Orientaciones para acompañar a niñas y niños en contextos de emergencias y desastres

En ocasiones, las comunidades se enfrentan a eventos sorpresivos que irrumpen inesperadamente en la vida de las personas y alteran las rutinas, sobrepasando a veces las capacidades personales para enfrentar el problema. Estos cambios o alteraciones de la vida de niños y niñas pueden ocurrir en sus contextos familiares, en los ambientes educativos y también en sus territorios, barrios y comunidades.

Las situaciones de emergencias y desastres son experiencias que pueden afectar el bienestar integral tanto de niños y niñas, como de los adultos que forman parte de las comunidades educativas y los diversos territorios afectados por las mismas.

Por ello, y para abordar estas situaciones, la Subsecretaría de Educación Parvularia pone a disposición estas Orientaciones para acompañar a niñas y niños en contextos de emergencias y desastres, documento donde los equipos educativos podrán conocer diversas temáticas para implementar ante situaciones que impacten en el diario vivir de las niñas y niños.

Para acceder a estas orientaciones pueden presionar en este enlace

Fundación Integra se despliega en las regiones afectadas por los incendios

Al igual como sucedió ante los incendios en Viña del Mar durante diciembre, trabajadoras y trabajadores de Integra, han monitoreado y levantado la información en los territorios, respecto de las consecuencias generadas por los incendios forestales que han impactado en las regiones del Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía.

Además de la convocatoria inmediata de los comités internos de emergencia, se sumó la participación de representantes de la Fundación en reuniones con autoridades de Educación a nivel nacional y regional. Así, las y los directores regionales asistieron a sesiones junto a sus pares de otros servicios públicos vinculados a la formación de niñas y niños, además de gestionar los recursos a desplegar.

En el nivel central, en paralelo, se dispusieron los equipos para reforzar los apoyos en las localidades más afectadas, incluyendo la participación de la directora ejecutiva de Integra, Nataly Rojas Seguel, en el Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (COGRID) del Ministerio de Educación. Junto con ello, los distintos equipos han mantenido constante comunicación con sus pares en las regiones, para catastrar las necesidades y requerimientos.

El trabajo realizado en terreno ha sido articulado. Integra ha participado con diversas autoridades nacionales y regionales de distintas instancias recorrido localidades, acompañando a las familias. De esta forma, nuestro director nacional de la Dirección de Promoción y Protección de la Infancia, Carlos González, viajó el pasado lunes junto a la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, a la Región del Biobío.

Junto al ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, la vicepresidenta de Junji, Daniela Triviño, la Secretaria General de Junaeb, Camila Rubio, y autoridades locales, han visto diversos espacios para contener y a apoyar a las familias en estos difíciles momentos.

Cabe destacar que los jardines y salas cuna que son parte del programa “Vacaciones en Mi Jardín” han priorizado seguir operando, para ofrecer un lugar seguro y de contención socioemocional para niñas y niños. Adicionalmente, se activó en esas regiones la modalidad Jardín Sobre Ruedas para los territorios que se han visto sido impactados.

Incendios en zona centro sur: ¿Cómo apoyar a niñas y niños durante este tipo emergencias?

Durante los últimos días, el país ha vuelto a ser testigo de múltiples incendios que afectan a diversas localidades en la zona centro sur, una realidad que nos invita a reflexionar acerca de cómo podemos apoyar a los niños y niñas que viven y/o presencian esta emergencia.

Carolina Diez, psicóloga del programa Fonoinfancia de Fundación Integra, hace un llamado a los/as adultos/as que están a cargo del cuidado y crianza de niños y niñas: “intentemos estar atentos/as a su comportamiento, observar sus gestos y juegos, así podemos entender mejor sus emociones”.

La profesional aclara que en situaciones de emergencia es normal que los/as adultos/as tengan miedo, impotencia, confusión y se sientan sobrepasados en su capacidad habitual para enfrentar problemas, así como también podría suceder que las estrategias que hemos utilizado antes para enfrentar otras crisis, esta vez no nos den los resultados que esperamos. Por eso, la psicóloga añade que, “es recomendable atender a las emociones y reacciones que surgen a partir de la exposición a una situación tan compleja como esta para manejarlas de mejor manera, y en la medida en que estemos preparados/as, hablar cuidadosa y amorosamente de lo ocurrido con niños y niñas. Los/as adultos/as cercanos son quienes les entregan la primera contención emocional”.

En la medida de lo posible, se deben retomar las rutinas, ya que la predictibilidad de las acciones es fundamental para entregar a niños y niñas seguridad en su día a día. En situaciones de emergencia, cuando los niños y niñas deben trasladarse al hogar de un familiar o habitar un albergue, las rutinas pueden verse afectadas, lo que podría causar confusión, miedo, angustia y descontrol, comenta Carolina Diez.

Los niños/as necesitan explicaciones según su edad

La especialista aconseja estar atenta/o a ciertas señales (podría haber otras), como cuando niños y niñas están extremadamente apegados a los padres, madres, o los/as adultos/as cercanos/as, más irritables, lloran con facilidad, golpean o muerden a otras personas, ven alterados su control de esfínter, no quieren jugar o están más retraídos/as, es necesario que como adultos/as seamos un apoyo. Lo más probable es que estas conductas vayan desapareciendo poco a poco, en cuanto el niño o niña vaya asimilando lo sucedido en un contexto que lo acoja, le ayude a entender lo que está sucediendo y retome la cotidianeidad.

Como adultos/as es fundamental que les ayudemos en su proceso de adaptación a la nueva realidad, explicándoles con claridad y palabras simples lo sucedido, sobre todo si tienen acceso a escuchar la radio o ver pantallas (celular, computador o televisión), porque pueden encontrarse con una realidad exacerbada e inapropiada para su edad. “Los niños y niñas necesitan información y explicaciones acorde a su madurez emocional y a la etapa del desarrollo en la que se encuentran, por lo que es importante escuchar atentamente sus consultas, entender bien qué quieren saber y hablarles en un lenguaje simple y cercano, para no darles información de más ni de menos y resolver sus dudas. Asimismo, es importante mencionarles que quedamos disponibles para cuando tengan nuevas preguntas”, asegura la psicóloga del programa Fonoinfancia de Fundación Integra.

“Podemos tomar la iniciativa de hablar con el niño/a sobre la emergencia, en la medida en que nos sintamos en condiciones de hacerlo. ¿Qué significa estar en condiciones de hablar? Significa que, si bien, puedo estar triste o angustiado/a, estas emociones no me impedirán atender y apoyar a otros/as en sus necesidades emocionales, materiales y de información”, afirma Carolina Diez. Por el contrario, si el/la adulto/a está sobrepasado/a no debe dejar de atender lo que está sintiendo, porque solo si está bien tendrá las herramientas para apoyar a otros/as.

Apoyo gratuito para las familias

Si las personas cercanas no se sienten en condiciones de apoyarlos, es importante pedir ayuda y buscar a una persona significativa para el niño/a que pueda conversar cuidadosamente con él/ella sobre la emergencia.

En el caso de que los/as adultos/as necesiten apoyo para conversar con niños y niñas en situaciones de emergencia, pueden comunicarse de manera gratuita con los/as psicólogos/as de Fonoinfancia de Fundación Integra, al teléfono 800200 818 o por chat al www.fonoinfancia.cl. El horario de atención del servicio es de lunes a viernes, de 08.30 y 19.00 horas.

Incendios en Viña del Mar: cómo se organizaron equipos de Integra para responder a emergencia

Cuando se conocieron las primeras informaciones del avance de los incendios en la Región de Valparaíso, las trabajadoras y trabajadores de la oficina regional, de los jardines infantiles y salas cuna, comenzaron a coordinarse para monitorear la situación y prepararse para ir en ayuda de las personas afectadas.

Así lo destaca la directora regional, Loreto Barbieri, quien debió comunicarse rápidamente con los distintos equipos, para identificar los casos más urgentes, además de informar al nivel central. “Dentro de esta tragedia nuestros jardines infantiles y equipos cumplieron un rol fundamental, y se constituyeron como redes de apoyo muy potentes para las familias, y especialmente para los niños y niñas”, asegura.

La autoridad de Integra de la Región de Valparaíso explica también que, a través de los jardines y equipos se fueron canalizando los apoyos institucionales, por lo que “pudimos actuar con celeridad en la recopilación de información, en las decisiones y en la entrega de este primer soporte”.

Barbieri reconoce el trabajo efectuado por las trabajadoras, trabajadores y educadoras y, en particular, resalta “el sentido de misión, el compromiso, la solidaridad, la empatía, se expandió mucho más allá de esos márgenes y, con orgullo, pudimos ver a nuestras compañeras siempre atentas a las necesidades de las familias y de los vecinos”.

Un espacio seguro para las niñas y niños

La directora del jardín infantil “El Sol” de Viña del Mar, María Isabel Alarcón, comenta que las infancias y familias necesitaron de contención para “sobreponerse rápidamente e iniciar la reconstrucción”. Ella, junto a su equipo educativo, estuvieron siguiendo el desarrollo de los esfuerzos para apagar los focos de incendio, diseñando iniciativas para disponer el espacio educativo para las niñas y niños. Por ello es que Alarcón valora el cariño recibido, que se expresó en los agradecimientos recibidos por la comunidad, ante el acompañamiento que entregaron, “ya que, como jardín, hemos estado para escuchar y apoyar, transformándonos en parte importante de sus redes”.

Al igual que Miriam Quiroz Sandoval, Ana Fernández Tapia y Ana María Palacios González, asistentes de párvulos del equipo del jardín Puerto Aysén, quienes se movilizaron para ir en ayuda de las personas damnificadas, otras trabajadoras y trabajadores se desplegaron por la región.

Johanna Cortés, asesora técnica, cuenta que los equipos se prepararon para “acompañar, interactuar y estar siempre disponibles para la comunidad educativa. Eso requirió acciones concretas de parte de los equipos, como: estar en terreno, atentos al bienestar físico y emocional de las personas, manteniendo una comunicación permanente que permita contener e identificar las necesidades”.

La trabajadora de Integra argumenta que pudo apreciar que “entre equipos de jardines, de las diferentes áreas y de territorio de la Fundación, surgió una preocupación, empatía y sensibilidad con lo que estaban viviendo los niños, niñas, sus familias, compañeras de trabajo, y posteriormente mucha disposición para apoyar y movilizar ayudas, lo que habla de la calidad humana de nuestros compañeros y compañeras”.

Trabajadoras de Integra acompañan a familias damnificadas por los incendios en Viña del Mar

Hace más de 20 años que Miriam Quiroz, Ana Fernández y Ana María Palacios trabajan juntas en el jardín “Puerto Aysén” de Integra en Viña del Mar, donde han forjado una linda amistad. Reconocen que su preocupación por los demás es parte de las características que las une. Es por eso que, en cuanto vieron que las llamas estaban consumiendo cientos de viviendas de su ciudad no dudaron en reunirse para buscar la forma de ayudar.

Con el apoyo de sus familias reunieron recursos y se pusieron manos a la obra. Fabricaron ellas mismas el pan, juntaron agua, compraron té, café, vasos, azúcar y endulzante, y el sábado 24 de diciembre a las 7:00 de la mañana partieron a la población Villa Rica, en el sector Tranque Sur, donde muchas familias perdieron sus hogares a causa del incendio. Ahí entregaron cien desayunos a personas damnificadas que estaban cuidando sus casas y también a voluntarios que, al igual que ellas, llegaron a brindar ayuda.

Respecto de cuál fue la motivación para acercarse a apoyar a las personas afectadas, Ana María -quien también conversó con la prensa sobre esta iniciativa- cuenta que “la idea es que las personas afectadas sientan el calor del hogar al tomarse un cafecito o té con pan calentito, para que se reconforten, que sientan amor también; les llevamos una palabra de aliento y queremos que sientan que no están solas”.

La trabajadora destaca que “el sello de nuestro jardín Puerto Aysén es la resiliencia, y nosotras precisamente entregamos a las personas frases resilientes para que puedan levantarse nuevamente, con fe y energía. Queremos transmitirles que las cosas materiales se recuperan con tiempo, lo más importante es estar vivo”.

Además de los desayunos, Ana, Miriam y Ana María repartieron 60 onces y se están preparando para continuar aportando, ya sea con alimentos o acompañamiento en el proceso de recuperación “porque es necesario seguir acompañando a la gente que lo perdió todo, sobre todo a quienes se están quedando en los sitios desocupados para cuidar su terreno. Ellos, por ejemplo, no tienen dónde calentar comida”, señala Miriam.

Finalmente, recalcan que “tenemos todas las ganas, buscamos hacernos el tiempo y, mientras los recursos lo permitan, nosotras continuaremos haciendo esta labor con las personas, porque realmente uno se da cuenta que la gente lo necesita y lo agradece”.