Niña ariqueña visitará centro de la NASA en EE.UU. por buena asistencia al jardín infantil

Por tener un porcentaje de asistencia de 95,3% durante el presente año, Colomba González Irrazábal del nivel medio mayor del jardín infantil y sala cuna “Sombrerito” de Fundación Integra, fue distinguida como ganadora de un viaje a los Estados Unidos para conocer las instalaciones del Centro Espacial Kennedy de la NASA en el estado norteamericano de la Florida.

El estímulo fue resultado de la segunda edición del concurso “Haz que Despeguen” de Fundación Oportunidad que, a nivel nacional, premió a un alumno o alumna de cada región por su buena asistencia al jardín infantil, promoviendo así la importancia de que vayan todos los días a sus centros educativos.

 “Es un reconocimiento por asistir al jardín. Mi hija tiene harta personalidad y gracias al jardín se puede desempeñar de mejor manera con el resto de sus compañeros. Siempre habla de sus amiguitas y que quiere venir a jugar con ellas. Se nota cuando un niño asiste al jardín en comparación a otros que no o que están todos los días en la casa”, afirmó el padrea de Colomba.

Tracy Irrazábal Gonzales, mamá de Colomba, definió la noticia como un logro familiar que no se esperaban, aun cuando tenían presente que estaban concursando por un premio así y sobre todo siempre con la preocupación de que su hija concurriera lo más posible al establecimiento educativo ubicado en el sector Cerro Sombrero.

“Fue sorpresivo, no me lo esperaba para nada, o sea claramente cuando supimos del concurso la inscribimos e íbamos para ganar el premio, pero uno nunca se pone a pensar que lo va ganar”, expresó la Tracy, acompañada de Carlos, su marido y de Benjamín, hermano mayor de Colomba, que asistió al mismo jardín infantil.

Carlos González Valenzuela, papá de Colomba y cabo primero del Ejército en la Primera Brigada Acorazada Coraceros, coincidió en lo anterior, pero una vez recibida la noticia, dijo, fue una sorpresa y alegría enorme para todos por haber sido la niña la favorecida con este viaje. “Es un reconocimiento por asistir al jardín. Mi hija tiene harta personalidad y gracias al jardín se puede desempeñar de mejor manera con el resto de sus compañeros. Siempre habla de sus amiguitas y que quiere venir a jugar con ellas. Se nota cuando un niño asiste al jardín en comparación a otros que no o que están todos los días en la casa”, afirmó.

Junto a la familia y siendo parte de esta felicidad estuvo la directora del jardín infantil  Sombrerito, Mariana Mínguez, quien al mismo tiempo se desempeña como educadora del nivel al que asiste la ganadora. Mariana contó que desde el 2022 desarrollan y potencian en el jardín el proyecto con el que Fundación Oportunidad promueve la asistencia y permanencia de los niños y niñas y en el que Colomba se ha destacado no sólo este año, sino desde que ingresó al nivel sala cuna del establecimiento educativo.

“Ella viene cono nosotros desde sala cuna y estamos muy felices de que haya sido la ganadora de este concurso. Queremos destacar que la familia es muy comprometida, responsable y también ha sido permanente en el compromiso con el jardín infantil y esta noticia ha sido muy favorable para todos nosotros”, expresó la educadora, agregando que en el jardín felizmente tienen muchos niños con asistencia superior al 90%.

El viaje a los Estados Unidos está programado para enero del próximo año, la niña irá acompañada de su mamá y junto a ellas las familias de las niñas y niños ganadores en el resto de las regiones del país.

El Centro Espacial Kennedy está ubicado cerca de la ciudad de Orlando y es una de las principales atracciones turísticas del estado de la Florida y del país norteamericano, junto con ser un lugar fundamental en las operaciones de lanzamiento y aterrizaje de las misiones al espacio impulsadas por la NASA.

Fundación Integra, con 33 años de experiencia y más de 1.200 salas cuna y jardines infantiles gratuitos en todo el país, trabaja para que niñas y niños alcancen su desarrollo pleno, bienestar integral y aprendizajes significativos, a través de su protagonismo en espacios educativos amorosos, inclusivos, diversos y de calidad.

¿Por qué es importante que los niños y niñas asistan al jardín infantil?

Esta es una escena que, probablemente, se repite en más de algún jardín infantil. En un momento del día, el equipo educativo reúne a niños y niñas para, únicamente, moverse libremente al ritmo de la música. Aquel acto, que puede parecer simple desde la mirada adulta, es fruto de una reflexión pedagógica que tiene un por qué y está orientada a identificar, desarrollar y potenciar sus habilidades.

La primera infancia, o los cinco años iniciales en la vida de niños y niñas, es un momento clave en la formación de las y los párvulos. Por ejemplo, acá es donde aparecen los procesos socioemocionales y cognitivos que darán soporte a los desarrollos intelectuales y culturales futuros. Por ello, es vital que cuenten con espacios físicos, protocolos y profesionales que permitan un desarrollo armónico y sostenido.

En este sentido, María Luisa Orellana, docente de la Facultad de Educación de la Universidad de Los Andes, destaca que “en la sala cuna y jardín infantil están las especialistas en la educación para el nivel, quienes tienen conocimientos pedagógicos en relación a qué experiencias de aprendizaje ofrecer para incentivar que niños y niñas desplieguen su potencial y se desafíen permanentemente. Con las educadoras, los equipos técnicos son la piedra fundamental de los procesos educativos en el nivel”.

La profesional, a continuación, también resalta que en estos establecimientos “se cristaliza el Derecho a la Educación de los niños y las niñas, la cual, de acuerdo a la legislación y los dispositivos de la política que de ésta se desprenden, tiene por objetivo favorecer de manera sistemática, oportuna y pertinente el desarrollo integral y aprendizajes relevantes y significativos en los párvulos, de acuerdo a las bases curriculares, apoyando a la familia en su rol insustituible de primera educadora. Entonces, en concordancia con lo ya descrito, la educación parvularia es central para avanzar en la equidad en educación”.

La sala cuna y jardín infantil, como el primer espacio de socialización, es el lugar donde niños y niñas descubren aptitudes que serán esenciales en su vida, ya sea para vincularse con su entorno, interactuar con sus pares, comunicarse, incorporar el desarrollo matemático, potenciar la creatividad o la imaginación. Estos recintos, por lo tanto, deben respetar las características propias de la niñez, dando un espacio especial al juego y al lenguaje.

Alicia Varela Hidalgo, psicóloga y jefa del Departamento de Promoción y Fonoinfancia, de Fundación Integra, indica que “la experiencia del jardín infantil tiene un impacto transcendental, no solo en el aprendizaje, sino también en el desarrollo integral de las niñas y niños que asisten a estos establecimientos, ya que su desarrollo integral contempla los diferentes ámbitos de la vida: cognitivo, físico, social, valórico y emocional”.

“Los niños y niñas aprenden holísticamente, siendo este rasgo la base de todas las actividades que se planifican e implementan en los establecimientos parvularios. Por ejemplo, a través de prácticas del ámbito socio emocional se aproximan al arte, la música, experiencias motoras y sensoriales significativas (gatear, saltar, correr, entre otras), además de la percepción de formas y colores, sabores, olores y texturas, siempre bajo la lógica del juego libre y espontáneo”, complementó la especialista.

Jugando a jugar

Postular que el aprendizaje de los niños y niñas tiene como base el juego, es una empresa de largo aliento y de constante evolución. Implica, entre otros factores, estudiar, adaptar e incluso modificar protocolos ya probados, buscando así responder a las nuevas exigencias pedagógicas sin olvidar que las y los párvulos protagonizan su propio desarrollo.

Ela Valladares Reyes, coordinadora de la Unidad de Políticas y Proyectos de Educación de Fundación Integra, lo ejemplifica así: “Cuando se plantea realizar un juego de roles, imitando situaciones de la vida real, lo que hacemos es ayudar a que formen una imagen del mundo que les rodea, propiciando el desarrollo de habilidades para que manifiesten lo que ocurre en este mundo: cómo lo ven y cómo interactuar con sus pares en ese contexto”.

Algo similar ocurre si las y los párvulos son incluidos en celebraciones comunitarias. Que participen en estos eventos les aporta herramientas para que se sientan parte de su familia y de su jardín, pasando así a ser miembros de un grupo o comunidad más amplia, donde comparten valores como la cooperación, el diálogo, el reconocimiento y el respeto.

“Otro claro ejemplo es cuando niños y niñas exploran la naturaleza y juegan al aire libre. Acá, se pone a disposición de ellos/as experiencias no disponibles en el interior del aula. Pueden vivenciar las vistas, sonidos, las condiciones del clima o la temperatura. También, pueden utilizar materiales al aire libre y jugar ruidosamente (o de forma tranquila si lo prefieren), desplegando su corporalidad y moverse libremente”, indicó Valladares.

Los primeros educadores

El desarrollo que niños y niñas alcanzan durante su asistencia a la sala cuna y jardín infantil, también impacta de forma directa en las familias. El hecho que concurran de forma regular, contribuye a que tanto el establecimiento como las y los adultos que forman parte de la comunidad educativa, se transformen en una valiosa red de apoyo para madres, padres y/o cuidadores, quienes son los llamados a ser los primeros educadores.

Por ello, la mirada de la academia cobra una especial importancia, tanto por su aporte presente como los desafíos futuros. María Luisa Orellana, asegura que “la educación parvularia se construye de manera colectiva con los integrantes de cada comunidad educativa, actores que por diversos motivos en los últimos tiempos se han distanciado, debilitándose las confianzas fundamentales para favorecer procesos enriquecidos de aprendizaje, en favor de los niños y las niñas, lo cual requiere un trabajo focalizado, orientado al reconocimiento, valoración, la sana convivencia y la colaboración”.

“Hoy es fundamental la actualización de los equipos educativos, acorde a la robustez normativa y curricular que ha ido adquiriendo paulatinamente el nivel. Sin duda, es una urgencia generar instancias de formación continua con impacto en la práctica pedagógica que se haga cargo de la intensa proliferación de normas y dispositivos curriculares, los cuales establecen principios y énfasis que determinan la calidad de la educación”, cerró la docente.

Lo que las y los párvulos desarrollen, exploren y descubran durante su paso por la sala cuna y jardín infantil, será el piso desde el cual, con el paso de los años, otras aptitudes dirán presente, las que podrán, por ejemplo, mostrar a otros pequeños y pequeñas que bailar de forma libre al ritmo de la música, les permitirá conectar con habilidades impensadas.

Fundación Integra, con 32 años de experiencia, es uno de los principales prestadores de educación parvularia en el país, con más de 1.200 jardines infantiles y salas cuna gratuitos, a los que asisten más de 85 mil niños y niñas en todo Chile.