Apoyando a los niños en situaciones difíciles

La contingencia social que está viviendo nuestro país puede afectar el curso normal de las cosas, generando la sensación de inseguridad, ansiedad o tristeza en nuestros niños y niñas. Por eso, el servicio psicológico gratuito de Fonoinfancia (800 200 818) de Fundación Integra, entregan algunas recomendaciones para que los adultos puedan entender su comportamiento, apoyarlos y devolverles la seguridad que necesitan para jugar felices y seguir desarrollándose.

Los expertos de Fonoinfancia, explican que luego de los hechos ocurridos en los últimos días es normal que los adultos sientan miedo, impotencia, confusión y se sientan sobrepasados en su capacidad habitual para enfrentar problemas. Por eso, recomienda hablar de los hechos y sentimientos que provocan estas reacciones para que los niños aprendan poco a poco a manejarlos de mejor manera.

Los niños pueden tener emociones confusas; sentir miedo, pena; que no tienen control sobre lo que pasa, creer que pueden quedar solos; creer que los adultos los ignoran; pensar que son un problema para los otros; sentir que están en peligro y que les es difícil adaptarse a los cambios vividos, etc.

Por esta razón, es importante poner atención en ciertos comportamientos de su hijo o hija, que serán normales por un tiempo:

• Se muestra extremadamente apegado a su mamá, papá o adultos cercanos.
• Llora más o grita sin motivo aparente o, por el contrario, está más silencioso y retraído de lo normal.
• No quiere ir al jardín o a la escuela.
• Tiene temor a estar solo, miedo a los extraños, a los animales o a situaciones que no ha temido antes como a la noche y a la oscuridad.
• Episodios en que se haga pipí o incluso caca en la cama o en la ropa.
• Su apetito puede aumentar o disminuir.
• Presenta problemas para dormir y/o tiene pesadillas.

Los psicólogos expertos de Fonoinfancia explican que estas reacciones pueden aparecer inmediatamente después de haber presenciado situaciones de crisis o de ver una noticia en televisión, o bien luego de varios días, semanas o meses. En la mayoría de los casos, los síntomas irán desapareciendo de a poco, en la medida que el niño o la niña vaya asimilando lo sucedido en un contexto que lo acoja, le ayude a entender y a retomar la cotidianidad.

¿Qué podemos hacer los adultos para ayudar a los niños?

• Ayúdeles a comprender lo que está ocurriendo, explicándoles con claridad y en palabras simples.
• No exageremos ni minimicemos lo que está pasando.
• Evitemos exponer a los niños a situaciones de descontrol o pánico en los adultos. Recuerda que para ellos los adultos son sus referentes de comportamiento.
• Explícales lo que aparece en la televisión y en la radio. Los niños necesitan ser informados de acuerdo a su desarrollo.
• Digámosles que es muy normal tener miedo en una situación como esta.
• A través del juego, genera espacios para ayudarlos a hablar y expresar sus sentimientos.
• Entreguemos un ambiente de seguridad y contención.
• Ayudémoslos a conectarse con la alegría y la esperanza, por ejemplo retomando la rutina y actividades normales dentro de lo posible.
• Si como adulto no te sientes en condiciones de calmar o contener, intenta que otro adulto importante para el niño o niña pueda apoyarlo.

Si los síntomas persisten por largo tiempo o interfieren demasiado en las actividades habituales de los niños, puede consultar gratis a un psicólogo a Fonoinfancia de Fundación Integra (800 200 818), un servicio telefónico gratuito -desde red fija y celulares- y confidencial, atendido por un equipo de psicólogos que ayudan a resolver dudas relacionadas con situaciones que surgen en la crianza y desarrollo de niños y niñas. Fonoinfancia atiende de lunes a viernes entre 8:30 y 21:00 hrs.

Fonoinfancia tiene nuevo horario y animaciones

Desde el 1 de julio comenzó a funcionar el nuevo horario de atención de Fonoinfancia, de 08:30 a 21:00 horas, de lunes a viernes. Este cambio no solo significó un aumento en el número de psicólogos que contestan las líneas, sino también en una extensión en la edad de casos que se atienden, de 0 a 9 años.

“Cuando ser padres se vuelve difícil, Fonoinfancia lo hace más fácil”. Bajo ese lema, el 31 de mayo de 2001, comenzó este servicio de orientación telefónica, dependiente de la Fundación Integra y el subsistema de protección integral a la infancia Chile Crece Contigo.

A través de una intervención no presencial confidencial y liderada por un equipo de psicólogos/as capacitados, la línea telefónica gratuita 800 200 818 busca fortalecer las competencias de las personas responsables en el cuidado y la protección de los niños y las niñas, con un enfoque de respeto y promoción de los derechos de la niñez.

En sus 18 años de existencia ya suma más de 177.000 consultas. El 45% son llamados de orientación relacionadas con inquietudes en un área específica del desarrollo de niños, niñas y jóvenes, expresadas principalmente en manifestaciones emocionales, conductuales o en relaciones sociales.

En los últimos 6 años, más de 23 mil personas recibieron orientación psicológica gracias a Fonoinfancia. Asimismo, desde el 2016 comenzó a funcionar la modalidad chat. Hasta la fecha se han recibido 5047 consultas por este medio.

¿Cómo preparar a los niños para el cambio de hora?

Este sábado 6 de abril, a las 23:59,  los relojes deberán regresar en el tiempo una hora (en Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez el cambio ocurrirá a las 22:00 hrs.), iniciando en gran parte del país el horario de invierno.

Este ajuste impulsado por el Ministerio de Energía, que no afectará a la región de Magallanes y la Antártica Chilena, busca aumentar el provecho de la luz natural. Sin embargo, esta medida puede repercutir en los hábitos de nuestros niños y niñas.

La psicóloga del Departamento Fonoinfancia de Fundación Integra, Claudia Moya, explica que “la primera semana tras la modificación horaria es posible que nuestros hijos presenten alteraciones normales, por ejemplo, problemas con las rutinas de sueño, alimentación o mayor irritabilidad en sus actividades cotidianas”.

“Por ello es necesario que como padres o tutores responsables tomemos algunas simples medidas para facilitar este ajuste en el reloj biológico de los niños y las niñas”, enfatiza la experta.

¿QUÉ HACER?

La especialista plantea a los padres que “al menos dos o tres días antes del cambio es ideal que atrasemos progresivamente unos 15 minutos las rutinas de los niños, como la alimentación y los horarios para levantarse y acostarse. Es relevante que estos cambios de hábitos sean compartidos por el resto de los integrantes de la familia, así habrá un proceso integral en el hogar”.

“Al momento de conciliar el sueño, el día más complejo para nuestros hijos es el domingo por la noche, ya que se podrían incomodar por un horario que no les resulta normal. Sin embargo, estos inconvenientes deberían ir en descenso en los próximos tres días o máximo una semana”, explica.

La psicóloga de Integra, red nacional de salas cuna y jardines infantiles, llama a los adultos a tener “paciencia” y “ser ingeniosos”. “Cada niño y niña es único, por ello pueden reaccionar de diferentes maneras. Para ayudarlos podrían invitarlos a cambiar juntos el reloj o hacerles notar los cambios de luz en los horarios en que veían sus monitos”, detalla.

Por último, Claudia Moya enfatiza que “siempre el diálogo fortalece la relación con nuestros hijos e hijas. Este cambio puede servir para explicarles la realidad que los rodea, por ejemplo, las estaciones del año, las caídas de las hojas en otoño o el aumento de las actividades al interior de la casa por la baja de las temperaturas”.

Fonoinfancia es un servicio gratuito que entrega la Fundación Integra y funciona a través del teléfono 800 200 818 y vía chat en www.fonoinfancia.cl. Es atendido de lunes a viernes, de 9:00 a 18:00 horas, por psicólogos especialistas en temas de infancia, familia y violencia.

Mamá ¡estoy aburrido!

Las vacaciones son una oportunidad para descansar, recuperar energías, explorar nuevas experiencias y aprender con otras actividades. Todo esto implica que durante estas semanas la dinámica familiar regular se modifica, lo que paradójicamente, puede estresar y agobiar a muchos papás y mamás que no saben cómo abordar este nuevo escenario. Por eso, los sicólogos de Fonoinfancia, servicio de apoyo en temas de crianza, entregan las siguientes recomendaciones para las familias durante las vacaciones:

1. Establece una rutina más relajada que permita reorganizar el tiempo libre.

2. Conversa en familia sobre cómo los más grandes y chicos quieren divertirse en estas vacaciones para llegar a un acuerdo que respete la edad y los intereses de todos.

3. Evita decirle a los niños y niñas qué es lo que los adultos haríamos en su lugar. Estas comparaciones no ayudan ni promueven el acercamiento entre adultos y niños, provocan que estos últimos se sientan incomprendidos.

4. Asegúrate de que la nueva rutina en vacaciones considere los intereses y habilidades de niños y niñas. De esta manera estimulas su desarrollo y transmites al niño que los adultos reconocen y valoran sus intereses.

5. No obligues a los niños o niñas a desarrollar actividades extra programáticas, puede resultar contraproducente. Para motivarlos y generar interés, acércalos de a poco a la actividad, relacionándola con personajes o historias que les gusten, invitando a amigos, etc.

6. Aprovecha las vacaciones para desarrollar la creatividad, acompañando a niños y niñas a buscar alternativas que no ven por si solos, para descubrir nuevas posibilidades.

7. A veces el “aburrimiento” de los niños también puede ser entendido como una petición de compañía. No es lo mismo estar juntos en un espacio físico que compartir temas, actividades, conversar, disfrutar en un ambiente afectivo. Si los padres no están de vacaciones, según sus posibilidades, pueden buscar en qué momento ir generando estos espacios de encuentro.

8. Juega con tu hijo o hija. El juego es el lenguaje natural de los niños, es su forma de comunicarse, divertirse, aprender y conocer el mundo, por lo tanto, es una estrategia muy efectiva para compartir con ellos.

9. Recuerda que no siempre es necesario armar grandes juegos y actividades para compartir con tus hijos y entretenerlos. En ocasiones puedes aprovechar las actividades cotidianas del hogar para jugar con ellos. Por ejemplo, puedes invitarlos como ayudantes al momento de cocinar, ponerles un gorro de cocinero y que te ayuden en el proceso.

Equipos y familias celebraron a Fonoinfancia con el Buzón Viajero

Con motivo de la celebración de los 17 años de Fonoinfancia, servicio gratuito de apoyo  en temas de crianza, Fundación Integra en la región de La Araucanía creó el Buzón Viajero, una iniciativa que de forma simbólica busca acercar a las familias al servicio.

Fue el equipo del jardín infantil Padre Las Casas el encargado de construir el buzón, el que fue ubicado en un lugar accesible para las familias, las que fueron invitadas a dejar en el buzón aquellas dudas o consultas que crean puedan ser respondidas por los profesionales de Fonoinfancia. “Es una buena manera de acerca a las familias a este servicio”, dijo Sandra Aravena, directora del establecimiento.

Fonoinfancia es un servicio de atención no presencial gratuito, confidencial y de cobertura nacional perteneciente a Fundación Integra, que es atendido por un equipo de psicólogos y psicólogas especialistas en temas de infancia y familia y que apunta a promover relaciones de buen trato hacia nuestros niños y niñas, entregando a los adultos herramientas para una crianza respetuosa.

En el lugar, apoyado por el equipo educativo, el encargado de Protección de Derechos del Departamento de Promoción y Protección de la Infancia, José Millaleo, realizó una charla informativa acerca de Fonoinfancia, entregando toda la información necesaria para que cada vez más las familias puedan utilizar este servicio, ya sea a través de la página Fonoinfancia.cl o del teléfono gratuito 800 200 818. La presentación incluyó videos, la explicación de diversas situaciones y también un espacio para las preguntas, el que fue aprovechado por las familias indicando las diversas situaciones que han vivenciado con sus hijos.

Para la directora del establecimiento, Sandra Aravena, “esta celebración de los 17 años fue una tremenda instancia para nuestro equipo y las familias, que pudieron abrir sus dudas y segur aprendiendo. Llegaron en un gran número y eso muestra el interés que tienen por la educación de sus hijos. La reunión fue muy positiva y como equipo estamos orgullosas de albergar este importante hito”.

Por una semana estará este buzón; y este jueves 14, llegará a su segunda estación, el jardín infantil y sala cuna “Frutillita” de Temuco. Estará en total 4 semanas recorriendo diversos establecimientos de Integra.

En sus 17 años de existencia Fonoinfancia ya suma alrededor de 160 mil consultas, siendo las más comunes y frecuentes las relacionadas con agresividad y oposicionismo.

Fonoinfancia es un servicio de atención no presencial gratuito, confidencial y de cobertura nacional perteneciente a Fundación Integra, que es atendido por un equipo de psicólogos y psicólogas especialistas en temas de infancia y familia y que apunta a promover relaciones de buen trato hacia nuestros niños y niñas, entregando a los adultos herramientas para una crianza respetuosa.

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Fonoinfancia: 17 años junto a las familias

A mi hijo le cuesta hacer amigos, cómo puedo hacer el tránsito de amamantar a la alimentación sólida, qué hacer cuando los hermanos se pelean, cómo hablar de la separación o de la muerte de un ser querido o es adecuado hablar con los niños sobre sexualidad, son algunas de las preguntas que diariamente recibe el equipo de psicólogos de Fonoinfancia, servicio de atención no presencial y gratuito, que cumple 17 años contribuyendo a la promoción de una crianza respetuosa y las relaciones de buen trato hacia niños y niñas.

A la fecha Fonoinfancia ha recibido cerca de 160 mil consultas de padres, madres y cuidadores de todo el país, además de equipos de jardines infantiles y salas cuna de Fundación Integra, las que son atendidas por un equipo de psicólogos especialistas en temas de infancia, crianza y familia. “Si bien quienes generalmente acuden al servicio son mujeres, se observa un incremento en el número de consultantes hombres, lo que podría explicarse tanto por el fomento de la paternidad activa, así como también por la incorporación de nuevas tecnologías a nuestro servicio, siendo el chat aparentemente una forma de contacto que resulta amigable para los varones”, explica Cecilia Calvo, jefa del servicio.

De lunes a viernes, entre las 08:30 y 19:00 el equipo de atención psicológica recibe las consultas al número gratuito 800200818 o a través del chat, ingresando a www.fonoinfancia.cl

“Me sirvió mucho la ayuda. Me aclaró puntos que no podía arreglar en la vida con mi hijo”, “la profesional me ayudó a darme cuenta de mis necesidades y también surgieron nuevas cosas y temas por explorar. Estoy contenta con el servicio”, son alguna de las opiniones de las familias usuarias, que gracias a la incorporación del chat, en el año 2016, provienen de todas partes del mundo.

Es así como Fonoinfancia se consolida como un espacio de apoyo y orientación a los adultos responsables del cuidado de un niño o niña, sobre todo para quienes enfrentan por primera vez la difícil tarea de criar a un niño. Al respecto, Cecilia Calvo explica que “así como es fundamental el respeto por los niños y niñas como sujetos de derecho, es primordial el respeto por las personas que están siendo padres y madres por primera vez. Es importante transmitir que no hay que saberlo todo y que es sano y positivo sentir la necesidad de preguntar, pedir ayuda, buscar información y buscar acompañamiento amoroso y sin muchos juicios. Toma tiempo conocer a un hijo o hija… pero llegará un momento en que cada padre o madre va a reconocer su modo propio de relacionarse y acompañar a ese hijo o hija en particular”.

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Fonoinfancia amplía horario de atención

Para responder de mejor manera a las necesidades de las familias, equipos educativos y adultos responsables de niños y niñas, Fonoinfancia amplió su horario de atención de lunes a viernes (excepto festivos) de 8.30 a 19.00 horas.

Fonoinfancia es un servicio gratuito atendido por psicólogos, orientado a apoyar a las familias en la crianza, promoviendo el respeto, bienestar y desarrollo integral de niños y niñas. Quienes quieran comunicase pueden hacerlo al teléfono 800 200 818 o a través del Chat en el sitio www.fonoinfancia.cl

Con este nuevo horario de atención se espera acercarse aún más a los usuarios, quienes han manifestado la necesidad de comunicarse con Fonoinfancia en un horario fuera del laboral, lo cual les permite tener mayor disposición para conversar y expresar sus necesidades.

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¿Qué hacer cuando a mi hijo o hija le cuesta hacer amigos?

Empezar a relacionarse con otras personas implica siempre un desafío. Desde el nacimiento, los niños se relacionan principalmente con adultos, y después de un tiempo, variable en cada caso, comienzan a relacionarse con otros niños. Muchas veces esto sucede con la entrada al jardín y compartir implica poder postergar los propios deseos, cosa que a los niños les resulta complejo, pues están recién aprendiendo a hacerlo.

Por eso, los profesionales de Fonoinfancia describen a continuación varios factores que son importantes tener en cuenta cuando nuestro hijo/a comienza a relacionarse con otros niños:

Es esperable que este proceso se desarrolle con obstáculos. Para los niños es algo absolutamente nuevo e implica muchos desafíos, pues significa que no puedo jugar siempre a lo que yo quiero o hacer las cosas a mi manera. Seamos comprensivos y pacientes para acompañarlos en esta etapa.

No esperemos que nuestros hijos/as aprendan de manera solitaria. Si le decimos a un niño/a “tienes que compartir”, es lo mismo que si le dijéramos “tienes que resolver esta fórmula matemática”. La sola orden o límite no basta; necesitan de nuestro ejemplo.

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No nos quedemos en decir “así no se hace”. Empaticemos y mostremos alternativas. Es fundamental acompañar a nuestros hijos en estas experiencias y estar presente para mostrarles en el momento qué hacer si aparece un conflicto, o cómo se hace eso de compartir. Es fundamental ir poniendo palabras a este aprendizaje, y a la vez mostrar, con ejemplos concretos, cómo pueden resolver algún problema.

También es esperable que algunos niños tarden más en hacer amigos. Lo importante es que, como padres o cuidadores, podamos observar qué recursos y características puede utilizar cada uno para relacionarse, y ayudarlos a desarrollar sus habilidades, sin presionarlos ni exigirlos.

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Si tienes más dudas, o quieres conversar sobre tu caso en particular, comunícate con Fonoinfancia de lunes a viernes de 9:00 a 18:00 hrs al 800200818, gratuito para todo Chile, o contáctalos a través del Chat en www.fonoinfancia.cl

Educación cívica desde la cuna

El 23 de octubre del 2016 se celebrarán las Elecciones Municipales, en las cuales se podrá elegir a los representantes para los cargos de alcaldes y concejales de las 346 comunas de nuestro país. Por eso profesionales del Departamento de Educación junto a sicólogos de Fonoinfancia, ambos de Integra, entregan orientaciones para que las familias puedan fomentar en niñas y niños, procesos participativos que garanticen la igualdad de derechos, promoviendo personas capaces de respetar la diferencia, la diversidad y las posibilidades de todos, en un contexto democrático.

Para Cecilia Calvo, jefa de Fonoinfancia, la elección debe ser vista como la posibilidad de tomar una decisión en diversidad de opciones resaltando el poder de elegir: “Como padre o adulto significativo, te puedes preguntar ¿en qué cosas dejo a mi hijo decidir?, ¿en qué momento lo ayudo para que él tome decisiones?, ¿cómo enseño a mi hijo a tomar decisiones?, ¿elijo siempre por él?, ¿le explico cuáles son las posibilidades y riesgos?, o ¿solo me remito a decir “sí o no”?”.

Según comenta la especialista, hay instancias cotidianas donde podemos comenzar a sembrar el terreno para elecciones futuras más complejas: “Todas estas preguntas son ejercicios de participación y educación cívica, porque es educar a tus hijos en autonomía y en la toma de decisiones responsables. Por ejemplo, al hacerlo decidir entre el pantalón de color blanco y el color azul, él será el responsable de sus propias decisiones”.

Recomendaciones:

• Enséñale a tu hijo o hija cuál es la labor del alcalde y del concejal en la comuna en la que viven, acercándolo a su realidad. “El alcalde es la persona que tiene la máxima autoridad en nuestra comuna, quien está encargado de mejorar la calidad de vida de todos los que habitamos en ella. Es como el capitán del equipo de fútbol o el presidente de curso”.

• Enséñale la importancia que tienen las elecciones para un país y lo clave de participar en ellas (“al votar, estás expresando tu opinión y estás eligiendo”).

• Transmite las distintas opiniones que hay en torno al voto, sin sesgarlos con el discurso sobre lo bueno o malo según el juicio propio.

• Asiste con tu hijo o hija a votar para que vivan el proceso juntos y comprendan que en un país democrático es importante, porque es un derecho y deber ciudadano. Los niños aprenden con la experiencia.

• Explícales la importancia de respetar a los diferentes candidatos a alcaldes y concejales.

• Explícales que existe una convención de derechos del niño, enséñales cuáles son sus derechos.

Entérate de los puntos que tienes que tener en cuenta para ejercer tu derecho a voto en www.servel.cl 

De la casa al Jardín. Niños/as y adultos enfrentados a un nuevo desafío

¿Qué sería esperable que ocurriera cuando mi hijo/a comience a asistir al jardín?

…que no llore cuando lo deje

…que siempre se despida tranquilo/a y contento/a

…que no se quiera venir conmigo a la casa

…que no tenga problemas para quedarse con adultos extraños y en un lugar que no conoce

…que quiera compartir con muchos niños y niñas que no conoce

O

…que llore, grite y se aferre a mí cuando lo/a dejo

…que no se quiera levantar ni vestir en la mañana

…que no quiera comer, ir al baño ni dormir en el jardín

…que cada vez que le pregunto, se enoja o pone a llorar

Ciertamente, no es una pregunta fácil de responder y es porque el ingreso al jardín infantil es un hito no solo en la vida del niño o la niña, sino también para su familia. Es un proceso no exento de dificultades, ya que no es uniforme y no siempre se da de una manera “ideal ni sencilla”, es por esto que todas las alternativas mencionadas anteriormente son posibles y esperadas.

Lo que le pasa al niño/a…

Las diversas manifestaciones que el/la niño o niña puede expresar en su relación con el jardín infantil, se pueden explicar por una parte a partir de las propias características de la etapa del desarrollo en que se encuentre (lactante o párvulo).

En este sentido es importante considerar que los niños y niñas pueden presentar reacciones de ansiedad al momento de separarse de sus padres o adultos cuidadores a través de señales de temor, cautela o timidez frente a extraños; el cambio de rutina también puede provocar sensaciones de inseguridad o inestabilidad, lo que a nivel emocional se puede expresar en llanto, irritabilidad o cambios en hábitos ya adquiridos.

Todo lo anterior, obedece a una forma distinta de la usada por los adultos para “comunicar” sus emociones y pensamientos y que es el lenguaje corporal. A su vez, algunos niños y niñas vivencian esta experiencia como una suerte de abandono, pues les es complejo aún comprender algunas nociones de espacio y tiempo, razón por la cual la separación es vivenciada de manera angustiante ya que no saben por cuánto tiempo ésta se va a extender (no han desarrollado aun la capacidad para entender el concepto de “transitoriedad”).

Lo que le pasa a los adultos

Por otra parte estas sensaciones de inseguridad, ansiedad e incertidumbre- que son esperables- muchas veces se agudizan a partir de la forma en que los adultos abordamos este proceso y qué le transmitimos a niños y niñas, por ello es que muchas veces la adaptación al jardín infantil se ve interferida más bien por la reacción del adulto que por las naturales expresiones de niños y niñas frente a algo nuevo en sus vidas.

Un ejemplo de ello es cuando no hemos anticipado al niño/a que comenzará a asistir al jardín, lo que implicará esto en su rutina diaria (a qué hora se levantará, con quién se quedará, por cuánto tiempo, etc.) y qué podría llegar a sentir al separarse por primera vez de sus padres. Otro ejemplo es cuando frente a la angustia del niño o niña, no nos despedimos y nos vamos sin que se de cuenta, suponiendo que no lo va a notar. Con lo anterior, sin quererlo, reafirmamos la sensación en el niño o niña de no entender y/o de desconfiar de la situación; con esta “huida” no le damos la posibilidad de expresarnos las sensaciones que le surgen respecto a la despedida y dejamos esa responsabilidad a un adulto que aún no es significativo para el niño o niña. Como padres además, perdemos la oportunidad de estar presentes para acoger, consolar, explicar y ayudarle a incorporar esta nueva experiencia.

Entender que somos quienes podemos ayudar al niño o niña a elaborar esta experiencia de una manera saludable y enriquecedora, nos permite reparar en la importancia -no solo de los gestos y actos- sino también del discurso que sostenemos como familia respecto al ingreso al jardín infantil.

En este sentido, a veces entregamos a niños y niñas explicaciones del “por qué se debe ir al jardín infantil”, que se basan en las necesidades del mundo adulto y que resultan muy abstractas, difíciles de comprender y asimilar para ellos, por ejemplo: “los papás van al trabajo y los niños al jardín”; “si no vas al jardín yo no puedo ir a trabajar y si no trabajo, no te puedo comprar las zapatillas ni los dulces que te gustan…”; “tienes que ir al jardín para estudiar, para que vayas al colegio…”; “todos los niños van al jardín, así que tu también”; “ya eres grande, tienes que ir al jardín” razones que tienden a invisibilizar al niño o niña y sus necesidades, planteando motivaciones que tienen sentido para el adulto, pero no para el niño o niña porque ellos viven en el aquí y ahora, centrados en sí mismos y le es difícil proyectarse, ponerse en el lugar de otros y visualizar el “beneficio” que esto traerá en el futuro.

Sería deseable entonces que les mostráramos los beneficios de esta nueva etapa transmitiéndoles por ejemplo: “en el jardín puedes jugar con niños de tu misma edad”; “en el jardín hay muchos juguetes y materiales entretenidos que no están en casa”; “puedes aprender canciones y juegos nuevos con las tías y los demás niños”; “en el jardín puedes aprender cosas que yo no sé o no puedo enseñarte en la casa…”, etc.

La adaptación, un proceso permanente

Ahora bien, las manifestaciones o reacciones emocionales mencionadas al comienzo, pueden darse al inicio del proceso de ingreso al jardín infantil, pero también pueden darse a lo largo del año. En este sentido cabe hacer una distinción, y es que muchas veces cuando estas reacciones se dan en períodos que no coinciden con que el niño/a haya estado ausente por periodos largos de la rutina del jardín (vacaciones, enfermedades, etc.), pueden deberse a cambios o crisis que se estén suscitando al interior de la familia y que se expresan en este contexto, por ejemplo separación de los padres, enfermedad de algún familiar, nacimiento de un hermanito, cambios de casa, entre otras.

Es, a propósito de la estabilidad que requieren niños y niñas, y de lo sensibles que son a los cambios en sus rutinas de vida (propias de la etapa del desarrollo), que estas vicisitudes pueden reeditar sensaciones vividas en el proceso de adaptación al jardín, o bien presentarse por primera vez, donde el niño o niña expresa y manifiesta desconcierto, preocupación y el anhelo o nostalgia del espacio que brinda la contención familiar.

¿Cómo podemos favorecer el proceso de adaptación?

Si bien la “aparición” de reacciones no habituales o “síntomas” resulta inquietante y a veces difícil de abordar para el adulto, es muy importante destacar que SIEMPRE es saludable que el niño/a encuentre espacios para su expresión emocional, independiente de cómo se manifieste (llanto, pataletas, retraimiento, etc.), ya que da cuenta de que el niño/a es conciente, está conectado y siente que puede expresar lo que le pasa frente a estos cambios y a pesar de que esto a los adultos nos complique, somos los convocados a contener y tolerar estas manifestaciones, pues dentro de todo, podemos recibirlas como un potente y elocuente gesto de confianza.

A la luz de todo lo anterior, parece importante entender y asumir que como adultos responsables de nuestros hijos e hijas, debemos estar atentos y observando permanentemente sus comportamientos y reacciones, ya que esto nos dará las señales de lo que ellos están vivenciando. Este registro debiese permitirnos identificar que al menos algo necesita de nosotros, por lo que espera una respuesta a esta necesidad, que casi siempre involucra contener, escuchar y ayudar a encontrar formas de incorporar experiencias nuevas. En este sentido, el reto, la desesperación, el ignorar, la radicalización, el presionar, el comparar, el desborde de los adultos, etc. sólo aumentan la sensación de desconcierto en el/la niño/a, sin saber nuevamente qué hacer con lo que les pasa, pero además sintiéndose responsables por lo que le ocurre al adulto que ellos tanto quieren.

Es por esto, que parece necesario también tener en cuenta qué nos pasa como adultos frente al proceso de separación con nuestros niños/as, ya que muchas veces ésta es la primera vez que nos alejamos de ellos por un tiempo. Independiente de las convicciones y razones para tomar esta decisión, es natural que como adultos nos veamos afectados por la separación, siendo esperable sentir culpa por dejarlo, miedo o dudas frente a sus cuidados, pena y/o preocupación por sus reacciones. Tener conciencia de que nos pasan cosas nos permite -por una parte- empatizar con el proceso de nuestro hijo y -al mismo tiempo- reconocer estas sensaciones nos permite diferenciarnos del niño o niña, lo que facilitará abrir el diálogo de las emociones que nos van surgiendo con él o ella. Por ejemplo “ yo entiendo que te da pena ir al jardín porque sientes que vas a estar solo allá y yo me quedo con tu hermanito, nosotros también te vamos a echar de menos, pero nos pone contentos saber que vas a jugar con tus amigos, que lo puedes pasar bien, y que en la tarde nos juntamos de nuevo”.

Así mismo es importante mirar cómo estamos al momento de llevar al niño o niña al jardín infantil, no sólo regular lo que le digo, sino también tomar conciencia de lo que nuestro cuerpo está manifestando, ¿estoy tenso/a?, ¿acelerado/a? ¿voy con pena? de tal manera de no dar mensajes confusos y poder regular nuestras emociones a través de reconocer lo que nos pasa. Por ejemplo “te voy a dar un último besito antes de irme, sé que te da pena y a mí también me da pena dejarte triste, a lo mejor con un buen abrazo se nos pasa más rápido”.

Invitamos a la reflexión sobre este hito en el desarrollo de los/as niños/as en nuestra cultura, pues es un primer paso en el camino hacia la socialización más allá de los límites de cada familia, con todo lo que ello implica en términos de autonomía (relacionarse con otros en ausencia del adulto significativo, destacar por sí mismo, hacer elecciones, tomar decisiones, resolver conflictos, plantear opiniones, etc.).

Pero sobre todo, invitamos a reflexionar sobre la importancia de una constante observación y auto observación, esto nos puede dar luces de cómo nosotros nos estamos involucrando en este proceso, asumiendo que no es algo que sólo compete al niño/a y que nuestro actuar puede facilitar esta experiencia al ofrecer espacios seguros, claros y confiables para la expresión emocional. Al observar de manera activa, reconocemos al/la niño/a como un/a otro/a, con ritmos, características, necesidades y expresiones propias que aún cuando sus reacciones tengan estrecha relación con lo que le sucede al adulto, es importante detenerse y evaluar qué necesita el/la niño/a y qué necesita el adulto, estableciendo así una relación de respeto y acompañamiento, propios de una crianza bientratante y abierta al aprendizaje.