Volver al jardín: un proceso de adaptación de toda la familia

El receso de actividades por vacaciones de invierno, fue tiempo suficiente para que niños y niñas adquirieran una rutina distinta a la acostumbrada en la sala cuna y jardín infantil. Por lo anterior, la ansiedad y el temor son emociones que se pueden presentar en las familias durante los primeros días del regreso de los niños y niñas a los establecimientos educativos.

Así como los lactantes y párvulos pueden experimentar angustia por la separación de los adultos que los cuidaron y con quienes, probablemente, pasaron la mayor parte del tiempo, lo mismo puede suceder con las mamás, papás y otros integrantes del grupo familiar que pueden tener sentimientos de culpa por dejarlos en el jardín. Ante esta situación, Schlomit Creixell, profesional del área de Currículum de la Dirección de Educación de Fundación Integra, nos invita a estar alertas y anticipar los cambios.

“Estos sentimientos son habituales en los procesos de adaptación que niñas y niños vivirán durante toda su vida. En lo primero que podemos apoyarles es ajustando sus rutinas, por ejemplo, puede que durante el receso invernal las comidas hayan cambiado el horario habitual que tenían durante su asistencia al jardín infantil, por lo que es importante volver a modificarlos pensando en la organización del tiempo que tendrán en los establecimientos, por ejemplo, desayuno, almuerzo y horarios de siesta”, agrega Schlomit Creixell.

Volver a un espacio de juego y aprendizaje

Cuando niños y niñas vuelvan a los establecimientos se producirá un proceso de resocialización con sus pares, a través de interacciones mediadas o no por los equipos educativos. Estas experiencias serán, para muchos de ellos pilar de sus relaciones futuras, así como de adaptabilidad social y cultural.

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Durante los primeros días, es común que los equipos educativos de las salas cuna y jardines infantiles Implementen diversas estrategias y planifiquen actividades lúdicas para propiciar que niñas, niños y bebés se sientan cómodos sientan cómodos en el nuevo entorno y disminuyan su ansiedad, explica la profesional de la Dirección de Educación de Fundación Integra.

Para la mayoría de los niños y niñas, el retorno a las aulas será un proceso de continuidad, luego del receso invernal. Aunque también, puede ser la primera experiencia de cuidados con un adulto diferente a la familia nuclear, en este caso puede que la adaptación requiera más apoyo y contención.

Anticiparse y transmitir tranquilidad son claves

Alicia Tapia, profesional Familia y Comunidad de la Dirección de Promoción y Protección de la Infancia (DPPI) de Fundación Integra, nos recuerda que, “como adulto siempre debemos tener presente que todo lo que digamos y hagamos es un modelo a seguir para los niños/as, por tanto, si nuestras actitudes y comportamientos hablan de lo difícil que es el proceso de retorno, ellos/as lo vivirán de la misma manera. En este caso, la invitación es a ver el proceso como una oportunidad para aprender y experimentar día a día”.

La profesional del Área de Familia y Comunidad, confirma que entre los factores que inciden en el éxito del proceso de adaptación está la tranquilidad que los padres o adultos responsables les transmitan a los niños y niñas, antes, durante y después de la transición.
“Para los adultos a veces las adaptaciones son más complejas que para los niños, por lo tanto, si necesita hacer nuevas coordinaciones en su grupo familiar, converse y prográmese para buscar soluciones que les acomoden a todos, si las tiene, acuda a sus redes de apoyo”, añade la profesional de Familia y Comunidad, Alicia Tapia.

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Además, se debe tomar en cuenta la personalidad y carácter de niñas y niños, que desde temprana edad pueden dar signos de mayor independencia o, por el contrario, de una menor capacidad de adaptación a nuevos escenarios, aunque es importante recordar que no hay un tiempo asociado al periodo de adaptación y va a depender de cada niño o niña. Se suma a lo anterior, el trabajo de contención y apoyo que los equipos educativos de las salas cuna y jardines infantiles lleven a cabo durante los primeros días del retorno a las aulas. En definitiva, el trabajo coordinado entre familias y equipos educativos harán que este retorno a las salas cuna y jardines infantiles sea una experiencia de aprendizaje y desarrollo para todos los involucrados.

Para tener en cuenta

Los profesionales de Fundación Integra, nos entregan algunas buenas ideas para poner en práctica y lograr que este retorno sea lo más natural posible para todos los actores involucrados:
✔️ Hable con el niño y niña sobre el proceso que vivirá y explíquele con palabras simples que volverá a jugar con sus amigos/as del jardín infantil y a compartir con el equipo educativo.
✔️  En la medida de lo posible, se sugiere que durante los primeros días de regreso al jardín los párvulos y lactantes vayan adaptándose paulatinamente a las rutinas, para moderar la ansiedad que causa la separación de la familia. Sin embargo, debe ser un proceso continuo, todos los días a la misma hora, para entregar certidumbre y predictibilidad al niño.
✔️  Recuérdele al niño o niña que regresa a un espacio seguro, donde lo cuidarán y tendrá la oportunidad de jugar con sus amigos.
✔️  Explíquele que puede llevar al jardín o sala cuna algún objeto con el que se sienta seguro y que le recuerde a su hogar.
✔️  Nunca le mienta, ni le haga promesas que no podrá cumplir. No desaparezca de forma abrupta, diciendo cosas como “voy a comprar y vuelvo”. Estos mensajes generan ansiedad, porque el niño o niña espera que usted vuelva y harán que desconfíe de sus acciones en el futuro.
✔️ Al retirarse del jardín infantil, diga adiós con naturalidad y enfatice el hecho de que volverá.

 

El derecho al ocio en la infancia

Los períodos de vacaciones o receso educativo suponen, en el pensamiento de muchos adultos, momentos en los que se debe “asegurar” la entretención de niños y niñas, generando un sin fin de actividades y panoramas que impidan que el aburrimiento infantil asome. Es como si las capacidades parentales se jugaran en ello.

Hay varios supuestos detrás de esta idea que se sustentan más en las comprensiones y expectativas de la vida adulta, que en un verdadero conocimiento de las capacidades y maneras de actuar y disfrutar de niños y niñas.

Por un lado, está la idea de que la capacidad de generar diversión es externa y adulta, y por otro, que la entretención se sustenta principalmente en estar “activos”.

Contrario a lo que se pueda pensar, la disposición al ocio es una capacidad humana útil y necesaria, que puede ser cultivada y desarrollada desde los primeros años de vida. Permite descubrir habilidades propias, conocerse a sí mismo, orientarse hacia algún propósito, desarrollar la autonomía y la capacidad de tomar decisiones, por nombrar solo algunas de sus potencialidades. Porque no tener un plan da la opción de generarlo y con ello desplegar estas capacidades.

Crear, explorar, experimentar y disfrutar pueden ser consecuencias del ocio, y la generación a partir de ello, de experiencias desafiantes y entretenidas, el punto de partida en el desarrollo de un pensamiento divergente e innovador, clave para desenvolverse en el mundo hoy.

En el actual contexto de sobre carga mental y física generado por la pandemia, en el que el descanso es fundamental para un adecuado desarrollo y bienestar, la invitación es a confiar más en las capacidades de niños y niñas, acompañar su creatividad, observarlos y escucharlos, seguir su compás, pero, sobre todo, reconocer al ocio como su derecho.

Columna de opinión escrita por Claudia Lagos Serrano, Directora Ejecutiva de Fundación Integra (4 de abril al 8 septiembre de 2022). Educadora de párvulos de la Pontificia Universidad Católica, con doctorado en Educación de la Universidad ORT de Uruguay.

Niñas y niños de Hogar Santa Catalina disfrutaron en el MIM

Robótica, percepción, energía, luz, fueron algunas múltiples sensaciones para una gran experiencia de aprendizaje que vivieron de manera lúdica y muy entretenida en el Museo Interactivo Mirador (MIM). A través del movimiento y probando cada uno de los juegos y módulos, niñas y niños del Hogar Santa Catalina de Quinta Normal aprendieron de ciencia, arte y tecnología.

La actividad fue organizada por el equipo de educativo de Fundación Integra a cargo de esta modalidad: Miriam Saavedra, supervisora, Paulina López, educadora de párvulos y Marcela Quilodrán, asistente de párvulos.

Desde el 2014 el Hogar Santa Catalina es una de las modalidades no convencionales que tiene Integra en la Región Metropolitana Norponiente y se implementa a través de un convenio con Fundación Acoger. Denominada “Mi Jardín, Mi Hogar”, se trata de una modalidad que permite apoyar a niñas y niños en su etapa de educación inicial, entregándoles atención por subgrupos de acuerdo a las necesidades de cada uno/a y proponiendo experiencias globalizadoras e inclusivas con énfasis en el vínculo, la conciencia y la regulación emocional.

En estos centros de atención las educadoras y técnicos en educación parvularia desarrollan actividades centradas en el juego y la recreación y ponen énfasis en el promoción de los derechos de las y los niños, además de incorporar a las familias y cuidadores en la medida de los posible.

600 salas cuna y jardines infantiles de Integra tienen Reconocimiento Oficial

 Una noticia para celebrar, entregó esta semana Claudia Lagos, directora ejecutiva de la institución, quien dio a conocer que Fundación Integra suma 600 salas cuna y jardines infantiles con Reconocimiento Oficial, certificación estatal que confirma que nuestros establecimientos cumplen con estrictos estándares pedagógicos, jurídicos y de infraestructura.

La certificación número 600 se cumplió con el Reconocimiento Oficial entregado a la sala cuna y jardín infantil Oasis de Niños, ubicado en la localidad rural de Los Pozos, en la comuna de Canela, mediante la Resolución Exenta 1492 del 24 de junio de 2022, firmada por la Seremi de Educación de la Región de Coquimbo, Cecilia Ramírez.

Por su parte, la Directora Regional (I), Susana Veas, felicitó a todos quienes han contribuido a este logro en la región y comentó: “Estamos muy contentos porque a nivel país en Fundación Integra ya contamos con 600 establecimientos con Reconocimiento Oficial, y más aún porque el número 600 resulta ser de nuestra región, con el jardín Oasis de niños. Esto, de alguna manera, nos permite valorar todavía más el trabajo educativo que se desarrolla en las zonas rurales, donde se superan obstáculos como la distancia o la sequía, por ejemplo, con el objetivo de entregar a las niñas y niños aprendizajes de calidad y con condiciones de bienestar y afecto”,

Reconocimiento Oficial

El Reconocimiento Oficial del Estado es un acto administrativo mediante el cual el Ministerio de Educación otorga a un establecimiento educacional la facultad de certificar la aprobación de cada uno de los ciclos y niveles que conforman la educación regular. Para alcanzarlo, los establecimientos deben cumplir la normativa educacional en lo relativo a aspectos pedagógicos, jurídicos y de infraestructura, con el fin de ofrecer a las niñas y niños un ambiente propicio para el aprendizaje, con un elevado estándar de calidad.

“Sueño con un Chile que valore y proteja la infancia”

Marcia Olhaberry es psicóloga y licenciada en psicología de la Universidad Chile y Doctora en Psicoterapia de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de la Universidad de Heidelberg. Actualmente, forma parte de los claustros académicos del Programa de Doctorado en Psicoterapia y del Programa de Magíster en Psicología Clínica UC. Es la representante de la Sra. Marcela Cornejo Cancino, Directora de Escuela de Psicología de la UC, en Consejo Nacional de Fundación Integra.

Como consejera, Marcia señala que puede compartir conocimientos desde su disciplina, principalmente, desde la mirada de la salud mental, el desarrollo, la parentalidad y los vínculos tempranos.

Desafíos en torno a las infancias: “Generar condiciones laborales adecuadas y de formación continua para quienes trabajan directamente con niños/as, otorgando el valor que estas labores tienen para toda la sociedad”.

 ¿Cuáles cree que son las funciones más relevantes que cumplen los consejeros y consejeras de Fundación Integra, pensando en el bienestar de niñas y niños?

El Consejo Nacional a los directivos de la Fundación Integra desde su trayectoria profesional y conocimiento basado en la evidencia. También contribuye a la toma de decisiones informadas en torno al diseño, implementación y evaluación del proyecto educativo. Otras funciones relevantes son: velar por la calidad de la educación preescolar desde una mirada integral, inclusiva y respetuosa de las necesidades infantiles y familiares; enfatizar la relevancia de las experiencias interaccionales y los contextos en que estas ocurren durante la primera infancia, y por tanto de la calidad de la educación preescolar, para el desarrollo y la salud mental infantil, así como para el retorno de la inversión que realiza el Estado (la evidencia muestra que es mayor en esta etapa que en etapas posteriores de la vida); promover en la toma de decisiones una mayor equidad y oportunidades desde la primera infancia, tanto para preescolares y sus familias como para quienes trabajan en la Fundación; contribuir a resguardar condiciones dignas de trabajo para quienes realizan labores de servicio, técnicas y profesionales en la fundación; y velar por procesos transparentes y ajustados a las necesidades de la Fundación y sus usuarios en las licitaciones y asignación de recursos.

 ¿Por qué es importante que exista el Consejo y qué valor le entrega al hecho que sea integrado por miembros con diferentes miradas (tanto del mundo académico, como representantes del Estado)?

Permite recoger miradas de la primera infancia y la educación preescolar desde distintas disciplinas, enriqueciendo la comprensión de esta etapa. Favorece, además, el diálogo entre la academia, la evidencia científica y las políticas públicas, intentando acortar la brecha entre “lo que se sabe y lo que se hace” en la educación de los/as niños/as entre 3 meses y 4 años.

“Sueño con un Chile que valore y proteja la infancia, que tome conciencia de los primeros años de vida como un “período crítico” que requiere atención y cuidados específicos”.

¿Qué importancia tiene para usted integrar este Consejo?

Lo considero una oportunidad para impactar positivamente desde el conocimiento de mi disciplina y mi trayectoria profesional, la toma de decisiones orientadas a asegurar una educación preescolar integral y de calidad para las niñas, niños y familias de menores ingresos en nuestro país.

¿Qué espera realizar como Consejo durante estos cuatro años?

Contribuir con conocimientos desde la psicología infantil y la evidencia sobre desarrollo y relaciones familiares tempranas para promover la calidad de la educación preescolar. También espero favorecer redes de colaboración entre académicos UC con experiencia en primera infancia y la Fundación.

¿Cómo sueña el Chile de las y los niños?, ¿cómo los consejeros/as y usted en particular, pueden aportar a realizar esa visión?

Sueño con un Chile que valore y proteja la infancia, que tome conciencia de los primeros años de vida como un “período crítico” que requiere atención y cuidados específicos, que logre desarrollar políticas de Estado que permitan definir objetivos a largo plazo y cambios sustantivos para los niños/as en educación, salud, calidad de vida y oportunidades, más allá de los intereses de cada gobierno durante su período de ejercicio.

Como consejera puedo compartir conocimientos desde mi disciplina, principalmente, desde la mirada de la salud mental, el desarrollo, parentalidad y los vínculos tempranos.

¿Cuáles son, a su juicio, los principales desafíos hoy en día en torno a las infancias?

Entre estos desafíos, se encuentran lograr mayor igualdad de oportunidades para todos los niños/as que viven en Chile en salud, educación y derechos básicos que permitan un desarrollo saludable y la expresión de sus potencialidades. Desinstitucionalizar la infancia vulnerada, generando programas de apoyo a las familias, con familias de acogida entre otras estrategias. La evidencia muestra que la institucionalización no da buenos resultados y favorece nuevas vulneraciones.

También, considero clave brindar mayor apoyo a los cuidadores primarios durante la crianza temprana, entendiendo que durante los primeros años se construyen las bases de los años siguientes y es muy difícil criar en contextos carenciados (bajos ingresos, empleos precarios, condiciones de vida desfavorables, bajo acceso a prestaciones en salud mental entre otros). Se requiere incluir la noción de trauma y transgeneracionalidad para comprender las dificultades y fallas de madres/padres que fueron en su infancia también niños/as vulnerados, que no recibieron apoyo y no pudieron elaborar sus propias historias.

Debemos avanzar en una mayor cobertura de atenciones en salud mental y creación de prestaciones desde el nacimiento en adelante incluyendo a los cuidadores primarios. La salud mental sigue siendo uno de los aspectos que hay que resguardar en infancia, por eso tenemos que visibilizar el sufrimiento psicológico de los niños/as y generar alternativas de atención diádica y tríadica junto a sus cuidadores. Tratar tempranamente permite cambio en tiempo acotado y la prevención de problemas de salud mental y del desarrollo de otros de mayor   envergadura.

Finalmente, se requiere mayor inversión y cuidados durante el período periparto, dado que constituye un momento de alta vulnerabilidad tanto para el niño/a como para su madre y las/os cuidadores primarios, así como crear políticas de estado (a largo plazo) a favor de la protección, el cuidado y las condiciones necesarias para un desarrollo infantil saludable y generar condiciones laborales adecuadas y de formación continua para quienes trabajan directamente con niños/as, otorgando el valor que estas labores tienen para toda la sociedad.

“Una sociedad que se ocupa de sus niños y niñas es una sociedad sana”

Miguel Ángel Rozas Reyes es profesor y experto en el desarrollo de políticas públicas en la línea del mejoramiento de los aprendizajes e inclusión educativa. Desde hace dos años, es director ejecutivo del Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación, PIIE, y forma parte del Consejo de Fundación Integra. Con humildad afirma que su paso por la educación ha marcado profundamente su visión del mundo.

En el pasado fue Coordinador Nacional de la Estrategia LEM (Lectura, Escritura y Matemática) y del Programa de Becas de Desarrollo de Talentos Académicos del Ministerio de Educación. Además de Coordinador Nacional del Programa Escuelas del Ministerio de Educación, por lo que conoce muy bien la forma en que surge la política pública.

A continuación, te invitamos a conocer la mirada y análisis realizado por el consejero Miguel Ángel Rozas, sobre el desafío de visibilizar las infancias y cómo su rol en el Consejo de Integra puede ser un aporte en este reto.

Tenemos el desafío de asegurar, más allá de las contingencias sanitarias, climáticas, culturales y otras, el diseño de una estrategia para que los niños y niñas tengan las oportunidades de ir constituyéndose como ciudadanos y ciudadanas

¿Cuáles cree que son las funciones más relevantes que cumplen los consejeros de Fundación Integra, pensando en el bienestar de niñas y niños?

Me parece importante y valioso que exista una instancia que acompañe a la Fundación y, particularmente, a la Dirección Ejecutiva, que es quien tiene que llevar a cabo las iniciativas, proyectos y programas. En este sentido, hay una fuerza y energía en el Consejo que se suma a lo que se hace cotidianamente.

Otra de las funciones que destaco es asesorar en el proceso de toma de decisiones. Es decir, que estas siempre tengan norte o foco en ofrecer lo mejor para niños y niñas, en los programas educativos, pedagógicos, gestión institucional, infraestructura y otras áreas de desarrollo de la Fundación.

¿Por qué es importante que exista el consejo y qué valor le entrega al hecho que sea integrado por miembros con diferentes miradas (tanto del mundo académico, como representantes del Estado)? (más allá de un tema legal)

Es bueno y positivo incorporar una mirada externa, porque muchas veces los árboles no nos dejan ver el bosque. La posibilidad de tener una mirada en perspectiva, más de largo plazo, más integral, más estratégica, a veces se ve nublada por el día a día, por resolver las urgencias o emergencias.

Valoro el hecho de tener una mirada crítica, en el sentido de hacerse las preguntas que son necesarias para poder ir mejorando, para ir haciendo una labor más efectiva que acompañe al logro de los propósitos de la Fundación.

Es importante ir analizando cómo somos capaces de interrogar y hacer preguntas inteligentes, para identificar problemas, cualificarlos y apoyar en la solución.

Si uno pudiera hacer una pirámide, entendiendo por la cúspide de la pirámide a quienes están más visibles, serían primero los hombres adultos, después los hombres jóvenes, las mujeres adultas y jóvenes, luego la tercera edad y finalmente los niños y niñas.

¿Qué importancia tiene para usted integrar este Consejo?

Yo asumí hace dos años mi función en el PIIE, y me encontré con esta labor de consejero que, debo reconocer, que me encantó.

En este punto, me quiero permitir una reflexión personal: creo que una sociedad que se ocupa preferentemente, de manera prolija de sus niños, niñas y de sus jóvenes y por supuesto de la educación, es una sociedad que está sana, es una sociedad que tiene horizontes, es una sociedad que puede pensar en el hoy, pero también puede pensar hacia adelante, hacia el mañana y preguntarse qué queremos construir.

En este sentido, ser parte del Consejo de Fundación Integra -que tiene como propósito ofrecer a la comunidad un servicio para niños y niñas en etapa inicial-, me parece que es muy consonante con lo que he dicho anteriormente.

Hay también una convicción de mi parte de incidir en el escenario actual. Nos quejamos mucho en Chile de lo mal que está la educación y usamos como parámetros las pruebas estandarizadas, como el Simce o resultados de pruebas estandarizadas en las que Chile participa a nivel internacional, vemos los resultados y decimos que estamos mal. Pero hay una inversión económica en primera infancia, que muchas veces dejamos de lado. Probablemente, todas esas deficiencias en educación podrían superarse si tuviéramos una educación de calidad en primera infancia.

Ser consejero de una institución que se dedica a trabajar en infancia es un privilegio y tengo la convicción profunda de que, si hacemos un buen trabajo en primera infancia, tendríamos que dejar de preocuparnos de las pruebas estandarizadas. Nos ha costado en Chile, apropiarnos de aquello. Hago aquí una referencia al Presidente Gabriel Boric, porque él hizo algo que no hacemos normalmente los adultos, que es nombrar a los niños y niñas, ya nombrarlos es un avance importante, porque están ausentes de todo, de los discursos políticos, de la inversión pública y privada.

¿Qué espera realizar como Consejero durante estos cuatro años?

Creo que hay una cuestión en la que a mí me parecería muy interesante avanzar, que tiene que ver con cómo la Fundación mejora su quehacer. Por ejemplo, en el tema de la asistencia de los niños y niñas durante el período de invierno, cuando existe un alto índice de enfermedades respiratorias. La pregunta que tenemos que hacernos es cómo suplir esta situación, lo más probable es que no tengamos presencialidad, pero tenemos que ver la manera de asistir a los niños y niñas, ver cómo les seguimos ofreciendo un espacio educativo de calidad, que es fundamental para su socialización, crecimiento, aprendizaje, para su vinculación con el mundo y su descubrimiento del mismo. En definitiva, para su constitución, desde que están en el vientre, como ciudadanos y ciudadanas con todos los derechos y todo lo que ello implica.

Tenemos el desafío de asegurar, más allá de las contingencias sanitarias, climáticas, culturales y otras, el diseño de una estrategia para que los niños y niñas tengan las oportunidades de ir constituyéndose como ciudadanos y ciudadanas. Hay que ver cómo incorporamos a las familias en ese desafío y creo que la experiencia de la pandemia nos puede ayudar, por ejemplo, retomando las experiencias con los niveles medios, intermedios y los primeros niveles de educación básica. Aunque está claro que esto supone una preparación adicional de los equipos educativos.

Una de las prácticas que no son tan usuales en educación, pero que la Fundación realiza, es mirar las políticas públicas desde una mirada interdisciplinaria: si no nos vinculamos con otros, con las áreas de deportes, cultura, salud, no hay una educación integral.

¿Cómo sueña el Chile de las y los niños?, ¿cómo los consejeros y usted en particular pueden aportar a realizar esa visión?

Si uno pudiera hacer una pirámide, entendiendo por la cúspide de la pirámide a quienes están más visibles, serían primero los hombres adultos, después los hombres jóvenes, las mujeres adultas y jóvenes, luego la tercera edad y finalmente los niños y niñas.

Yo sueño un país donde los niños estén presentes. El Presidente Boric los ha puesto en el centro, ya que se relaciona, se vincula y habla con ellos, y esas acciones hacen que ese sueño sea hoy posible. Sueño un país y una fundación con los niños y niñas visibles, que estén en la cúspide de la pirámide.

¿Cuáles son, a su juicio, los principales desafíos hoy en día en torno a la infancia?

En la última reunión con la Directora Ejecutiva, ella nos planteó un desafío: que las políticas públicas consideren la participación. En educación existe una idea bien enraizada, en que solo unos pocos saben de educación, pero mucha evidencia e investigación demuestra que eso no es así. Hay planteamientos teóricos notables, como los de Paulo Freire, en ese contexto es importante la participación de los actores, en los distintos niveles, en lo pedagógico, en lo institucional. Sería lindo que hubiera niños y niñas participando de los procesos, con su voz.

¿Cuál cree Ud. que es su principal aporte, desde su experiencia o quehacer, al Consejo de Fundación Integra? ¿Qué lo motiva a ser parte de este equipo?

Mi aporte es ser un “Pepe Grillo”, cuestionar la obviedad. Afortunadamente, en este Consejo hay hartos “Pepe Grillo” que cuestionamos la obviedad. Por ejemplo, algo tan fundamental para los niños y niñas como el horario y la jornada escolar están pensados en función de las necesidades y los tiempos de los adultos.

Yo trabajé varios años en el Ministerio de Educación y cada vez que pensábamos y diseñábamos la política, yo planteaba la necesidad de tener siempre presente la voz de los niños. En ese momento, la respuesta siempre era la misma, obvio que es por los niños, pero muchas veces la obviedad no lo es tanto, hay que explicitar lo que hacemos y por quién lo hacemos.

Cuando estamos pensando en formar y capacitar a los profesores, cómo hacemos que ese aprendizaje sea en beneficio de las y los niños.

¿Existe algún gran tema “olvidado” relacionado con la infancia, que considere oportuno develar?

La visibilidad. En términos de cómo se mediatiza el discurso, en la participación de los niños y cuidadores, en ese sentido hay que avanzar.

¿Pero cómo se hace realidad ese discurso?, se pregunta Miguel Ángel, “en las formas de organizar las prácticas, esos son los desafíos en el aula. La educación es para toda la vida y en el caso de los niños debe tener un foco puesto en sus necesidades e intereses. Por qué todos los niños van a tener que aprender al mismo tiempo y los mismos contenidos, porque no mejor que aprendan en función de sus intereses y luego los adultos gradúan.

Creo que hay una mezquindad y un desprecio hacia los niños. Algunos se preguntan: ¿Cómo vamos a hacer política con los niños, cuando la política la hacen los adultos?, ¿cómo vamos a promover la participación si la misma Constitución dice que los ciudadanos son mayores de 18 años?, ¿qué queda para los niños que asisten a la sala cuna y jardín infantil?

Fundación Integra se suma al Programa “Embajadores de Seguridad Vial”

Los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte de niños/as de 1 a 14 años fuera de casa. Según datos de Carabineros de Chile, cerca de 1.000 niños, niñas y adolescentes fallecieron y casi 67.000 resultaron lesionados por este motivo, en los últimos 10 años.

Buscando revertir esta triste realidad a partir del fortalecimiento de una cultura del autocuidado en niños, niñas y sus familias en las calles, es que nos sumamos como Fundación al Programa “Embajadores de Seguridad Vial” de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), en alianza con la Subsecretaría de Educación Parvularia.

Entre las diversas actividades que incluye el programa figura el cuentacuentos “La ciudad de las hormigas” en modo kamishibai o “teatro de papel”, que de manera lúdica y dinámica invita a los niños y niñas de entre 3 y 5 años a conocer y fortalecer su aprendizaje de buenas prácticas en las calles. Y así sucedió esta mañana en el jardín infantil Las Vizcachitas, de Puente Alto, donde los niños y niñas de niveles Transición y Medio Mayor disfrutaron y participaron activamente del cuento narrado por la actriz y educadora artística, Javiera Reyes, y en compañía de sus educadoras, diversas autoridades de Integra, de Conaset y de la Municipalidad de Puente Alto.

Para Carlos González, director nacional de Promoción y Protección de la Infancia de Fundación Integra, “a partir de esta alianza estratégica con Conaset y la Subsecretaría de Educación Parvularia queremos avanzar en una dimensión clave del bienestar de niños y niñas, como es la seguridad vial, y qué mejor que hacerlo con experiencias como esta, en que ellas y ellos participan, se divierten mucho y sobre todo aprenden, por ejemplo, a conocer y respetar el rojo, el amarillo y el verde del semáforo”.

Ser responsables en las vías, empáticos con otras personas que se mueven en la ciudad, y adoptar una conducta de autocuidado permanente en el tránsito, son algunos de los aspectos centrales del  programa. Para Karina Muñoz, Secretaria Ejecutiva de Conaset, no hay tiempo que perder en este importante propósito: “La experiencia internacional ha demostrado que educar a los niños y niñas en seguridad vial desde temprana edad, contribuye a formar adultos muchos más conscientes y responsables en las vías y por eso estamos aquí, en el jardín infantil Las Vizcachitas, y queremos llegar a muchas otras comunidades educativas, porque estos pequeños y pequeñas son nuestros futuros conductores, peatones y ciclistas”.

El Programa “Embajadores de Seguridad Vial” es financiado por Gobierno Regional Metropolitano de Santiago (GORE) y busca ser un aporte sustancial en la formación de las nuevas generaciones respecto de una cultura preventiva y de convivencia armónica entre todos los modos de transporte en el espacio vial, a través de intervenciones educativas en jardines, escuelas y liceos con materiales didácticos y capacitaciones a docentes.

Jardín de Magallanes recibe nuevamente certificación de excelencia ambiental

El pasado 7 de junio, en el salón Gabriela Mistral, se realizó la ceremonia de Certificación Ambiental Escolar del Ministerio del Medio Ambiente, y este año fueron siete establecimientos educacionales de Punta Arenas los que recibieron esta distinción. Algunos de ellos han mantenido la certificación hasta por 16 años; caso similar es la sala cuna y jardín infantil Josefina Braun Menéndez, que no solo ostenta dicha insignia, sino el nivel de excelencia, gracias al compromiso y gran trabajo colaborativo entre el equipo educativo y las familias.

La certificación ambiental es un proceso voluntario en el que participan los establecimientos educacionales. Angélica Saldivia, directora del jardín infantil, agradeció el compromiso de la comunidad educativa. “Nosotros llevamos ocho años incorporando la Educación Ambiental en nuestro sello y hoy estamos revalidando la Certificación Ambiental en nivel excelencia. Es muy importante trabajar la Educación Ambiental desde la primera infancia, porque nuestros niños serán quienes estarán tomando las decisiones para el planeta en el futuro. El trabajo no se hace solo, por eso agradecemos el apoyo brindado por la comunidad: funcionarias del jardín, padres y apoderados, vecinos, etc”, señaló.

Los establecimientos destacados en nivel excelencia fueron la sala cuna y jardín infantil Josefina Braun Menéndez, el jardín infantil Caperucita Roja, la escuela de Lenguaje Ierun Talj y la escuela Villa Las Nieves que nuevamente revalidó su sello. El colegio Alemán y la escuela Capitán Arturo Prat Chacón recibieron la Certificación Ambiental en nivel medio. Mientras que el jardín infantil villa Las Nieves recibió la certificación en nivel básico.

El Sistema Nacional de Certificación Ambiental (SNCAE) tiene por objetivo la Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales y busca ser una estrategia integral para abordar la educación ambiental para la sustentabilidad en los establecimientos educacionales del país. En la región existen 19 recintos en el programa SNCAE, distribuidos en las cuatro provincias.

La seremi de Medio Ambiente, Daniela Droguett, comentó que siete establecimientos educacionales de Punta Arenas recibieron el sello ambiental por 16 años, como es el caso de la escuela Villa Las Nieves y otros que se integran por primera vez como la escuela Arturo Prat y el jardín infantil Las Nieves. “La certificación ambiental es un proceso voluntario que transforma todo el quehacer de un establecimiento. Contempla un cambio en la gestión, se incluye la temática ambiental de manera transversal a todas las asignaturas y, además se desarrolla un vínculo con el entorno y con la comunidad”, indicó.

“Es importante desarrollar política pública considerando a niñas y niños”

La vida profesional de Viviana Castillo ha estado ligada a la educación. Desde ahí, sostiene que puede aportar al Consejo de Fundación Integra con una visión de articulación de la política educativa, que apunta a garantizar trayectorias formativas que contribuyen al derecho a la educación de niñas, niños, jóvenes y adultos a lo largo de la vida. “También puedo aportar en el fortalecimiento de las definiciones curriculares, evaluativas y didácticas que se adecúen a las necesidades de la educación de niñas y niños, relevando aspectos clave como el juego, los diferentes lenguajes, la interculturalidad y la inclusión como ejes centrales de las propuestas formativas para las infancias”, afirma.

¿Qué importancia tiene para usted integrar este Consejo?

Como Coordinadora Nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación, me es muy importante integrar este Consejo para avanzar en justicia educativa, que nos permita disminuir las desigualdades en la educación de la primera infancia y relevar la importancia de que niñas y niños se encuentren siempre en el centro de las políticas educativas.

“Un desafío importante es que niñas y niños cuenten con espacios que les permitan un desarrollo pleno y el ejercicio de sus derechos en el presente y no solo como proyección en el futuro”, sostiene Viviana Castillo.

¿Qué espera realizar como Consejo durante estos cuatro años?

Espero que, a lo largo de estos cuatro años, podamos contribuir en fortalecer la educación parvularia, entendiendo que  es fundamental para el pleno desarrollo de niñas y niños y para la proyección de sus trayectorias educativas. Espero también colaborar a que se establezcan metas claras, se potencie el aprendizaje integral y de calidad para los niños y niñas de mayor vulnerabilidad social de nuestro país, así como de seguir avanzando en ampliar la cobertura de la educación inicial.

¿Cómo sueña el Chile de las y los niños?, ¿cómo los consejeros/as y usted en particular, pueden aportar a realizar esa visión?

Como un Chile que valore, promueva y respete los derechos de niñas y niños, que les brinde espacios de participación real y en que se puedan garantizar entornos seguros y libres de violencia que posibiliten la convivencia y el pleno desarrollo de las infancias.

Desde el Consejo de Integra podemos aportar a generar espacios de esta riqueza en la educación infantil, favoreciendo las condiciones para que niñas y niños tengan experiencias educativas de encuentro con otras personas de distintas edades y culturas, que exploren nuevos conocimientos, descubran formas de expresar sus ideas y sean tratados como sujetos capaces de aprender y producir sentidos, como sujetos de derecho, con voz y capacidad de decisión en el marco de su autonomía progresiva.

¿Cuáles son, a su juicio, los principales desafíos hoy en día en torno a las infancias?

Un desafío importante es que niñas y niños cuenten con espacios que les permitan un desarrollo pleno y el ejercicio de sus derechos en el presente y no solo como proyección en el futuro. En el ámbito de la educación, esos objetivos deben ser garantizados e  integrar el horizonte formativo de cada experiencia de aprendizaje que se les ofrece.

En la misma línea, otro desafío relevante es el reconocimiento efectivo de que las niñas y los niños tienen voz propia y esta debe ser escuchada, implicándolos en un diálogo en donde puedan expresar su parecer y aprender a tomar decisiones de manera progresiva.

Un tercer desafío que puedo mencionar es la importancia de desarrollar política pública considerando también a niñas y niños, tanto cuando son destinatarios de la política, como cuando no lo son, pues en alguna medida, toda política pública tendrá un impacto en las infancias.

“Sueño con un país que considere a niños y niñas como ciudadanos activos hoy”

María Jesús Viviani es jefa de la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, y como tal forma parte del Consejo de Integra desde 2020.

Su trayectoria profesional y académica la hace entender bien los desafíos de la educación parvularia de nuestro país. Retos como visibilizar la infancia, construir una ciudadanía desde los primeros años de vida están en su discurso y acción permanente, ya que se ha desempeñado como educadora de aula y como formadora de nuevos profesionales de la educación, tanto en Chile como en Australia. De profesión es educadora de párvulos y Doctora en Educación de la Universidad Bristol, en el Reino Unido.

Sueño con un país que considere a niños y niñas como ciudadanos activos hoy, no como individuos que se están preparando para ser ciudadanos en el futuro.  Sus decisiones e intereses importan, y sueño con una nación que las escuche…

A través de las siguientes preguntas, te invitamos a conocer un poco más de la mirada de María Jesús Viviani, qué la motiva a la hora de trabajar con las infancias y cómo su rol es un aporte en el Consejo de Integra.

¿Cuáles cree que son las funciones más relevantes que cumplen los consejeros de Fundación Integra, pensando en el bienestar de niñas y niños?

Creo que consejeros y consejeras tenemos un rol relevante en, por un lado, asesorar en la toma de decisiones de la institución, velando porque en ellas se tenga en consideración el bienestar de niños y niñas, al cumplir con el objetivo de la Fundación de lograr una educación inclusiva e integral, con la participación de equipos educativos, las familias y la comunidad.

Por otro lado, es rol también de consejeros y consejeras, proponer temas para la agenda de la Fundación, que surjan del análisis y diagnóstico de sus múltiples realidades, con el foco en los aprendizajes y bienestar de niñas y niños.

¿Por qué es importante que exista el consejo y qué valor le entrega al hecho que sea integrado por miembros con diferentes miradas (tanto del mundo académico, como representantes del Estado)?

Es importante que exista un grupo de personas diversas con distintas funciones y características, que trabajen colaborativamente para lograr los objetivos que se propongan. La labor de la Fundación es una tarea compleja, que necesita ser abordada desde distintas miradas y con diferentes niveles de responsabilidad.

¿Qué importancia tiene para usted integrar este Consejo?

Para mí es un honor y una gran responsabilidad ser parte de este Consejo, ya que la Fundación Integra es una gran institución, que tiene un impacto importante en la educación parvularia de nuestro país, y las decisiones que se tomen influyen en miles de niños, niñas, sus familias y comunidades. Además, dentro del Consejo represento a la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia de la Universidad de Chile, y tengo el rol de encarnar también los valores y miradas de estudiantes y académicos, en relación a la educación de niñas y niños de primera infancia.

¿Qué espera realizar como Consejo durante estos cuatro años?

Desde mi posición vinculada a la academia, espero aportar a la toma de decisiones informadas y basadas en evidencia científica, tanto a nivel nacional como internacional. Espero colaborar con los demás miembros del Consejo para generar nuevas investigaciones y acciones dentro de la Fundación que sigan contribuyendo a que niños y niñas aprendan felices y jugando, junto a sus familias y equipos educativos.

¿Cómo sueña el Chile de las y los niños?, ¿cómo los consejeros y usted en particular pueden aportar a realizar esa visión?

Sueño con un país que considere a niños y niñas como ciudadanos activos hoy, no como individuos que se están preparando para ser ciudadanos en el futuro. Sus decisiones e intereses importan, y sueño con una nación que las escuche, respete y considere para elaborar políticas, para diseñar ciudades, enfrentar los cambios y para tomar decisiones en general.

¿Cuáles son, a su juicio, los principales desafíos hoy en día en torno a la infancia?

Creo que el principal desafío que enfrenta la infancia hoy es vivir en un mundo incierto en términos de convivencia, en el que los conflictos se resuelven con violencia en vez de diálogo, enfrentando, además, una crisis climática que pone en riesgo la seguridad de un hogar y una comunidad, así como su derecho a educarse y a estar sanos. Es nuestra responsabilidad resguardar estos derechos hoy, y trabajar para proteger su felicidad y la de sus familias.

¿Cuál cree Ud. que es su principal aporte, desde su experiencia o quehacer, al Consejo de Fundación Integra? ¿Qué lo motiva a ser parte de este equipo?

Como educadora de párvulos e investigadora, me motiva aportar representando las voces de niños, niñas y equipos educativos, para la toma de decisiones que les favorezcan de acuerdo a sus contextos particulares. Conozco de cerca distintas realidades educativas, y en conjunto con otras personas y comunidades, me motiva trabajar para hacer de estas realidades espacios acogedores, inclusivos y respetuosos.

¿Existe algún gran tema “olvidado” relacionado con la infancia, que considere oportuno develar?

Creo que hay varios temas olvidados o que no se les da la importancia que se merecen, pero sin duda uno de los más relevantes tiene que ver con el bienestar de los equipos educativos, sus condiciones laborales y el autocuidado. Si los adultos que están a cargo de los espacios que habitan niños y niñas no están bien y contentos, difícilmente podremos ver infancias felices y aprendizajes significativos.