Fundación Integra releva la reflexión crítica de equipos educativos a través de la formación continua

Con la presencia de autoridades y académicos, encabezados por la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos Serrano; la presidenta de Fundación Integra y Premio Nacional de Ciencias de la Educación, María Victoria Peralta Espinosa, y el director ejecutivo de la institución, Carlos González Rivas, se realizó el seminario “Programa Nacional de Formación Bienal: Un aporte a las prácticas reflexivas y contextualizadas de los equipos educativos en Fundación Integra”. Este espacio tuvo como propósito compartir la trayectoria, logros y desafíos de este programa, de dos años de duración, que se imparte a nivel nacional a los equipos educativos de salas cuna, jardines infantiles y modalidades no convencionales, y que contribuye a la reflexión crítica de las prácticas pedagógicas y educativas, para aportar a la calidad de los procesos de enseñanza aprendizaje de niñas y niños, la labor con las familias y comunidades, en el marco de la conmemoración de los 160 años de la educación parvularia pública en Chile. En este bienio, además, se rediseñó su metodología a través de “Comunidades Educativas en Acción” (CenA).

La actividad se realizó en colaboración con la Facultad de Educación de la Universidad de Las Américas y el Centro de Estudios de Desarrollo y Estimulación Psicosocial (CEDEP), importantes aliados en la implementación de esta iniciativa, y contó con la presencia de María Jesús Honorato Errázuriz, decana de la Facultad de Educación de dicha casa de estudios; Marta Edwards Guzmán, directora de CEDEP y la Vicepresidenta Ejecutiva de Junji, Daniela Triviño Millar.

En su intervención, la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, sostuvo que “la formación continua es un pilar clave para enriquecer las prácticas pedagógicas y la gestión educativa, y el programa que hoy se aborda es un ejemplo claro de cómo una formación alineada con el Plan de Reactivación Educativa del Ministerio de Educación y con las políticas públicas educativas, potencia que la educación siga siendo el punto de partida para una trayectoria educativa equitativa y transformadora”.

Este espacio tuvo como propósito compartir la trayectoria, logros y desafíos de este programa, de dos años de duración, que se imparte a nivel nacional a los equipos educativos de salas cuna, jardines infantiles y modalidades no convencionales, y que contribuye a la reflexión crítica de las prácticas pedagógicas y educativas, para aportar a la calidad de los procesos de enseñanza aprendizaje de niñas y niños…

El director ejecutivo de Fundación Integra, Carlos González Rivas, invitó a las comunidades a seguir mejorando, cuidando y educando con amor y compromiso a niñas y niños, garantizando su desarrollo integral y fortaleciendo su participación desde la educación inicial. Respecto a la metodología de las Comunidades Educativas en Acción (CenA), mencionó que “esta innovación ha permitido que, en este bienio, la Formación Bienal no solo actualice y perfeccione los conocimientos de nuestras personas y equipos, sino que también impulse un cambio profundo en la forma en que reflexionamos y trabajamos como comunidad, reforzando el rol de cada integrante como garante de derechos de la niñez y agente de cambio social”.
Por su parte, la presidenta de Fundación Integra, María Victoria Peralta Espinosa, invitó a reflexionar hacia dónde va la educación parvularia y cómo favorecer espacios educativos alegres y sostenibles para niñas y niños. “Avancemos hacia una educación donde ese humanismo amplio, holístico y respetuoso, diversificado, de bienestar, de serenidad, pueda ayudar a esta Tierra que grita que la atendamos”, concluyó.

En un conversatorio con representantes de distintos estamentos de jardines infantiles, los equipos manifestaron cómo, a través de la reflexión crítica de sus prácticas pedagógicas y educativas, se desafían y generan nuevos conocimientos que van en directo beneficio de los aprendizajes y bienestar de niñas y niños. Por su parte, Mónica Basaure Espinosa, coordinadora del Área de Formación Continua de Integra, se refirió a los principales alcances de la Formación Bienal, mientras que la magíster e investigadora de CEDEP, Alejandra Cheyre Triat, y la directora nacional de Educación de Fundación Integra, Marcela Fontecilla Núñez, presentaron los resultados y desafíos del Programa Nacional y su aporte a la gestión técnico-pedagógica del jardín infantil. Por último, la doctora y académica de la Universidad de Chile, Mónica Manhey, profundizó en la formación contextualizada para equipos educativos de jardines infantiles.

¿Qué implica favorecer una educación transformadora?

El 17 de junio del presente año en la sede de la Unesco, en París, se reunió el Comité Directivo de Alto Nivel para analizar el avance del Objetivo de Desarrollo Sostenible N° 4, orientado a favorecer una educación de calidad, como parte de la Agenda de Desarrollo 2030 de ONU (2015). Los resultados son devastadores, pues se señala: “Habiendo transcurrido más de la mitad del periodo de implementación de la Agenda 2030, el progreso hacia el ODS 4 está muy por debajo de lo esperado, y los sistemas educativos en todo el mundo están enfrentando presiones intensas y profundos cambios”, olvidándose que el propósito de este objetivo es “transformar vidas a través de la educación”.

Si se revisan las publicaciones, congresos, debates, cursos y políticas en el campo educacional, se observa que el concepto “educación transformadora” se repite en todos los enunciados como un “mantra” que hay que enunciar; sin embargo, cuando se analiza lo que abarca su contenido, encontramos una diversidad de enfoques que dan escasa cuenta de esta idea central que señala la Unesco: “Transformar vidas” para poder atender los profundos cambios que el mundo está experimentando en todos los planos: políticos, valóricos, sociales-culturales y ambientales.

Los ejemplos de aplicación evidencian lo restringido de las propuestas, que van desde introducir tecnologías hasta modificar sistemas de planificación y/o evaluación, haciendo escasa referencia a lo más importante, que es el necesario cambio en lo que implica el desarrollo humano en contextos de bienestar, paz, amor y valores. Ello comprende hacerlo en el marco del desarrollo sostenible que aborda los aspectos esenciales para una mejor vida para todos asumiendo los complejos desafíos de los tiempos actuales.

Ante tanta dispersión de versiones de lo que implica “una educación transformadora”, son pocas las iniciativas que recogen lo más relevante: Partir del propio cambio, para poder generar ambientes emocionales y socio-culturales propicios para que las comunidades educativas en su conjunto se “contagien” e involucren en ello. Si un educador/a o progenitor no genera condiciones de bienestar, afectividad, interés y actuación por lo que sucede en los contextos sociales-culturales y ambientales, siendo un reflejo de ello, es muy difícil que las nuevas generaciones los asuman. La ética se debe ejercer, las actitudes de aceptación a las diversidades se deben manifestar, el cuidado de los barrios y entornos naturales se deben practicar, la apertura a los saberes de debe demostrar, y el amor se debe expresar.

Por lo señalado, para “cambiar vidas” se requiere que quienes tenemos la responsabilidad de abrir caminos, mostremos las intenciones y cambios en nosotros, y tengamos la humildad de cambiar también por lo que nos enseñan los propios niños y niñas con su apertura y generosidad. Ya lo expresó así hace tiempo el gran Pablo Freire, cuando decía: “Quien forma se forma y re-forma al formar y quien es formado se forma y forma al ser formado”. Eso es lo principal de lo que implica una “educación transformadora”.

María Victoria Peralta Espinosa, Presidenta de Fundación Integra, Premio Nacional de Educación 2019 y académica Universidad Central.