Cuando el compromiso con la lactancia materna fluye

Como premio al trabajo desarrollado por más de tres años, promoviendo la importancia de la lactancia materna entre las familias y la comunidad del sector, el jardín infantil Rucantú de Lago Ranco, región de Los Ríos, en 2017 fue acreditado como “Jardín Infantil Amigo de la Lactancia Materna”.

Según su Directora, Carmen Gloria Gallegos, este reconocimiento está en sintonía con el sello pedagógico del establecimiento. “Somos un jardín de terreno, que promueve los estilos de vida saludables, entre los cuales destaca la promoción de la lactancia materna, como vínculo imprescindible que favorece la calidad de vida del niño y de la madre””, explica.

A juicio de la profesional, ser jardín acreditado trae consigo una serie de responsabilidades. “Para apoyar a las familias en este proceso, -por ejemplo-, coordinamos con el Programa Vida Sana del consultorio, un taller para reforzar materias como: el derecho de las madres a amamantar, las técnicas de amamantamiento y el uso del chupete, entre otras temáticas. También conformamos un Comité de Lactancia compuesto por trabajadoras, familias y la nutricionista del consultorio, para planificar e implementar estrategias que apunten a promover y facilitar la lactancia materna en nuestra comunidad”, concluye.

Testimonio de Javiera Venegas

Javiera Venegas es madre de la pequeña Sofía Pailacán (1) y una de las apoderadas que hace uso frecuente del beneficio. “El jardín ha sido de gran ayuda para nosotras y una oportunidad para que yo pueda estudiar confiada y tranquila”, dice.

Javiera Venegas y Sofía Pailacán 2“Cuando tomé la decisión de traerla al jardín en marzo de este año, fue muy difícil separarme de ella, porque pensé que le afectaría el cambio de rutina, ya que le di pecho hasta los 6 meses y tomaba a libre demanda. Pero las tías me apoyaron y me dieron todas las facilidades”, precisa.

Esta joven madre asegura que se nota la preocupación del equipo, porque “siempre cuando llego me preguntan si tomó “pechito” y cómo estuvo durante la noche. Además nos hacen participar en actividades que promueven la lactancia: hicimos un afiche con fotos de nuestra familia y lo pegamos en la sala de amamantamiento, haciéndola más acogedora; estamos en confianza y aprovechamos ese momento tan íntimo entre mi hija y yo. Por eso he tenido una hermosa experiencia”, afirma.

Testimonio de Patricia Sepúlveda

Misma opinión es la que tiene Patricia Sepúlveda, madre de Sofía Hernández de 1 año 7 meses. Esta Educadora Diferencial dice estar muy satisfecha con el servicio, pues a su juicio las tías la han apoyado en su proceso de adaptación. “Sofía ingresó al año 3 meses, pero antes de que viniera al jardín ya le había hecho el hábito en casa y el equipo del jardín respetó es rutina, así que no fue tan complejo este proceso”, cuenta.

Patricia Sepúlveda 2“Las tías siempre me aclaran las dudas y me siento muy cómoda en la sala de amamantamiento. Está acondicionada para nosotros; tiene bonita decoración, es muy limpia y tiene todo lo que necesitamos”, manifiesta Patricia, quien además destaca el rol que tiene su esposo en este proceso. “Gabriel, mi marido, está muy involucrado. Ha sido bien familiar. Él se preocupa de que estemos cómodas; de la postura; juega con ella y le conversa cuando está tomando su “papa”. Por eso estoy muy feliz con toda esta experiencia y muy a gusto en el jardín”, finaliza.

“El jardín infantil es un lugar que nos da apoyo y tranquilidad”

Pablo y Consuelo son padres jóvenes y según nos cuentan, el proceso de crianza de su hijo Amaro ha sido un constante desafío y un gran aprendizaje. Ambos deben compatibilizar el trabajo con el estudio, es por eso que la apertura del nuevo jardín infantil y sala cuna de Integra Los Chinitos del Salar, se transformó en un gran apoyo para ellos.

Consuelo comenta que cuando decidieron inscribir a su hijo en el jardín infantil tenían muchas aprensiones y temores, ya que “nos es fácil decir dejar a tu hijo con personas que no conoces, porque no sabes cómo va a reaccionar él y tampoco sabes el trato que le van a da”. Sin embargo, esta joven madre con mucha alegría nos cuenta que a dos semanas del inicio de las actividades del jardín infantil,  su percepción ha cambiado completamente. “Hemos encontrado un equipo cariñoso con los niños y cercano con las familias. Son muy apegados a los reglamentos y nos han hecho sentir muy bien”.

En tanto Pablo, esposo de Consuelo, destaca la calidad que él puede ver todos los días, tanto en la atención de su hijo, como también en los materiales que “son muy bonitos, hay mucha variedad y se nota que son de buena calidad”.

Este joven matrimonio considera que Integra y el Gobierno han realizado una gran gestión por los niños y niñas, oportunidad que ellos pueden vivenciar día a día con su hijo Amaro.

Así como esta familia, son 48 familias las beneficiadas con la apertura de este nuevo jardín infantil que atiende a 28 niños en nivel medio heterogéneo y 20 niños y niñas en nivel de sala cuna, en el sector centro norte de Antofagasta y que fue inaugurado este miércoles con una verdadera fiesta de la comunidad educativa.

INAUGURACION JARDIN INFANTIL INTEGRA - 06

Familias de Jardín Kan Uiqu comparten deseos para seguir “Creciendo Juntos”

Una emotiva jornada se vivió en el jardín infantil y sala cuna Kan Uiqu de San Esteban, en el marco de la ceremonia “Creciendo Juntos”, instancia donde los apoderados de sala cuna fueron invitados a vivir un especial momento en el que pudieron expresar el amor a sus hijos.

En el marco de este rito, explicó la Directora del establecimiento, Macarena Fuentes, las familias tomaron velas y las encendieron al tiempo que compartieron el especial significado que entregan sus hijos a sus vidas. Las velas fueron depositadas sobre el agua en un ambiente cargado de emociones, junto a la compañía de músicos que interpretaron el tema “Despierta” de Alejandro Filio.

La actividad, que se realiza cada año en este recinto, siguió con la invitación a las familias a escribir un deseo que luego fue puesto al interior de globos con helio que fueron liberados al cielo.

“Las familias estaban muy emocionados con la instancia, con la preparación y el poder tener el momento para expresar el amor por sus hijos. Todos los años se realiza está ceremonia la cual se hace con mucho amor, y el objetivo es recalcar la importancia del rol parental y el que a diario se debe expresar el cariño por nuestros niños y niñas”, afirmó la directora.

La actividad se enmarca en la socialización del material Creciendo Juntos que es parte del Programa Chile Crece Contigo impulsado por el Gobierno y cuyo objetivo es fortalecer el crecimiento y desarrollo nutricional, emocional, social y motriz de niños y niñas, desde su nacimiento hasta los 4 años.

Las familias son el primer educador de los niños y niñas

“Tenemos claridad absoluta que para que los aprendizajes de los niños y niñas mejoren tenemos que incorporar y trabajar con las familias, porque son ellas las primeras formadoras y educadoras de sus hijos”, destacó Patricia Pino, directora de la oficina regional de O´Higgins, sobre el trabajo en conjunto que deben desarrollar los equipos educativos de Integra y las familias, en pos del desarrollo pleno y bienestar de los niños y niñas.

En el marco del Proyecto de Innovación “Primer educador, en busca del desarrollo pleno y felicidad de nuestros niños y niñas”, la directora regional de O´Higgins dio cuenta del desafío que Integra tiene por delante, ya que los niños y niñas que hoy asisten a los jardines infantiles y salas cuna provienen de diferentes tipos de familias, “es importante ver cómo vamos adaptándonos a estas nuevas formas de familia, familias que vienen de otros países, familias que están constituidas por una abuelita, por un tío. Tenemos que mirar nuestro país en un contexto distinto que nos permita incorporar estrategias para trabajar en las diferentes comunidades educativas”.

Al ser la familia el primer educador de un niño o niña es importante que en ese núcleo todo gire en torno al amor y respeto, un niño que es respetado es un niño que aprende a respetar, eso es clave, luego vienen todos los otros aspectos que van a contribuir a que la infancia sea plena.

Asimismo, María Lidia Guzmán, Coordinadora del Área Familia y Comunidad de Integra, recordó que nuestra institución busca garantizar una educación parvularia de calidad, entendiendo que los primeros años de vida son fundamentales para la formación, “por eso promovemos la asistencia a los jardines infantiles y salas cunas, ya que son el lugar donde los niños adquieren habilidades para toda la vida”. Tal como lo señala nuestra Política de Calidad Educativa, trabajamos por fortalecer la participación de las familias en el proceso educativo, potenciando y valorando las habilidades parentales.

En el encuentro, que contó con la participación de trabajadoras de Integra y representantes del Instituto Santo Tomás, también expuso Amanda Céspedes, reconocida neropsiquiatra infantojuvenil, quien hizo un llamado a los presentes a trabajar con las familias desde una nueva mirada: “en primer lugar el encuentro con este público es trascendente, porque mi preocupación como investigadora y trabajadora en el área de la educación es la primera infancia, por ende los insto a trabajar con las familias de una forma sencilla, pero con una base sólida”.

Al ser la familia el primer educador de un niño o niña es importante que en ese núcleo todo gire en torno al amor y respeto, “un niño que es respetado es un niño que aprende a respetar, eso es clave, luego vienen todos los otros aspectos que van a contribuir a que su  infancia sea plena. Que duerma las horas que son necesarias, que juegue mucho al aire libre. 70% de las horas que el niño está despierto deberían ser dedicadas a la actividad física al airea libre. Una alimentación saludable y evitar, dentro de lo que sea posible, las fuentes de estrés intrafamiliar. Los padres pueden tener una mala relación entre ellos, pero jamás debe traducirse en gritos y descalificaciones u hostilidades”, afirmó.

El período más importante del ciclo vital de una persona son los primeros cinco años de la vida, insistió Amanda Céspedes, porque “es en ese período donde se desarrollan redes neuronales que son indelebles, es decir, todo lo que aprende el niño para bien o para mal va a ser permanente en su vida y va determinar su conducta y personalidad”.

La diversidad que enriquece nuestras vidas

Llegan a nuestras vidas como ángeles caídos del cielo, para entregar amor desde el primer día que los conoces. Son diferentes sí, son eternamente niños y nos enseñan todos los días a ser mejores con los demás. En Integra estamos comprometidos por entregar una educación inicial de calidad a todos los niños y niñas, centrados en la inclusión y en el valor de las diferencias, haciendo de nuestros jardines infantiles y salas cuna lugares donde niños y niñas sean felices sin importar su condición. Esto se refleja en Ovejitas del Alto de Osorno en la Región de Los Lagos, donde se experimenta la inclusión en sus salas con tres de sus niños, a quienes sus compañeros respetan, cuidan y quieren.

Es que la inclusión que se vive en la red de salas cuna y jardines infantiles de Integra tiene un profundo significado social, que habla de equipos conectados con lo que realmente importa: aceptar al otro en su condición y aprender en conjunto de las ventajas de estas diferencias. Actualmente en educación, la diversidad nos reúne, inspira y hace reflexionar sobre la importancia de hacer realidad una política educativa inclusiva, comprometida con el aprendizaje desde lo valórico y humano, no sólo algo meramente intelectual y definido por logros.

Recientemente se celebró a nivel mundial el Día del Síndrome de Down, fecha instaurada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para aumentar la conciencia pública sobre este tema, recordar la dignidad esencial de cada ser humano y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades, en tanto, son también generadores del cambio que hacen mejor a una sociedad. El equipo educativo de Ovejitas del Alto de Osorno en Región de Los Lagos, quiso celebrar por primera vez este día, ya que conocer a Maximiliano (1 año y 10 meses) les ayudó a crear conciencia y derribar mitos sobre este tema.

Durante el año 2016 en la región asistieron a nuestros establecimientos, 60 niños con algunas formas distintas de aprendizaje, ya sea transitoria o permanente, de los cuales 18 de ellos tienen Síndrome de Down. Para apoyar el trabajo de los equipos educativos, Integra cuenta con profesionales de inclusión que asesoran en la entrega de una oferta pedagógica atingente a los requerimientos de cada niño o niñas.

Ana María Figueroa, directora de Ovejitas del Alto, menciona que para ella y su equipo ha sido una bendición conocer a Maximiliano. “Él nos ha enseñado a vencer las barreras que tenemos, que se relacionan con el miedo de enfrentarse a una situación diferente. Se conoce la teoría, pero se aprende con la práctica y eso nos ha pasado como equipo, hemos ido aprendiendo con ellos”.

Maximiliano llegó a la vida de su familia sin causar sospecha alguna. Cuenta su madre Javiera Pino, que el médico se percató que su hijo tenía Síndrome de Down solo al momento del parto. Cuando se lo comunicó, pensó “pucha por algo esto es así y lo tomo, para mi marido fue difícil al principio, pero ya lo superó”. Y es que Javiera y su familia asumió esta situación de una forma positiva, ya que, tal como resume jocosamente, “si la vida te da limones, haz limonada, y bueno yo hago limonada, pie de limón y pisco sour”.

Maxi, como cariñosamente lo llama su familia, es el menor de tres hermanos. Para Noelia, la mayor (8 años), su hermano es un muñeco y lo adora, sus amiguitas y primas encuentran que no hay nada más tierno. Francisco (3 años) comparte dormitorio con su hermano y lo trata de igual a igual, sin discriminación, juegan y hasta pelea con él. Son hermanos a todo terreno, y Maximiliano ha aprendido a defenderse en estos juegos de niños.

Camila Chaura, técnico de párvulos y Viviana Romeri, educadora, están permanentemente con Maximiliano y lo describen como un niño muy alegre y cariñoso. “Se da a querer fácilmente y se adaptó desde el primer día a la sala cuna”, comenta Camila. Dentro de las cosas que más le gusta, está el espacio de actividades “Siento y expreso”, que consiste en explorar con los sentidos su propio cuerpo. Los niños se hacen masajes con cremas en sus manos y pies, después se abrazan, “a Maximiliano le gusta sacarse los zapatos, los calcetines y tocarse los pies, así que este es su espacio favorito”.

Para Javiera, como mamá trabajadora ha sido un apoyo que Maximiliano asista al jardín, porque él lo pasa muy bien y “cuando lo voy a buscar siempre se está riendo”. Su experiencia en el jardín infantil ha sido muy buena, ya que es “de primer nivel. Me gustó todo, el ambiente muy acogedor, los niños andan todos contentos, las instalaciones son súper buenas, la alimentación la encontré espectacular y se preocupan de todos los detalles. Me he sentido súper acogida, dejo a mi hijo tranquila y sé que a la vuelta lo voy a encontrar bien”.

Durante el año 2016 en la región asistieron a nuestros establecimientos, 60 niños con algunas formas distintas de aprendizaje, ya sea transitoria o permanente, de los cuales 18 de ellos tienen Síndrome de Down. Para apoyar el trabajo de los equipos educativos, Integra cuenta con profesionales de inclusión que asesoran en la entrega de una oferta pedagógica atingente a los requerimientos de cada niño o niña, realizan seguimiento y apoyan directamente en sala. Además, desde el Departamento Educativo se entregan guías de orientación de estimulación temprana para trabajar específicamente con niños y niñas con Síndrome de Down.

Además, desde el año 2012, la institución mantiene un convenio con el Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS) que apoya a 6 jardines infantiles de la región. Esta gestión da sentido a nuestra Política de Calidad Educativa, que se enfoca en el desarrollo pleno y aprendizajes significativos, y se refleja en la felicidad de los niños y niñas con Síndrome de Down que asisten a nuestros jardines infantiles y salas cuna, donde reciben educación de calidad, y sobre todo, amor.

Fotos: Gentileza familia y jardín infantil

El milagro de la inclusión

Izan tiene 4 años y corre feliz por el patio de su querido jardín infantil “Coelemu” de la misma comuna, sus compañeros toman su mano y emprenden rumbo a universos desconocidos y batallas de héroes que solo su imaginación puede hacer realidad. Ninguno de ellos se pregunta por qué Izan corre más despacio o por qué no habla como los demás, para ellos solo importa jugar y ser felices.

Cuando Marisela Albornoz, mamá de Izan fue al hospital a dar a luz a su esperado hijo, se enteró de que tenía Síndrome de Down: “Las primeras horas fue mi marido quien estuvo con él, en un principio fue frustrante, no me esperaba lo que pasó, yo sentí rechazo, el apego lo tuvo con el papá, simplemente yo no podía estar con él”. Izan fue traslado de urgencia al tercer día al hospital de Talca, donde estuvo internado un mes debido a problemas cardiacos. Marisela estuvo con su hijo día y noche, fue entonces que se dio cuenta que tenía que salir adelante con él y que un mundo sin barreras y aceptación era posible.

A los 6 meses, Izan entro por primera vez a un jardín infantil Integra. Ahí lo recibió Paulina Candia, directora del establecimiento “Izan es nuestro vecino, cuando supimos de él, invitamos a la familia a conocer el jardín infantil, conversamos con la mamá para que integrara a su hijo. Cuando Izan llegó fue una inyección de energía para el equipo educativo, nos enriquecemos. Ha sido un desafío que hemos ido de a poco superando. Hoy Izan disfruta de grandes los logros; controla esfínter, ha mejorado su comunicación, aprendió a caminar y a integrarse con sus compañeros”. La llegada de Izan ha promovido en el jardín infantil Coelemu el desafío de la inclusión.

El compromiso de una región

En el año 2016, la región atendió a 10 niños y niñas con Síndrome de Down, cuya necesidad educativa permanente corresponde en su totalidad a algún tipo de rezago intelectual. Para hacernos cargo del desarrollo e integración de estos niños (as), se siguen los lineamientos entregados por la Política de Calidad Educativa de Integra, donde se garantiza el derecho a los niños y niñas a recibir una educación parvularia de calidad, en ambientes de convivencia bientratantes, a través de personas y equipos multidisciplinarios, que realizan intervenciones planificadas en conjunto con el equipo educativo del establecimiento y profesionales de la oficina regional.

A esto se suma el convenio firmado en 2014 con Senadis (Servicio nacional de discapacidad), que permite conformar una dupla psicosocial que interviene en los jardines infantiles priorizados según la cantidad de niños y niñas en situación de discapacidad y/o rezago del desarrollo.

Ángela Fernández, jefa del departamento de educación nos define el valor que tiene el trabajo que realiza Integra con los niños y niñas con Síndrome de Down “Desde la perspectiva del enfoque territorial, específicamente desde el profesional de inclusión, el principal valor es reconocer la diversidad como una fuente inagotable de aprendizajes y esa diversidad se observa también en las características fisiológica que tiene los niños y niñas. Desde esa perspectiva, un niño en condición de discapacidad, desde el Síndrome de Down, cuya condición es permanente nos invita a la posibilidad de reconocer aprendizajes para todos nosotros y para los equipos, desarrollando a través del ejercicio concreto de la inclusión, aprendemos a ser todos nosotros más inclusivos y hacemos el ejercicio de incorporarlo como una condición permanente con los niños y las niñas, porque finalmente quien observa la diferencia somos los adultos”.

Todos y todas formamos parte del cambio

“Todos los ejercicios de estimulación que son programados para Izan, se integran en la planificación educativa del nivel y es transversal para todos los niños, quienes acompañan realizando cada uno de los ejercicios que el equipo enseña, de tal manera que Izan se sienta acompañado”, explica Paula Arévalo, Profesional de Inclusión de Integra Biobío.

Llega la hora de almorzar e Izan sigue riendo con sus amigos y con “el Gary”, como llama a su papá, quien agradece la ayuda que les ha brindado el equipo educativo del jardín infantil Coelemu; “son las tías quienes les enseñaron a comer solo, a sentarse en la silla y a dejar los pañales; Marisela y yo reforzamos en la casa, pero son ellas las que durante todo el día sacan lo mejor de nuestro hijo”.

Marisela, Gary e Izan son uno de muchos ejemplos donde la inclusión se hace presente en el día a día.

“Elegí este jardín para mi hija porque está cerca del colegio donde estudio”

Karina Godoy Pastén tiene 17 años y cursa cuarto medio en el Colegio Bernardo O’Higgins, de La Serena. Es menuda, sonríe con los ojitos y es dueña de una voz cálida y suave, aspecto juvenil que esconde a una tremenda y valiosa mujer, madre de Samantha, de 3 meses de edad, quien es lactante de la nueva sala cuna y jardín infantil Huerto 18, inaugurado el lunes 20 de marzo en el marco del inicio del año parvulario 2017 en la Región de Coquimbo.

Karina y su hija se robaron la película en la ocasión. Y es que su testimonio da cuenta de la relevancia de las salas cuna y jardines infantiles en la vida de cada una de las familias beneficiadas, porque cada familia es una historia.

“Al ser madre soltera el jardín infantil me permite preparar un mejor futuro para mi hija, porque mientras ella se encuentra aquí, yo puedo adquirir las herramientas necesarias para sacarla adelante”, señaló en su discurso frente a las más de 200 personas presentes. Al equipo de prensa de TVN le explicó que la tarea no ha sido fácil, pero que Samantha todo lo vale. “Es difícil, pero hermoso. Cuesta, pero ella es tan linda, que vale la pena su sonrisa”, dijo.

“Elegí este jardín porque está cerca de mi colegio. Yo cuento con todo el apoyo de mi familia pero todos trabajan, entonces tengo que venir a dejarla y llegar más tarde al colegio. Porque me queda cerca y como yo soy la mamá, quiero hacer el rol de mamá y por cualquier emergencia quiero venir yo a buscarla”, agrega.

“Este es un jardín infantil muy acogedor, con un personal muy preparado y que transmite la confianza necesaria para dejar a nuestros hijos e hijas en sus manos. Sinceramente agradezco todo el apoyo que el jardín infantil Huerto 18 me brinda y no tan sólo a mí, sino a todas las madres presentes”, sostuvo Karina.

El nuevo jardín infantil Huerto 18 y el inicio del año parvulario

La habilitación de nuevos espacios educativos y la ampliación de cobertura en educación parvularia fueron los aspectos más destacados por las autoridades que encabezaron el inicio de año parvulario: el Intendente Claudio Ibáñez; el Seremi de Educación, Pedro Esparza; y las directoras regionales de Integra y Junji, Carmen Gloria Salamanca y María Angélica Romero, respectivamente.

Porque una de las áreas prioritarias del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet es el fortalecimiento integral de las garantías para el desarrollo de la primera infancia y, en particular, avanzar hacia un sistema de educación parvularia de calidad, pública y gratuita, como derecho social para los niños y niñas.

Precisamente, el jardín Huerto 18 forma parte de estos avances y por ello fue inaugurado en la oportunidad. El establecimiento cuenta con dos niveles de sala cuna y dos niveles medios, para una capacidad de 96 niños y niñas, y significó una inversión de más de $770 millones por parte de Integra, en infraestructura, material didáctico y equipamiento.

El jardín es 100% accesible, en virtud del valor de la inclusión, al que Integra adhiere como institución educativa. “Esto no es solamente la infraestructura, no es solamente un jardín infantil bonito, con materiales y equipamiento de primera calidad, sino también destaco la calidad de quienes trabajan en este jardín infantil, eso es lo que se ofrece a esta comunidad de Pampa Baja con Seminario, comuna de La Serena, como en tantos otros jardines”, agregó Carmen Gloria Salamanca, Directora Regional de Integra, quien hizo un especial reconocimiento al equipo de trabajo, encabezado por la educadora Elizabeth Trigo.

“Estoy feliz de iniciar de esta manera el año parvulario y también de inaugurar nuestro jardín, tan esperado por la comunidad. Entregamos una educación de calidad a todos los niños y niñas del sector y muchos también que vienen de otros lugares, pero que trabajan por acá. Feliz de poder aportar a la educación y de tener a los niños y niñas con nosotros”, remató Elizabeth.

“Gracias al jardín puedo trabajar”

Elizabeth Lizana Ramírez es una de las apoderadas del jardín infantil y sala cuna Amanecer de Integra, que funciona en el principal balneario de la Región de O’Higgins, Pichilemu.

Ella pertenece al 93 por ciento de las madres que puede trabajar durante el verano gracias al programa Vacaciones En Mi Jardín. De no existir dicha instancia, simplemente no podría hacerlo.

Como Elizabeth, otras aproximadamente 100 personas de la mencionada comuna (de un total de 576 en la región) cuentan con el programa, el que permite dar continuidad a la atención que ofrecen los establecimientos durante el tiempo que deben interrumpir su atención por el permiso especial de vacaciones de verano.

Así se les brinda a niños, niñas y sus familias un programa con énfasis en el bienestar a través de una propuesta centrada en el juego y la recreación durante este período.

Juan Bravo Molina, el papá adoptivo de Elizabeth, también lo sabe, ya que es él quien le da trabajo a su hija en el kiosko Los Marinos, que está ubicado justo frente a la playa y que posee desde hace ya 17 años.
“Es super bueno el jardín, porque es harto complicado tener al niño en el negocio para los que trabajamos acá. Mi hija tiene un horario en el que tiene que entrar a trabajar, y el niño igual le quitaba hartas horas de trabajo. El cuidado que le dan en el jardín es super importante porque hay personas que están atentas al niño, no es como en el kiosko, en que va pa´ allá, va pa acá, pa´ todos lados”, asegura Juan Bravo.

Elizabeth reconoce esta situación, por eso agradece el que pueda llevar a Julián al jardín, donde no solo valora la enseñanza, los cuidados y el juego que le brinda el equipo educativo, sino también los avances que ha podido notar en él.

“Yo sé que los niños están bien cuidados y yo tengo que trabajar y me pasa que no puedo tenerlos acá, gracias al jardín puedo trabajar, así que nada que decir. Mi hijo habla super poco, es bien tímido, pero cuando llega al jardín, él se entretiene con los compañeros y después cuando vuelve, como que llega más loro, habla más, juega más”, expresa Elizabeth.

“El jardín infantil ha sido un apoyo fundamental”

Luis llegó hace 16 años a Chile desde su natal Sao Paulo, Brasil. Era futbolista y su futuro era promisorio: jugó en Everton y Cobreloa. Lamentablemente una lesión lo obligó a retirarse de la cancha y buscar nuevos rumbos; volvió a Brasil, pero luego decidió regresar a Chile porque “había formado lazos importantes, tenía muchas amistadas y conocía gente buena”, explica y agrega que “tuve suerte. Una familia chilena que conocí me acogió como un hijo más, me ayudaron a lograr mis objetivos y ahora ellos son mi familia también”.

Como extranjero residente en Chile Luis participó en el Conversatorio por el Día Internacional del Migrante, organizado por el Ministerio de Vivienda en el jardín Arcoíris de Integra, lugar que conoce muy bien ya que es parte de la comunidad educativa porque su hija menor, Victoria de 3 años, asiste al jardín infantil.

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Luis cuenta que su vivencia en el país ha sido positiva, pero que no ha estado exento de situaciones y actitudes discriminatorias en su ámbito laboral. Contento destaca que, en el jardín Arcoíris, su experiencia “ha sido espectacular, especialmente para las familias que no tenemos redes de apoyo. Las tías son acogedoras, amables y nos escuchan. Lo recomiendo mucho para las familias que vienen de otro país porque aquí encontrarán un tremendo soporte. Nos permite trabajar y acá la Victoria aprendió a ser más autónoma, a compartir, comer sola y ayudar a sus compañeros”.

Luis estaba feliz y orgulloso. ¿Por qué? “La Victoria pudo viajar a Brasil a conocer a su familia y así reforzar sus raíces. Ella ya entiende portugués, sabe cuál es mi bandera y aprende mi país natal y nuestras raíces”, nos cuenta. Ahora la vida de Luis está en Chile, su familia es chilena y junto a sus hijas construyen raíces y tradiciones chileno-brasileras para su futuro.

“No hay mejor lugar para tu hijo que el jardín”

Para Belén Verá (21 años) trabajar tranquila sabiendo que su hijo Lucas se encuentra en un lugar seguro, donde además de recibir cariño, aprende y se desarrolla feliz, es una oportunidad que no tiene precio. Por eso, al igual que muchas familias, en la búsqueda del mejor lugar para su hijo, recorrió diferentes salas cuna de Villa Alemana, la mayoría privadas, hasta que por una red social se enteró de la apertura del nuevo jardín infantil de Integra en la comuna.

La sala cuna y jardín infantil Altamirano abrió sus puertas en marzo de 2016. Una moderna y nueva infraestructura de dos pisos, que se emplaza en una superficie de 463m2 construidos y que significó una inversión total de $ 439.070.724, para que 20 nuevos lactantes y 28 párvulos del sector tuvieran acceso a experiencias educativas de calidad que favorecen su desarrollo pleno, en un ambiente que los desafía a descubrir y conocer a través del juego.

“La infraestructura y los materiales educativos no tienen nada que envidiarle a un jardín infantil privado. El equipo educativo y el trato con los niños y niñas son excelentes. Me queda cerca de la casa y todos los días me voy a trabajar tranquila”, nos cuenta la mamá de Lucas, mientras hace una pausa en su jornada laboral.

¿Qué le dirías a una familia que busca un nuevo jardín infantil o sala cuna para su hijo? y Belén contesta con una seguridad que impresiona: “Que no hay mejor lugar para tu hijo, que éste”.