Comenzar una nueva etapa: consejos para que niños y niñas puedan adaptarse al jardín infantil

El ingreso al jardín infantil o sala cuna es uno de los hitos importantes que los niños y niñas viven en sus primeros años de vida: deben vincularse con una cultura distinta de la conocida hasta el momento, dejando así un espacio reconocible para explorar uno nuevo, junto a personas desconocidas y a la vez distintas entre sí.

Esto también es un reto para las familias y las comunidades educativas, ya que deben generar instancias, procedimientos y rutinas que permitan realizar este proceso de forma armónica, respetando siempre la visión e intereses de las y los párvulos. Por ello Fundación Integra, en conjunto con Fonoinfancia, entregan una serie de recomendaciones.

Nataly Rojas Seguel, directora ejecutiva de Fundación Integra, indicó que “invitamos a las familias a que lleven a sus hijas e hijos al jardín infantil, un espacio seguro y clave para su desarrollo. Acá exploran su entorno a través del juego, descubren y experimentan, creando habilidades que perdurarán en el tiempo. Sabemos que a algunos niños y niñas les cuesta un poco más iniciar esta nueva etapa, por eso nuestros establecimientos se encuentran con las puertas abiertas para acompañar a las familias en este proceso de adaptación”.

Niños y niñas podrían reaccionar de diversas maneras lo que dependerá, por ejemplo, de sus propias experiencias o la etapa de su desarrollo en que se encuentren. Si están en sala cuna, podrían llorar al alejarse de su padre, madre o cuidador/a, estar más irritables o podrían observarse problemas para conciliar el sueño. Las y los párvulos de mayor edad podrían llorar, sentirse tímidos, hacer una “pataleta” o entrar al jardín sin despedirse.

Alicia Varela Hidalgo, psicóloga y jefa del Departamento de Promoción y Fonoinfancia, recuerda que “podría suceder que algunos niños y niñas vivencien esta experiencia como una suerte de ‘abandono’, pues aún les es complejo comprender ciertas nociones de espacio y tiempo, por lo que la separación podría ser vivenciada de manera angustiante, ya que no saben por cuánto tiempo se va a extender.

Lo importante es que las madres y padres entreguen un mensaje de seguridad y confianza, nunca mentir o hacer promesas que no podrán cumplirse; al despedirse, decir adiós con naturalidad y enfatizar el hecho de que ‘te vamos a dejar y a equis hora te vamos a buscar’”.

UNA EXPERIENCIA POSITIVA

Si bien esta transición debe efectuarse con un enfoque positivo, las familias podrían sentir “cierto grado de culpa” por dejar a sus hijos/as en el jardín infantil o sala cuna, además de preocupación por sus reacciones, cuidados e incluso pena, por ello la comunicación es clave: se debe conversar, entregando mensajes que transmitan seguridad y confianza.

– También, es importante considerar los siguientes aspectos:Hay que estar disponibles e interesados/as en lo que niños y niñas puedan necesitar, sentir y expresar, junto con transmitirles que pueden preguntar sobre el tema.

– Las inquietudes de niños/as deben responderse de forma clara, concreta y sensible, considerando cómo se sienten, edad, etapa del desarrollo en la que se encuentren, y entendiendo lo que ocurre a su alrededor.

– Es importante que en este proceso se escuche a niños/as y se les ofrezcan espacios de contención si lo necesitan, lo que puede ser cercanía o contacto físico.

– Al momento de conversar con los niños y niñas sobre el jardín infantil, hay que tener en claro sus necesidades, inquietudes y emociones, por sobre las que tengan las y los adultos.

– Es vital entregar seguridad a las y los párvulos, por lo cual se les puede motivar a que lleven un objeto de apego (juguete, almohada, “tuto”, etc.)

– Al retirarse del jardín infantil, hay que despedirse con naturalidad y resaltar el hecho que se regresará.

– Si se necesita apoyo en este proceso, las familias pueden comunicarse de manera gratuita con las/os psicólogas/os de Fonoinfancia, de Fundación Integra, al teléfono 800200 818 o por chat al www.fonoinfancia.cl.

Fundación Integra, con 32 años de experiencia, es uno de los principales prestadores de educación parvularia en el país, con más de 1.200 jardines infantiles y salas cuna gratuitos, a los que asisten más de 85 mil niños y niñas en todo Chile.