Análisis libro “Educar las emociones: educar para la vida”

La destacada psiquiatra infanto-juvenil y especialista en neurociencias aplicadas a la educación, Amanda Céspedes, escribió este libro para todos los adultos/as que están a cargo del cuidado y enseñanza de niños y niñas, usando un lenguaje simple y con diversos ejemplos. La autora señala que por siglos se ignoró el papel que juegan las emociones en el desarrollo humano, centrándose en lo cognitivo, y que recién a fines del siglo XX las investigaciones en neurociencias comenzaron a demostrar que somos seres emocionales.

Las emociones son respuestas pasajeras del organismo frente a estímulos y surgen desde que estamos en el vientre materno, alrededor de las 28 semanas de gestación. Las primeras emociones que experimentamos son las emociones primarias y nos acompañarán toda la vida: la rabia, el miedo, la tristeza, la frustración y la alegría. Un recién nacido experimenta miedo al dejar el cálido útero materno por un ambiente externo lleno de nuevos estímulos; ruidos, olores, temperaturas, luces.

Los bebés en gestación tienen una fuerza interna natural de búsqueda de la armonía emocional, pero al nacer ese equilibrio emocional dependerá del encuentro con los otros. Esto es clave porque somos los adultos/as los que debemos dar el cauce al torrente emocional de los niños y niñas.

La armonía emocional de un niño o niña es un fenómeno biológico, pero que se sustenta en lo social, pudiendo ser modificada para bien o mal desde la experiencia con otros. De esta forma, un niño/a que vive maltrato físico y/o psicológico, sufre un desequilibrio biológico, aumentando en su organismo la hormona del estrés llamada cortisol, alterando su emocionalidad, desarrollo y capacidad de aprender. Ante esto, cabe preguntarse: ¿qué debemos hacer los adultos/as para potenciar el desarrollo emocional de los niños y niñas?.

La autora señala que los adultos debemos acompañar respetuosamente a los niños y niñas a desarrollar y enriquecer un potencial que ya traen consigo y que les va permitir, a medida que vayan creciendo, una adecuada gestión emocional. Con los bebes, este acompañamiento consiste en confortarlos y atender de manera sensible a sus necesidades, sin enjuiciarlos (ej. “este bebé me está manipulando), nombrándole las emociones y facilitando que las reconozca.

Con los párvulos, en los jardines infantiles y los estudiantes en los colegios, también se requiere un adulto/a atento a sus necesidades diversas, capaz de contener emocionalmente, dar seguridad, escuchar, validar todas las emociones, permitir que se expresen, sin juzgarlas o invisibilizarlas (ej. “no es para tanto, no llores”), y acompañar el proceso de aprender a regular sus emociones, para una sana convivencia consigo mismo/a y los demás, esto es educar para la vida.

A través de las páginas, Amanda Céspedes nos invita a reflexionar sobre situaciones de la vida diaria de niños, niñas y adolescentes, es así como detrás de expresiones como el llanto, las mordeduras, conductas desafiantes hay una emocionalidad y es nuestra tarea como adultos acoger, validar y acompañar desde las necesidades de ese niño/a o adolescente.

Finalmente, el libro plantea que, para educar las emociones de niños y niñas los adultos, familias y educadores, debemos reconocer y regular nuestras propias emociones, así como cuidar nuestro bienestar emocional. Un Libro que, si bien se publicó por primera vez en noviembre de 2008, nos entrega enseñanzas a los adultos que están más vigentes que nunca. Todos quienes estamos en contacto con niños y niñas y trabajamos en educación debiéramos leer este texto y compartirlo.

Análisis realizado por María Andrea Huerta, profesional de la Unidad de Políticas y Proyectos de Educación de la Dirección Nacional de Educación en Fundación Integra.

La “oveja Nanai” de Integra enseña a niños y niñas importancia de conocer y explorar sus emociones

Está presente en todos los jardines infantiles y modalidades no convencionales de Fundación Integra del país. A través de experiencias educativas, la “oveja Nanai” acompaña a niños, niñas y equipos pedagógicos en el proceso de descubrir y comprender de forma lúdica qué son y cómo expresar las distintas emociones que experimentamos día a día; por ejemplo, el miedo, alegría o tristeza.

Así, se busca el desarrollo de competencias socioafectivas, las que nos permiten estar bien con nosotros mismos y relacionarnos e interactuar con otros de una forma saludable.

El Modelo de Educación Emocional de Fundación Integra se basa principalmente en el modelo de Competencias Emocionales del español y doctor en Ciencias de la Educación, Rafael Bisquerra, al cual se realizaron ajustes y revisiones por expertos nacionales, para que cumpliera con los lineamientos estratégicos de la institución.

Este modelo plantea cinco competencias centrales –conciencia emocional, regulación emocional, autoestima y autonomía emocional, compromiso social/ético y vínculos bientratantes– y 23 micro competencias adicionales. Acá, las familias y equipos educativos tienen un rol clave, ya que ellos, a través de diversas prácticas pedagógicas, permiten que niños y niñas se acerquen a ellas, las identifiquen y desarrollen aptitudes para canalizarlas de buena forma.

Es aquí donde emerge la “oveja Nanai”, que día a día recibe a los niños y niñas en salas cuna y jardines infantiles de Integra y los acompaña a vivir las emociones, a través de juegos sencillos, que tienen como objetivo, contener, consolar, ayudar a expresar y comprender sus propias emociones.

La directora ejecutiva de Fundación Integra, Nataly Rojas Seguel, indicó que “la implementación de este modelo es un paso clave de la fundación para responder a los retos que presenta la educación parvularia actualmente. Estamos en un contexto donde la pandemia aún nos presenta el desafío de reencontrarnos en el jardín infantil, reactivar los procesos de aprendizaje y potenciar las habilidades de niños y niñas”.

Y… ¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?

Existen diversas definiciones para intentar explicar qué son las emociones, las que están marcadas por el contexto en que se consultan y aplican. En Fundación Integra, se determinó seguir lo señalado por el académico Rafael Bisquerra, quien las define como respuestas neurofisiológicas, que surgen a partir de la valoración que se hace de ciertos acontecimientos externos o internos, las cuales además forman parte indisoluble de la vida humana.

Si bien diversos investigadores e investigadoras coinciden en que las emociones pueden clasificarse como positivas o negativas, esto no implica necesariamente que alguna de ellas sea buena o mala. Entender este proceso, permite expandir nuestro lenguaje emocional, yendo así más allá de las emociones básicas y ampliando nuestro mundo de posibilidades afectivas.

“Aunque el Modelo de Educación Emocional describe diversas competencias a desarrollar en las y los párvulos, no debemos olvidar que los primeros destinatarios de la educación emocional deben ser las y los adultos. Este es un proceso que dura toda la vida, lo que compromete a los actores de las comunidades educativas, los que deben trabajar en conjunto para alcanzar el desarrollo integral y aprendizajes significativos en las y los párvulos”, cerró la directora ejecutiva de Fundación Integra.

La primera infancia es un momento clave en el desarrollo de los niños y niñas, donde se despliegan competencias que les permitirá desenvolverse a lo largo de toda su vida, incluyendo la construcción de su “biografía emocional”, la que se transformará en la base de su aprendizaje socioemocional.

Con 32 años de experiencia y más de 1.200 salas cuna y jardines infantiles gratuitos en todo el país, Fundación Integra trabaja para lograr el desarrollo integral, bienestar y aprendizajes significativos de niños y niñas, poniendo a su disposición espacios educativos diversos, estimulantes y de calidad.

[Traducción creolé] ¿Cómo manejar nuestras emociones durante la pandemia?

Pero, ¿qué podemos hacer para manejar estas emociones? Los psicólogos de Fonoinfancia y de la Dirección de Promoción y Protección a la Infancia de Integra recomiendan:

>> Habla: Cuéntale a otra persona lo que te pasa, comparte impresiones de la situación y ten un espacio para que esas emociones salgan. No se recomienda que sea frente a los/as niños/as.

>> Acude a las redes: Si no cuentas con otro adulto para hablar, puedes recurrir a las redes de apoyo y orientación que están puestas a disposición, ya sea de manera presencial o telefónica.

>> Escribe: Escribe. Externaliza lo que estás sintiendo ya que es una buena forma de identificar y manejar.

>> Reflexiona: Piensa en lo que te preocupa y qué puedes y no puedes resolver en el corto plazo.

>> Haz una pausa: Si sientes algún malestar emocional o físico a propósito del contexto actual, haz una pausa dentro del día, respira profundo y haz algunos ejercicios de relajación.

Para apoyar a esos adultos Fundación Integra cuanta con Fonoinfancia de Fundación Integraun servicio gratuito de atención psicológica, al que las personas pueden comunicarse gratis, a través del teléfono 800 200 818 y vía chat en www.fonoinfancia.cl La atención es de lunes a viernes, de 08:30:00 a 21:00 horas.

Conoce y gestiona tus emociones

Para poder entender y gestionar de mejor manera las emociones, es importante saber que las emociones van y vienen siempre y que tienen un principio un fin, es decir, se acaban.

Esconder lo que nos sucede en nuestro campo emocional, puede tener consecuencias, tanto para nuestra la salud mental como física. Es importante  aceptar las emociones y dejarlas fluir, ya que de esta manera pueden transformarse.

Explorar la emoción

Una vez reconocida la emoción, el siguiente paso es expresarla. Lo ideal sería expresarlas en la  medida en que vienen. Se trata de aceptar las emociones que nos acontecen, sin por ello identificarnos con ellas: “siento rabia” no es lo mismo que “tengo rabia”. El resultado es que la emoción bajará su intensidad.

Para ello, proponemos algunas estrategias que te ayudarán:

  • ✅ Leer cuentos o historias que, a través de símbolos y metáforas, dan valiosas informaciones sobre distintos aspectos de las cuatro emociones básicas.
  • ✅ Escribir ayuda a externalizar lo que se está sintiendo, a la vez que al describirlas y profundizar en los pensamientos que las acompañan, ayudan a comprenderlas
  • ✅ Hablar y expresar lo que nos pasa, también ayuda a la exploración de lo que estamos sintiendo, poner afuera y mirar con otra perspectiva.
  • ✅ Explorar el cuerpo: realizar un pequeño escáner corporal, te ayudará a identificar si la emoción invade todo el cuerpo o solo una parte. Busca un lugar tranquilo y pon una música suave, y atiende a cada parte de tu cuerpo unos minutos identificando sensaciones (frio, calor, temblor etc).

Algunas preguntas para chequear el trabajo de exploración  de emociones:

  • ❔ ¿Me identifico con alguna emoción?
  • ❔ ¿Cómo expreso normalmente mis emociones: hablando con un amigo, escribiendo un diario, haciendo alguna actividad…?
  • ❔ ¿Escucho las señales que me manda mi cuerpo físico?, ¿en qué parte del cuerpo se me suelen acumular las tensiones?, ¿suelo tener dolencias repetitivas?
  • ❔ ¿Cómo es mi discurso interior últimamente?, ¿qué palabras o frases suelo repetirme?, ¿son estas frases positivas y de aliento o por el contrario son destructivas y juiciosas?

Aprender de la emoción

Tras la exploración de la emoción es momento de descubrir qué lección tenía encubierta la vivencia de la emoción. Solo así podemos sentirnos en paz total con la emoción y comenzar a despedirnos de ella. Se trata de una etapa completamente personal que invita a la autoevaluación y el autoconocimiento.

Las preguntas que te pueden ayudar en esta etapa son las siguientes:

  • ❔ ¿Qué me está enseñando esta emoción?
  • ❔ ¿Qué me está queriendo decir?
  • ❔ ¿Cómo me ayuda?
  • ❔ ¿Se trata de una emoción recurrente?
  • ❔ ¿Qué actividades me ayudan a gestionar esta emoción?
  • ❔ ¿Puedo pensar en un plan concreto que me ayude a movilizar esta energía la próxima vez que aparezca?

Pinina invita a “Art-prender los sentidos desde la cuna”

Enseñar a las familias estrategias para estimular sensorialmente a sus hijos e hijas en sus primeros años de vida, fue el propósito de una innovadora experiencia realizada por el equipo educativo del jardín infantil y sala cuna Pinina de Fundación Integra, en la comuna de Purranque, en la Región de Los Lagos.

Mediante el proyecto denominado “Art-prender, los sentidos desde la cuna”, el jardín infantil Pinina abrió sus puertas para invitar a nuevas familias a potenciar el desarrollo integral y cognitivo mediante estimulación sensorial con recursos intencionados pedagógicamente, como cuentos y música, dirigido a niños y niñas con edades entre 3 meses y 2 años.

“Buscando aventuras” es el nombre del cuento sensorial, a cargo de las agentes educativas Evelyn Laborde y Valeska Viligrón, que permitió generar un espacio de juego con participación activa de los niños y sus mamás. Cabe destacar que, a través de su sello pedagógico, el jardín infantil Pinina promueve “el desarrollo pleno y protagonismo de niños y niñas con acento en lo artístico y promovido por el juego y la alegría”.

La directora del establecimiento, Katherine Flood, valoró esta actividad, mediante la cual se logró profundizar con las familias la importancia de incorporar a sus hijos en un programa de estimulación desde la cuna, con el apoyo del jardín infantil. Al mismo tiempo, destacó los resultados de esta estrategia para incentivar la matrícula permitiendo cubrir la capacidad en los niveles sala cuna del establecimiento.