De la casa al Jard铆n. Ni帽os/as y adultos enfrentados a un nuevo desaf铆o

驴Qu茅 ser铆a esperable que ocurriera cuando mi hijo/a comience a asistir al jard铆n?

鈥ue no llore cuando lo deje

鈥ue siempre se despida tranquilo/a y contento/a

鈥ue no se quiera venir conmigo a la casa

鈥ue no tenga problemas para quedarse con adultos extra帽os y en un lugar que no conoce

鈥ue quiera compartir con muchos ni帽os y ni帽as que no conoce

O

鈥ue llore, grite y se aferre a m铆 cuando lo/a dejo

鈥ue no se quiera levantar ni vestir en la ma帽ana

鈥ue no quiera comer, ir al ba帽o ni dormir en el jard铆n

鈥ue cada vez que le pregunto, se enoja o pone a llorar

Ciertamente, no es una pregunta f谩cil de responder y es porque el ingreso al jard铆n infantil es un hito no solo en la vida del ni帽o o la ni帽a, sino tambi茅n para su familia. Es un proceso no exento de dificultades, ya que no es uniforme y no siempre se da de una manera 鈥渋deal ni sencilla鈥, es por esto que todas las alternativas mencionadas anteriormente son posibles y esperadas.

Lo que le pasa al ni帽o/a鈥

Las diversas manifestaciones que el/la ni帽o o ni帽a puede expresar en su relaci贸n con el jard铆n infantil, se pueden explicar por una parte a partir de las propias caracter铆sticas de la etapa del desarrollo en que se encuentre (lactante o p谩rvulo).

En este sentido es importante considerar que los ni帽os y ni帽as pueden presentar reacciones de ansiedad al momento de separarse de sus padres o adultos cuidadores a trav茅s de se帽ales de temor, cautela o timidez frente a extra帽os; el cambio de rutina tambi茅n puede provocar sensaciones de inseguridad o inestabilidad, lo que a nivel emocional se puede expresar en llanto, irritabilidad o cambios en h谩bitos ya adquiridos.

Todo lo anterior, obedece a una forma distinta de la usada por los adultos para 鈥渃omunicar鈥 sus emociones y pensamientos y que es el lenguaje corporal. A su vez, algunos ni帽os y ni帽as vivencian esta experiencia como una suerte de abandono, pues les es complejo a煤n comprender algunas nociones de espacio y tiempo, raz贸n por la cual la separaci贸n es vivenciada de manera angustiante ya que no saben por cu谩nto tiempo 茅sta se va a extender (no han desarrollado aun la capacidad para entender el concepto de 鈥渢ransitoriedad鈥).

Lo que le pasa a los adultos

Por otra parte estas sensaciones de inseguridad, ansiedad e incertidumbre- que son esperables- muchas veces se agudizan a partir de la forma en que los adultos abordamos este proceso y qu茅 le transmitimos a ni帽os y ni帽as, por ello es que muchas veces la adaptaci贸n al jard铆n infantil se ve interferida m谩s bien por la reacci贸n del adulto que por las naturales expresiones de ni帽os y ni帽as frente a algo nuevo en sus vidas.

Un ejemplo de ello es cuando no hemos anticipado al ni帽o/a que comenzar谩 a asistir al jard铆n, lo que implicar谩 esto en su rutina diaria (a qu茅 hora se levantar谩, con qui茅n se quedar谩, por cu谩nto tiempo, etc.) y qu茅 podr铆a llegar a sentir al separarse por primera vez de sus padres. Otro ejemplo es cuando frente a la angustia del ni帽o o ni帽a, no nos despedimos y nos vamos sin que se de cuenta, suponiendo que no lo va a notar. Con lo anterior, sin quererlo, reafirmamos la sensaci贸n en el ni帽o o ni帽a de no entender y/o de desconfiar de la situaci贸n; con esta 鈥渉uida鈥 no le damos la posibilidad de expresarnos las sensaciones que le surgen respecto a la despedida y dejamos esa responsabilidad a un adulto que a煤n no es significativo para el ni帽o o ni帽a. Como padres adem谩s, perdemos la oportunidad de estar presentes para acoger, consolar, explicar y ayudarle a incorporar esta nueva experiencia.

Entender que somos quienes podemos ayudar al ni帽o o ni帽a a elaborar esta experiencia de una manera saludable y enriquecedora, nos permite reparar en la importancia -no solo de los gestos y actos- sino tambi茅n del discurso que sostenemos como familia respecto al ingreso al jard铆n infantil.

En este sentido, a veces entregamos a ni帽os y ni帽as explicaciones del 鈥減or qu茅 se debe ir al jard铆n infantil鈥, que se basan en las necesidades del mundo adulto y que resultan muy abstractas, dif铆ciles de comprender y asimilar para ellos, por ejemplo: 鈥渓os pap谩s van al trabajo y los ni帽os al jard铆n鈥; 鈥渟i no vas al jard铆n yo no puedo ir a trabajar y si no trabajo, no te puedo comprar las zapatillas ni los dulces que te gustan鈥︹; 鈥渢ienes que ir al jard铆n para estudiar, para que vayas al colegio鈥︹; 鈥渢odos los ni帽os van al jard铆n, as铆 que tu tambi茅n鈥; 鈥測a eres grande, tienes que ir al jard铆n鈥 razones que tienden a invisibilizar al ni帽o o ni帽a y sus necesidades, planteando motivaciones que tienen sentido para el adulto, pero no para el ni帽o o ni帽a porque ellos viven en el aqu铆 y ahora, centrados en s铆 mismos y le es dif铆cil proyectarse, ponerse en el lugar de otros y visualizar el 鈥渂eneficio鈥 que esto traer谩 en el futuro.

Ser铆a deseable entonces que les mostr谩ramos los beneficios de esta nueva etapa transmiti茅ndoles por ejemplo: 鈥渆n el jard铆n puedes jugar con ni帽os de tu misma edad鈥; 鈥渆n el jard铆n hay muchos juguetes y materiales entretenidos que no est谩n en casa鈥; 鈥減uedes aprender canciones y juegos nuevos con las t铆as y los dem谩s ni帽os鈥; 鈥渆n el jard铆n puedes aprender cosas que yo no s茅 o no puedo ense帽arte en la casa鈥︹, etc.

La adaptaci贸n, un proceso permanente

Ahora bien, las manifestaciones o reacciones emocionales mencionadas al comienzo, pueden darse al inicio del proceso de ingreso al jard铆n infantil, pero tambi茅n pueden darse a lo largo del a帽o. En este sentido cabe hacer una distinci贸n, y es que muchas veces cuando estas reacciones se dan en per铆odos que no coinciden con que el ni帽o/a haya estado ausente por periodos largos de la rutina del jard铆n (vacaciones, enfermedades, etc.), pueden deberse a cambios o crisis que se est茅n suscitando al interior de la familia y que se expresan en este contexto, por ejemplo separaci贸n de los padres, enfermedad de alg煤n familiar, nacimiento de un hermanito, cambios de casa, entre otras.

Es, a prop贸sito de la estabilidad que requieren ni帽os y ni帽as, y de lo sensibles que son a los cambios en sus rutinas de vida (propias de la etapa del desarrollo), que estas vicisitudes pueden reeditar sensaciones vividas en el proceso de adaptaci贸n al jard铆n, o bien presentarse por primera vez, donde el ni帽o o ni帽a expresa y manifiesta desconcierto, preocupaci贸n y el anhelo o nostalgia del espacio que brinda la contenci贸n familiar.

驴C贸mo podemos favorecer el proceso de adaptaci贸n?

Si bien la 鈥渁parici贸n鈥 de reacciones no habituales o 鈥渟铆ntomas鈥 resulta inquietante y a veces dif铆cil de abordar para el adulto, es muy importante destacar que SIEMPRE es saludable que el ni帽o/a encuentre espacios para su expresi贸n emocional, independiente de c贸mo se manifieste (llanto, pataletas, retraimiento, etc.), ya que da cuenta de que el ni帽o/a es conciente, est谩 conectado y siente que puede expresar lo que le pasa frente a estos cambios y a pesar de que esto a los adultos nos complique, somos los convocados a contener y tolerar estas manifestaciones, pues dentro de todo, podemos recibirlas como un potente y elocuente gesto de confianza.

A la luz de todo lo anterior, parece importante entender y asumir que como adultos responsables de nuestros hijos e hijas, debemos estar atentos y observando permanentemente sus comportamientos y reacciones, ya que esto nos dar谩 las se帽ales de lo que ellos est谩n vivenciando. Este registro debiese permitirnos identificar que al menos algo necesita de nosotros, por lo que espera una respuesta a esta necesidad, que casi siempre involucra contener, escuchar y ayudar a encontrar formas de incorporar experiencias nuevas. En este sentido, el reto, la desesperaci贸n, el ignorar, la radicalizaci贸n, el presionar, el comparar, el desborde de los adultos, etc. s贸lo aumentan la sensaci贸n de desconcierto en el/la ni帽o/a, sin saber nuevamente qu茅 hacer con lo que les pasa, pero adem谩s sinti茅ndose responsables por lo que le ocurre al adulto que ellos tanto quieren.

Es por esto, que parece necesario tambi茅n tener en cuenta qu茅 nos pasa como adultos frente al proceso de separaci贸n con nuestros ni帽os/as, ya que muchas veces 茅sta es la primera vez que nos alejamos de ellos por un tiempo. Independiente de las convicciones y razones para tomar esta decisi贸n, es natural que como adultos nos veamos afectados por la separaci贸n, siendo esperable sentir culpa por dejarlo, miedo o dudas frente a sus cuidados, pena y/o preocupaci贸n por sus reacciones. Tener conciencia de que nos pasan cosas nos permite -por una parte- empatizar con el proceso de nuestro hijo y -al mismo tiempo- reconocer estas sensaciones nos permite diferenciarnos del ni帽o o ni帽a, lo que facilitar谩 abrir el di谩logo de las emociones que nos van surgiendo con 茅l o ella. Por ejemplo 鈥 yo entiendo que te da pena ir al jard铆n porque sientes que vas a estar solo all谩 y yo me quedo con tu hermanito, nosotros tambi茅n te vamos a echar de menos, pero nos pone contentos saber que vas a jugar con tus amigos, que lo puedes pasar bien, y que en la tarde nos juntamos de nuevo鈥.

As铆 mismo es importante mirar c贸mo estamos al momento de llevar al ni帽o o ni帽a al jard铆n infantil, no s贸lo regular lo que le digo, sino tambi茅n tomar conciencia de lo que nuestro cuerpo est谩 manifestando, 驴estoy tenso/a?, 驴acelerado/a? 驴voy con pena? de tal manera de no dar mensajes confusos y poder regular nuestras emociones a trav茅s de reconocer lo que nos pasa. Por ejemplo 鈥渢e voy a dar un 煤ltimo besito antes de irme, s茅 que te da pena y a m铆 tambi茅n me da pena dejarte triste, a lo mejor con un buen abrazo se nos pasa m谩s r谩pido鈥.

Invitamos a la reflexi贸n sobre este hito en el desarrollo de los/as ni帽os/as en nuestra cultura, pues es un primer paso en el camino hacia la socializaci贸n m谩s all谩 de los l铆mites de cada familia, con todo lo que ello implica en t茅rminos de autonom铆a (relacionarse con otros en ausencia del adulto significativo, destacar por s铆 mismo, hacer elecciones, tomar decisiones, resolver conflictos, plantear opiniones, etc.).

Pero sobre todo, invitamos a reflexionar sobre la importancia de una constante observaci贸n y auto observaci贸n, esto nos puede dar luces de c贸mo nosotros nos estamos involucrando en este proceso, asumiendo que no es algo que s贸lo compete al ni帽o/a y que nuestro actuar puede facilitar esta experiencia al ofrecer espacios seguros, claros y confiables para la expresi贸n emocional. Al observar de manera activa, reconocemos al/la ni帽o/a como un/a otro/a, con ritmos, caracter铆sticas, necesidades y expresiones propias que a煤n cuando sus reacciones tengan estrecha relaci贸n con lo que le sucede al adulto, es importante detenerse y evaluar qu茅 necesita el/la ni帽o/a y qu茅 necesita el adulto, estableciendo as铆 una relaci贸n de respeto y acompa帽amiento, propios de una crianza bientratante y abierta al aprendizaje.

Conflictos entre ni帽os

 

Los adultos generalmente evitamos los conflictos, ya que en la mayor铆a de los casos nos parecen algo negativo. En otras ocasiones es necesario o inevitable enfrentarlos, y en esas circunstancias solemos contar con las herramientas necesarias para resolverlos, ya que por ejemplo, hemos aprendido a controlar nuestras emociones, sabemos solicitar apoyo, o llegar a acuerdos. De similar manera, en los ni帽os y ni帽as los conflictos tambi茅n suelen darse con frecuencia, sin embargo ellos no han adquirido algunas de las herramientas necesarias para poder enfrentarlos o resolverlos de forma satisfactoria, por lo cual en ocasiones es necesario que cuenten con nuestro apoyo para superar esos momentos dif铆ciles y aprender de ellos.

Pensemos en dos ni帽os, Amalia y Rub茅n. Ambos primos de alrededor de 4 a帽os juegan en la casa de Amalia con los juguetes de ella. A ratos juegan solos, en sus movimientos y palabras se los puede ver y oir fantaseando, alegres y disfrutando del momento. A los pocos minutos inventan juntos un juego, crean roles, construyen escenarios imaginarios, representan personajes. En uno de esos juegos Rub茅n toma una de las mu帽ecas de Amalia y la usa como una espada. Amalia, molesta porque Rub茅n ocup贸 as铆 una de sus mu帽ecas favoritas, le grita y le pega un manotazo. Rub茅n llora, la empuja y ambos lloran.

Volviendo al origen de los conflictos podr铆amos suponer que ac谩 ocurri贸 lo siguiente: Rub茅n no sab铆a que esa era una de las mu帽ecas preferidas de Amalia, y por lo tanto no pod铆a suponer que Amalia se iba a enojar por que 茅l la usara como espada. Por su parte Amalia crey贸 que Rub茅n estaba siendo descuidado con una de sus mu帽ecas favoritas, y que la pod铆a romper jugando as铆 con ella. As铆, el jugar de esa manera con la mu帽eca fue evaluado de distinta manera por los dos, en uno esto provoc贸 alegr铆a y en el otro molestia, por lo cual se gener贸 el conflicto.

En este punto es importante tener en cuenta que los ni帽os y ni帽as en muchos casos son capaces de solucionar los conflictos por s铆 solos, a traves de los recursos con los que cuentan y generando acciones aut贸nomas. De esta forma es importante permitirles generar estas acciones y utilizar sus recursos, interviniendo como mediadores s贸lo cuando sus posibilidades de acci贸n se vuelven insuficientes, y el conflicto permaneces a pesar de sus intentos, o se intenta resolver a trav茅s de conductas que puedan causar da帽o al otro.

Una de las acciones que podemos hacer para colaborar a que los ni帽os y ni帽as adquieran herramientas que los ayuden a resolver sus conflictos es ayudarlos a identificar sus propias emociones. As铆, en el caso de Ruben y Amalia es importante preguntarles que les ocurri贸 o sintieron en base a lo sucedido, y si no pudiesen expresarlo podr铆amos ayudarlos dici茅ndole por ejemplo 鈥溌縯e enojaste con Rub茅n porque el us贸 como espada tu mu帽eca favorita?鈥. Y a su vez a Rub茅n le podr铆amos decir 鈥減arece que te asustaste con el grito de Amalia鈥 o 鈥減arece que no te gust贸 que Amalia te pegara鈥.

El poder darnos cuenta cu谩ndo y por qu茅 estamos con pena, enojados, cansados, ansiosos, etc. es una herramienta muy importante para anticipar nuestras reacciones, y poder identificar tambi茅n las emociones de los otros, lo cual entrega mayores posibilidades de acci贸n y soluci贸n en las situaciones conflictivas.

De similar manera, otra forma de mediar en los conflictos y entregar herramientas emocionales a los ni帽os y ni帽as es ayudarlos a identificar las consecuencias emocionales que sus actos generan en los otros. As铆, en el caso de Rub茅n y Amalia, podr铆amos haberle preguntado a Rub茅n: 鈥溌縌u茅 crees que le pas贸 a Amalia?, y si 茅l no puede identificar la emoci贸n ayudarlo a trav茅s de apoyos como 鈥淩uben, esa es la mu帽eca preferida de Amalia, y ella se enoj贸 porque crey贸 que t煤 la pod铆as romper鈥︹. Por su parte, a Amalia le podriamos decir 鈥淎malia, Rub茅n no sab铆a que esa era tu mu帽eca favorita, 驴Qu茅 crees que sinti贸 cuando le gritaste?鈥︹. Este simple acto de traducir hechos a emociones, pensamientos o creencias, ayudar谩 a que los ni帽os vayan siendo capaces de anticipar ciertas reacciones y a identificar cuando posibles actos suyos puedan generar conflictos con otros.

El efecto que esto ir谩 teniendo en los ni帽os y ni帽as ser谩 sumativo, y permitir谩 que poco a poco ni帽os y ni帽as aprendan a identificar sus emociones y a expresarlas de otras formas que no sean da帽inas o agresivas hacia los otros, como por ejemplo, diciendo 鈥渘o me gusta!鈥 en vez de pegar un manotazo. As铆, lo que se busca no es invalidar o reprimir la expresi贸n de una emoci贸n, sino que reconocerla y ense帽ar que esa emoci贸n puede expresarse de distintas formas.

Este cambio en la forma de expresi贸n es otra herramienta muy necesaria para resolver un conflicto, en la medida que ni帽os y ni帽as van adquiriendo otras alternativas m谩s asertivas para manifestar sus emociones, que permitan la descarga pero que no causen da帽o a otros. Para esto es muy importante que los adultos sirvamos como modelos de acci贸n, mostr谩ndoles con el ejemplo como poder expresar una emoci贸n de forma que nos ayude a sentirnos mejor, sin agredir a otros.

Por lo tanto, es necesario que como adultos mantengamos la calma en esos momentos, y que les expresemos claramente lo que esperamos de ellos. En este mismo sentido es de gran relevancia que seamos coherentes, y no actuemos de manera distinta a la que decimos. Si nosotros agredimos a otros -o a ellos- cuando estamos enojados, ni帽os y ni帽as aprender谩n a agredir cuando lo est茅n, y generalmente el efecto de ver una conducta tiene un impacto mucho mayor en los ni帽os y ni帽as que s贸lo las palabras.

As铆 por ejemplo, le podr铆amos haber dicho a Amalia 鈥溾e enojaste con Rub茅n, pero sabes, cuando uno est谩 enojado no es bueno pegar, porque al otro le duele. 驴Te parece que cuando est茅s muy enojada en vez de pegar le digas: No es una espada!, y vayas donde m铆 y me cuentas lo que pas贸 para que te ayude?鈥. A su vez, a Rub茅n le podr铆amos decir: 鈥淪茅 que no te gust贸 que Amalia te pegara, pero cuando eso pase no la empujes, dile NO y le pones la manito as铆 (haciendo la se帽al de pare). Si ella sigue, vienes donde m铆 para que te ayude鈥.

Por 煤ltimo, es necesario que luego de un conflicto podamos ofrecer acciones de reparaci贸n de 茅ste. Esto quiere decir que podamos ayudar a ni帽os y ni帽as a reconciliarse, a superar ese momento dif铆cil y que puedan volver a disfrutar de la compa帽铆a mutua, ambos habi茅ndose sentido escuchados, contenidos, y que se respetaron sus opiniones y emociones. As铆 es importante que les preguntemos qu茅 necesitar铆an para pasar por ese momento dif铆cil, qu茅 es lo que les gustar铆a que el otro hiciera, y/o qu茅 podr铆an hacer ellos para estar mejor.

De esta manera podr铆amos decirle a Amalia 鈥溌縌ue te gustar铆a que hiciera Rub茅n para que se te pase la penita?鈥 O 鈥溌縬u茅 podr铆amos hacer para ayudar a Rub茅n, que est谩 asustado?鈥. En este punto hay que ser muy cuidadosos de no obligar a ni帽os y ni帽as a hacer cosas que no les hacen sentido o no necesitan, y que pueden tener el efecto contrario al esperado, como generar m谩s rabia o pena. As铆, hay que ser muy respetuosos de sus capacidades, opiniones, tiempos y necesidades, no pidi茅ndoles cosas que no pueden hacer, no quieren o no necesitan.

Todo esto ya que muchas veces es el deseo, inter茅s, o forma de vivenciar adulto, el que prima en la forma en que los padres intervenimos cuando los ni帽os y ni帽as tienen conflictos entre ellos. Nos gusta que los ni帽os y ni帽as 鈥渟e porten bien鈥, 鈥渟ean obedientes鈥, 鈥済enerosos鈥, y les pedimos o exigimos que act煤en en base a estas expectativas nuestras, pero que no est谩n acordes con las capacidades o necesidades de ellos, exponi茅ndolos por lo tanto a m谩s estr茅s del que el conflicto ya gener贸.

De esta manera podemos ver como los conflictos, que generalmente son percibidos como algo indeseable o negativo, pueden convertirse en algo positivo, en una oportunidad de fomentar el desarrollo de nuestros hijos, fortaleciendo adem谩s el v铆nculo que tenemos con ellos.

Al ayudarlos a enfrentar un conflicto de las formas que hemos visto, fomentamos en ellos un desarrollo emocional que ser谩 un gran recurso en su vida, ayud谩ndolos a prevenir dificultades y entreg谩ndoles las herramientas para afrontarlas. A su vez, fortalecemos el v铆nculo afectivo con ellos, al convertirnos en figuras que entregan calma, seguridad, comprensi贸n y apoyo en los momentos dif铆ciles, lo cual es la clave para el desarrollo de un apego seguro, y el establecimeinto de relaciones sanas y satisfactorias.