tienen prejuicios, por lo que es f谩cil impulsar el sello Integra del buen trato y el respeto con acciones que promueven la integraci贸n multicultural desde la cuna鈥�, explica.

Entonces, le pregunto a Nachkaela qu茅 es lo que m谩s le gusta cuando est谩 en jard铆n. 鈥淛ugar鈥�, cuenta sonriente, mientras salta entre las piernas de su mam谩. 隆Y qu茅 otra cosa podr铆a gustarle m谩s a un ni帽o!
Michaela explica que para su hija las t铆as son una especie de 鈥渁migas grandes鈥�. 鈥淎l llegar a la casa habla de ellas todo el d铆a, de c贸mo la cuidan, c贸mo juegan, c贸mo le cuentan historias y siempre quiere que la t铆a vaya a nuestra casa鈥�. Con ese entusiasmo, no sorprende que Nachkaela tenga una asistencia ejemplar que solo se ve interrumpida cuando est谩 muy enferma. 鈥淢i marido trabaja, as铆 que yo me encargo de llevarla a pie al jard铆n todos los d铆as porque vivimos muy cerca鈥�.

Esa perseverancia y alegr铆a por aprender han dado sus frutos, pues la ni帽a se maneja cada vez mejor con los distintos idiomas que debe combinar en el d铆a a d铆a: franc茅s, creol茅 鈥搇engua criolla haitiana- y castellano. 鈥淓so me ayuda mucho, porque con ella aprendo a hablar mejor鈥�, confiesa Michaela y agrega que su marido cree tanto como ella en el poder transformador de la educaci贸n.

Pero 驴c贸mo logran mantener su cultura? Los Blanc Vilfranc se帽alan que para ellos es habitual hablar con Nachkaela sobre la vida que llevaban antes de venir a Chile, ver pel铆culas sobre Hait铆 y tambi茅n estar en contacto permanente con sus abuelos. Aunque nos es f谩cil lograr la comunicaci贸n con ellos, les ayuda a mantener el lazo afectivo con su tierra, sus ra铆ces y su historia m谩s cercana. 鈥淣o olvidar鈥� para ser la consigna de esta familia que d铆a a d铆a lucha por salir adelante.

鈥淢i vida en familia no es como yo quisiera. Mi marido trabaja como maestro de maquinaria en una empresa de pl谩stico y tiene un solo d铆a de descanso. A m铆 me gustar铆a poder ayudarlo, pero en Chile no puedo ejercer como enfermera鈥� y agrega que a veces la soledad la embarga cuando est谩 sin la peque帽a. En esos momentos, la esperanza es su mayor consuelo. 鈥淣o quiero que mi hija pase por lo que nosotros hemos pasado. La educaci贸n es importante para que pueda trabajar en lo que ella quiera. Es todo lo que una persona puede tener, es el primer paso para lograr una mejor calidad de vida鈥�, concluye.

En la localidad de Arroyo el Gato en la Regi贸n de Ays茅n, a 86 kil贸metros al noreste de Coyahique, los habitantes no saben de buses, colectivos, metro o cualquiera de las formas de transporte p煤blico propias de las grandes ciudades. Por eso Sissy Mu帽oz (37) y su hija Yamila Chequepil de dos a帽os y medio viajan a lomo de caballo, una vez a la semana, durante una hora hasta El Jard铆n Sobre Ruedas de Integra, para que Yamila reciba una educaci贸n de calidad y pueda compartir con otros ni帽os y ni帽as.

A principios de este a帽o, el Jard铆n Sobre Ruedas de Integra comenz贸 a funcionar en la escuela de la zona. Los encargados de esta modalidad son Joselyn Orellana y el conductor y animador Luis Arteaga. Ellos van una vez a semana hasta las cercan铆as de Arroyo El Gato a montar el centro educativo m贸vil e itinerante al que asisten siete menores, quienes jam谩s hab铆an recibido educaci贸n parvularia debido al dif铆cil acceso. La zona s贸lo es visitada por una ronda m茅dica del Ministerio de Salud y algunos servicios p煤blicos ligados al sector agropecuario, por eso, apenas Sissy se enter贸 que funcionaba El Jard铆n Sobre Ruedas, inmediatamente inscribi贸 a su hija Yamila.

鈥淐reo que es importante que Yamila venga al jard铆n, es bueno para ella, porque ac谩 comparte con otros ni帽os y ni帽as. Nosotros estamos en un lugar muy alejado y ella siempre ve s贸lo a su pap谩 y a m铆鈥�, responde cuando le preguntamos sobre su motivaci贸n para hacerlo.

Todos los viernes de cada mes, Sissy y su hija parten su jornada de traslado hasta Arroyo el Gato para cumplir con su objetivo. Para eso, se abrigan bien, montan su caballo y abrazadas recorren el campo; incluso deben cruzar un r铆o para llegar hasta el jard铆n. Pero nada impide que esta mam谩 todo terreno lleve a su peque帽a Yamila a encontrarse con sus nuevos amigos y amigas. 鈥淪i el r铆o est谩 muy crecido y no podemos cruzar a caballo, tomamos un camino m谩s largo, hasta llegar a una pasarela鈥�, nos cuenta orgullosa sobre su traves铆a y agrega que este esfuerzo lo hace porque es importante para ella que su hija reciba educaci贸n desde peque帽a.

驴Cu谩l es el principal cambio que ha experimentado su hija?
鈥淓lla antes era muy t铆mida. Al principio pensaba que era el trayecto y que llegaba muy cansada al jard铆n, pero ahora s茅 que ha cambiado su car谩cter, ha crecido, est谩 mejor, es m谩s independiente, ya no est谩 todo el d铆a pegada a m铆. Lo que m谩s le gusta de venir al jard铆n es estar con los t铆os, jugar con las pelotas, saltar, cantar, jugar. Y cuando llegamos a la casa no la para nadie, nos cuenta todo lo que el t铆o le ense帽贸 durante el d铆a.

Cada vez que termina el d铆a me doy cuenta de que el esfuerzo de trasladarme a caballo, sortear el clima y las dificultades de la propia geograf铆a sure帽a, simplemente, valen la pena鈥�, concluye.