Equipo del jardín “Peñalolén” es certificado tras implementar proyecto financiado por InnovaFosis

“Antes, muchos (niños y niñas) contaban los autos o nombraban a los animales que veían en el camino, pero ahora visualizan una intervención con más colores, la que han podido hacer propia”, cuenta Sara Gavilán, educadora de párvulos de la sala cuna y jardín infantil Peñalolén y una de las integrantes del equipo que participó en el proyecto piloto “Trayectos de Aprendizaje para la Primera Infancia” financiado por Innova Fosis y que se adjudicó y desarrolló la oficina independiente de arquitectura, diseño y estudios urbanos, Ardeu.

Al igual que Sara, fueron 60 las trabajadoras del jardín infantil las que participaron de la ceremonia de certificación, donde se reconoció el rol del equipo educativo en el desarrollo del proyecto enfocado en potenciar la integración de niñas y niños al espacio público a través de acciones como la instalación de tótems que indiquen la distancia de aproximación al jardín, la implementación de señalética que indique la presencia de niñas y niños, ejecución de un mural en las afueras del jardín, y la pintura de círculos en el suelo que inciten a la activación del cuerpo durante el trayecto al establecimiento, entre otras.

El proyecto piloto “Trayectos de Aprendizaje para la Primera Infancia”, nace de la alianza entre Fundación Integra e Innova Fosis ante la necesidad de generar estrategias que permitan la permanencia segura y protegida de niñas y niños en salas cuna y jardines infantiles que disminuyan el impacto que la violencia comunitaria del sector donde están emplazados, genera en su bienestar integral y aprendizajes significativos.

Desarrollado por la oficina independiente de arquitectura, diseño y estudios urbanos, Ardeu, el proyecto contó una inversión de 50 millones de pesos por parte del Fondo de Solidaridad e Inversión Social, Fosis, beneficiando a los más de 300 niñas y niños que asisten al jardín infantil Peñalolén, priorizado por su contexto comunitario.

Claudia González, directora del jardín infantil Peñalolén, agradeció la iniciativa y la inversión de tiempo y dinero de las entidades presentes en el proyecto: “A través de este proyecto logramos nuestro objetivo de tratar de intervenir estos espacios que no eran muy seguros para la llegada de los niñas y niños, permitiendo que lleguen a un espacio limpio y lleno de una ruta de aprendizajes. Las niñas y niños llegan contentos, seguros, alegres y contando lo que vienen viviendo en el camino. Ahora nuestra tarea es poder promover esta ruta y que se mantenga en el tiempo para que la comunidad educativa pueda hacer uso de ella”.

Para Innova Fosis este es la primera iniciativa en el ámbito de la primera infancia y contó con la activa participación de toda la comunidad educativa, incluida las dirigentes sociales de la población Lo Hermida, lugar donde se encuentra ubicado el jardín, iniciativa que fue celebrada por Alicia Varela, directora nacional de la Dirección de Promoción y Protección de la Infancia (DPPI).

“Concretar este proyecto piloto, no sólo permitió que niñas y niños se integraran con el espacio público, incentivando por medio del juego la exploración del entorno, el aprendizaje y desarrollo psicosocial, también muestra que es clave la participación activa de todos los estamentos de la comunidad para el éxito de este tipo de iniciativas”, indicó Varela.

Finalmente, Verónica Silva, asistente de párvulos, quien también recibió su diploma de participación agrego que “el proyecto fue muy participativo en todas sus etapas. Cuando se dio inicio a las intervenciones, los niños llegaban con felicidad al jardín. Ahora nuestro entorno se ve más colorido, limpio y más seguro. Con todos estos cambios ahora la comunidad sabe que hay un jardín infantil en este lugar y que hay respetarlo”.

Movimiento y juego al aire libre en la infancia

En los primeros años de vida, los niños y niñas desarrollan sistemas básicos de movilidad, como gatear o reptar, luego con el apoyo de las y los adultos que están a su lado se ponen de pie y siguen avanzando, y conforme a su desarrollo y condiciones van adquiriendo nuevas habilidades. Por esto, durante la temporada estival, y aprovechando los beneficios del clima y siempre protegiendo a los niños y niñas del sol, es importante que las familias privilegien que niños y niñas desarrollen actividades al aire libre para aportar a su evolución psicomotriz.

En la actualidad, existe consenso entre educadores y expertos en salud en que el movimiento es fundamental para el bienestar físico en etapas tempranas de la vida. De esta manera, podemos observar que las niñas y niños que son más activos muestran, también, mayor capacidad de atención, manifiestan un procesamiento cognitivo más rápido y tienen un mayor rendimiento, que quienes tienen menos actividad. Es más, está comprobado que experimentar diversos movimientos permite que los niños y niñas adquieran nuevas conexiones neuronales, nociones de percepción y posición.

El juego, el movimiento y el aprendizaje que viven los niños y niñas durante las vacaciones son parte de la conquista de su autonomía y reconocimiento de sí mismos/as como sujetos de derecho, por lo que es nuestro deber como educadores y adultos responsables promover estas acciones.

En este contexto, destaco el programa Vacaciones en Mi Jardín de Fundación Integra, desarrollado durante los meses de enero y febrero en 64 comunas a lo largo de todo Chile, donde los equipos educativos realizan talleres, organizan paseos y actividades recreativas para que los niños y niñas disfruten y sigan aprendiendo durante sus vacaciones.

Se trata de una modalidad educativa que propicia el desarrollo habilidades sociales, vínculos entre pares y fomenta la creatividad e imaginación en la infancia. Durante la jornada en el jardín infantil, los equipos de trabajo entregan libertad a niños y niñas para estar y situarse en el espacio que más les acomode, organizando los procesos de juego y aprendizaje en torno a una convivencia bientratante.

El programa Vacaciones en Mi Jardín, privilegia que los niños y niñas realicen actividades en diferentes áreas: motora, intelectual y socioemocional, permitiendo la interacción y socialización con personas y objetos del entorno. Este énfasis es fundamental, porque cuando la niñez tiene la oportunidad de jugar, crea, descubre y pone en práctica nuevas formas de organizar su corporalidad, adquiere coordinación, avanza en sus habilidades motrices finas y gruesas, además, de practicar el manejo de sus extremidades.

Cabe destacar, que las actividades desarrolladas durante el verano en el jardín infantil, pueden ser replicadas en el hogar, ya que no necesitan materiales educativos muy complejos para llevarse a cabo. Por ejemplo, los padres o madres pueden invitar a niños y niñas a verbalizar las sensaciones que tienen al tocar hojas, tierra, plantas, piedras y otros objetos del medio natural. Con este simple ejercicio, que pueden realizarse en una plaza, la playa o el patio de la casa, promovemos el conocimiento del medioambiente, junto con potenciar su curiosidad y capacidad de asombro.

También, podemos invitar a los niños y niñas a realizar juegos de simulación, como bañar sus juguetes, porque comprenderán la importancia de la higiene y mantener limpio nuestro cuerpo para tener una sensación de bienestar y evitar enfermedades.

En definitiva, el juego, el movimiento y el aprendizaje que viven los niños y niñas durante las vacaciones son parte de la conquista de su autonomía y reconocimiento de sí mismos/as como sujetos de derecho, por lo que es nuestro deber como educadores y adultos responsables promover estas acciones.

Nataly Rojas Seguel
Directora Ejecutiva Fundación Integra