Modalidades no convencionales: el desafío de entregar a la niñez los saberes del jardín infantil cuando no hay uno

Ante más de 150 trabajadoras y trabajadores de educación inicial, provenientes de todas las regiones del país, el pasado 06 de septiembre la educadora de párvulos Francisca Toledo realizó una exposición rodeada de pinturas de Vincent Van Gogh y usando una vestimenta inspirada en la obra del maestro neerlandés, con la que recorre la Isla de Chiloé interactuando con niñas, niños y sus familias. En esa oportunidad, la también educadora de párvulos Pamela Rebolledo mostró su labor pedagógica en el Hospital Herminda Martín de Chillán, capital de Ñuble.

Ambas profesionales de Fundación Integra, además de presentar dos de las 17 experiencias que dieron vida al seminario Comparte Educación 2023, tienen en común una característica muy especial: su trabajo se desarrolla de forma no tradicional. Mientras una, semanalmente, cambia el clásico jardín infantil por un vehículo cargado de material educativo, la otra se adapta diariamente a la realidad médica de las y los párvulos.

Tanto el Jardín Sobre Ruedas (JSR) y Mi Jardín al Hospital (MJAH), respectivamente, son algunas de las Modalidades no Convencionales de Fundación Integra, cuyo propósito es ampliar y diversificar la oferta educativa a niñas y niños que, por diversos motivos, no pueden acceder a un jardín infantil, respondiendo a los contextos sociales y geográficos existentes en el territorio con un programa que considera a las familias y un aprendizaje en ambientes lúdicos, afectuosos y seguros.

DIFERENTES CAMINOS PARA EDUCAR

La evolución de la civilización humana va de la mano con la búsqueda de formas para transmitir el conocimiento y educar a las nuevas generaciones. Con el correr de los años, esto generó el surgimiento de diversos formatos, sistemas y teorías –unas con mayor documentación y otras con escaso material de referencia–, que trataron de responder en su minuto a este desafío.

En el caso de la educación parvularia, tanto a nivel nacional e internacional, se pueden encontrar precedentes de los modelos de educación formal, como también de la llamada no formal las que, sin importar su origen, buscan el mismo objetivo: entregar educación. Ya sea en la antigua Grecia o la corriente occidental del siglo XVII, el camino ha sido diverso, aunque no exento de dudas.

En el número nueve de los “Cuadernos de Educación Inicial” (Ediciones Junji, 2018), María Victoria Peralta, presidenta de Fundación Integra y Premio Nacional de Educación 2019, consigna que a fines del siglo XIX se retomó el debate teórico sobre cómo definir y diferenciar a la educación formal de la informal, el que se profundizó durante el siglo XX. De hecho, en 1967, Philip H. Coombs, por entonces director del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la Unesco, marcó un hito al compartir durante la Conferencia Internacional de Crisis Mundial en Educación un texto que ya hacía referencia a la “educación no formal”.

En años posteriores, y en colaboración con otros expertos, Coombs definió con mayor precisión la educación formal, como un “sistema educativo altamente institucionalizado, cronológicamente graduado y jerárquicamente estructurado que se extiende desde los primeros años de la escuela primaria hasta los últimos años de la Universidad”, y no formal, señalando que se refiere a “toda actividad organizada, sistemática, educativa, realizada fuera del marco del sistema oficial, para facilitar determinadas clases de aprendizajes a subgrupos particulares de la población, tanto adultos como niños”.

Ya en la década de los 80, también logró categorizar el “proceso a lo largo de la vida, en el cual cada persona adquiere y acumula conocimientos, habilidades, actitudes y percepciones de las experiencias cotidianas y de la exposición al entorno –en el hogar, en el trabajo, en el juego– de los ejemplos y actitudes en la familia y de los amigos, de los viajes, leyendo diarios y libros, o escuchando radio y viendo películas o TV”, denominándolo educación informal.

El desarrollo de estos conceptos tiene un impacto que se extiende incluso a nuestros tiempos. Por ejemplo –y citando un caso local–, la Ley General de Educación de Chile (2009), consigna algunos de estos elementos, ya que hace referencia a la existencia de una enseñanza formal, no formal e informal.

VINCULÁNDOSE CON LAS COMUNIDADES

Durante sus 33 años de existencia, el desafío permanente de Fundación Integra ha sido entregar a lo largo del país educación parvularia de calidad y gratuita, relevando el protagonismo de niñas y niños en sus procesos de aprendizaje, considerándolos siempre como sujetos de derechos. Para cumplir con esto, en especial cuando por factores demográficos, densidad poblacional o geográficos no se cuenta con infraestructura permanente, se han generado diversas iniciativas innovadoras.

Por 25 años, los móviles del Jardín Sobre Ruedas de Integra han recorrido distintas localidades para acercar la educación parvularia a más niños y niñas. Desde hace 29 años, las Veranadas Pehuenche en La Araucanía se adaptan a las necesidades de niños, niñas y sus familias, para dar continuidad al proceso educativo con pertinencia cultural, aunque ya en décadas pasadas existían en el país programas que respondían a necesidades especiales de las comunidades.

Ya sean las aulas hospitalarias para niños escolares en Concepción (en los años 60), los jardines comunitarios –en zonas como Lo Hermida– (1970), el programa Padres e Hijos (1973), los Centros Comunitarios de Atención Preescolar (1980), la Educación Preescolar de Comunidad (1982) o los Jardines Estacionales Junji (1991), entre otros, los programas de educación parvularia no formal comparten el responder a necesidades educativas específicas de niños y niñas de manera flexible, apuntando a grupos específicos con un rol preponderante de las familias.

Francisca Toledo resalta –desde Chiloé– que el Jardín Sobre Ruedas le permitió descubrir que “sí se puede hacer educación de una forma distinta a lo tradicional y que funciona, que trasciende y deja huellas, tanto para niños y niñas como también para las familias. El equipo llega a ser un modelo y, de esa manera, también se fortalecen las competencias parentales para una crianza afectiva y respetuosa que todo niño y niña debe experimentar, generando espacios de cariño y amor”.

Una opinión similar tiene Pamela Rebolledo, quien es parte de la Modalidad no Convencional Mi Jardín al Hospital en la Región de Ñuble. Según su experiencia, con las y los párvulos que tienen un mayor tiempo de hospitalización, “los vínculos que se establecen son aún más significativos, nos convertimos en parte de su familia, los acompañamos en todo su proceso de hospitalización dando soporte en situaciones difíciles a niños, niñas, sus familias y también celebrando los logros tanto en los aprendizajes como en aquellos aspectos relacionados con su salud”.

En la Región Metropolitana, aún es posible apreciar el impacto que tiene en las comunidades la implementación de este tipo de iniciativas. A pesar de la oferta de educación formal que tiene la capital, hay zonas donde aún se requiere llevar al territorio la enseñanza parvularia. Uno de los encargados de esto es Alexis Catribil, técnico profesional en párvulos de Fundación Integra y parte del equipo del Jardín Infantil Sobre Ruedas de la zona Norponiente.

“Las diferencias de esta modalidad itinerante con el jardín infantil tradicional son varias. Funciona una vez a la semana en espacios que otorga la comunidad, los adultos significativos están en la sala, son parte del proceso educativo, son el modelo para los niños y niñas, además tienen que llevar estos aprendizajes al hogar. El equipo pedagógico, si bien está a cargo del jardín, también tiene otras funciones como conducir, transformar los espacios de acuerdo a los períodos, para la entrega de aprendizajes significativos”, señaló el profesional.

El desafío es permanente y va más allá del hecho de recibir diariamente a niños y niñas –tarea en sí misma ya compleja– en un recinto acondicionado para la experimentación y el juego. Hay ocasiones donde, tanto por factores demográficos o geográficos, es necesario responder de forma innovadora a la necesidad de entregar educación parvularia fuera de las paredes tradicionales, para lo cual la creatividad, vocación, recursos pedagógicos y materiales deben conjugarse para que niños y niñas reciban los saberes del jardín infantil donde, literalmente, no hay uno.

33 años en la historia de la educación parvularia en Chile

En el mes de octubre Fundación Integra celebra 33 años entregando educación parvularia pública, gratuita y de calidad para niñas y niños en más de 1.200 salas cuna, jardines infantiles y modalidades no convencionales en el país.

Nuestra historia ha estado marcada por grandes desafíos, desde que, con la vuelta a la democracia, los antiguos comedores abiertos de Funaco se convirtieran en las salas cuna y jardines infantiles que conocemos hoy, donde, a través de la dedicación permanente de un equipo de más de 27 mil personas, en su mayoría mujeres, promovemos el bienestar integral, la participación y el protagonismo de todas las niñas y niños, como sujetos de derechos y ciudadanos activos de la sociedad.

Hemos transitado estos 33 años, de la mano de miles de familias que han depositado su confianza en la institución y hoy estamos llamados a fortalecer ese vínculo con quienes consideramos los primeros educadores de niñas y niños. Porque la calidad de la educación parvularia, no sólo pasa por las experiencias educativas que se viven en la sala cuna, jardín infantil o modalidad no convencional, sino también por el compromiso de madres, padres, cuidadoras y cuidadores, que ven en este nivel educativo un mundo de oportunidades para la niñez.

Tengo la certeza de que todas y todos quienes trabajamos por la educación inicial compartimos la convicción de que los aprendizajes significativos, el bienestar y la protección integral de las niñas y los niños son fundamentales para el avance pleno del ser humano y el fortalecimiento de sus habilidades para la vida. Por eso, en estos tiempos, se hace urgente resignificar nuestra labor desde una gestión integral, con los aportes de nuestra historia y experiencias, situando a la niñez en el centro de la gestión institucional y de las políticas públicas.

En este aniversario, el llamado es a continuar trabajando para que, en todos los espacios educativos, se promueva la participación de las niñas y niños a través de la escucha activa, la consulta permanente y la disposición de instancias para que se expresen y sean protagonistas de sus aprendizajes.

Carlos González Rivas

Director Ejecutivo (i) de Fundación Integra

Análisis documental “Cien niños esperando un tren”

¿Por qué ver una película-documental del año 1988 en la que el director, Ignacio Agüero, nos presenta la travesía pedagógica e inspiradora de Alicia Vega, enseñando a niños y niñas, de una población de Santiago, a descubrir y apropiarse del lenguaje cinematográfico?.

Lo primero, es porque se trata de un acto de memoria. En un año especialmente sensible a recoger los trazos de una memoria que se vivifica para las generaciones pasadas, actuales y futuras, hacerlo es un acto de justicia. La década de los ’80 fue especialmente un tiempo dedicado a la construcción de un saber solidario y co-construido, al amparo de la educación popular.

Haciendo frente a la profunda desigualdad e injusticia social, fueron muchas y muchos, educadores/as, profesionales, trabajadores/as, quienes promovieron espacios de reflexión, de discusión crítica y de ánimo transformador de las condiciones sociales en las que se vivía. Alicia Vega hace eso y realiza esa co-construcción de saberes con niños y niñas de una población marginal de Santiago, niños y niñas que cartonean, venden en la feria, cuidan a hermanos/as menores y, sorteando el barro de la población, llegan a su taller, cada sábado para descubrir algo que resultaba prohibitivo en la lógica de la marginalidad.

Lo segundo, es señalar que se trata de un film que recrea la experiencia de trabajo con niños y niñas. Ellos/as son protagonistas. La cámara los/as acompaña mientras nos cuentan de su vida, mientras miran asombrados/as las proyecciones audiovisuales, mientras sus manos juguetonas confeccionan maravillosos artificios como un taumatropo o mientras, a bordo de una antigua micro “avenida Matta”, salen de la población para asistir a la exhibición de una película en un cine de la capital, un hecho inédito para la mayoría. Desde ese lugar protagónico para la niñez, el film nos plantea el sutil jaque mate al adultocentrismo. Son los niños y las niñas quienes transmiten un saber.

La mamá de Juanito comentará cómo se ha despertado la curiosidad de su hijo y reflexiona, muy honestamente, “los niños no son tan tontos como uno cree”. Porque la mirada adultocéntrica nos engaña haciéndonos creer que sólo adultos y adultas portamos saberes y que a los niños y niñas se les debe “entregar” ese saber adquirido. Pues no, en “Cien niños esperando un tren” son ellos/as quienes enseñan a los/as adultos/as, les muestran artificios y los acercan a nuevos conceptos, los hacen sonreír, maravillarse, sentir orgullo de esa lección. Lo refleja un papá entrevistado cuando dice: “Yo me siento y escucho”.

Finalmente, agregar que la trama nos conecta con un volver a lo simple y creativo porque ahí encontramos la humanidad que es el corazón de una pedagogía transformadora. Porque se nos refuerza que creer en lo que hacemos y mantener la convicción de ese trabajo honesto, simple y humano es la forma de acertar en la tarea. Cuando Alicia Vega le pregunta a las niñas y niños que asisten a la primera sesión del Taller de Cine, cuántos han visto una película en un cine de verdad, son muy pocos los que señalan que así ha sido.

Ella dice entonces “eso no importa porque desde ahora en adelante…” Y de eso se trata para muchos y muchas, desde un “de ahora y en adelante” transformar lo que era un privilegio, en un derecho. Eso nos anima a quienes trabajamos para, por y con la primera niñez.

Para a ver este film ingresa a la plataforma Ondamedia haciendo clic aquí, de forma gratuita.

Análisis realizado por Carolina Gaete Hernández, profesional del Departamento de Protección de Derechos (DPPI), Fundación Integra.

Integra invita a las familias a postular online a salas cuna y jardines infantiles para el año 2024

Fundación Integra informó que el proceso de postulación para las salas cuna y jardines infantiles de la institución –para el año parvulario 2024–, comenzó este lunes 23 de octubre, realizándose por cuarta vez de manera online a través de www.integra.cl, sitio web al que se podrá acceder desde todo Chile, ya sea a través de celulares, computadores o tablets.

Las familias que realicen este proceso por primera vez, deberán inscribirse en la plataforma y luego completar un formulario que solicitará, entre otros datos, el RUN de la niña o niño. Quienes han postulado antes, deben utilizar el usuario y contraseña ya registrados previamente en el sistema.

En el caso de las familias migrantes que aún no cuenten con registro chileno, podrán utilizar el IPE (Identificador Provisorio del Estudiante), el que se obtiene en www.ayudamineduc.cl.

Carlos González Rivas, director ejecutivo (i) de Fundación Integra, destacó que “buscamos aportar desde la educación parvularia a un Chile más inclusivo, justo y democrático, poniendo el foco en la educación, bienestar integral, participación y protagonismo de niñas y niños. Quiero invitar a que las familias postulen a la red de salas cuna y jardines infantiles de Fundación Integra, espacios educativos donde a través del juego y en ambientes bientratantes, las y los párvulos adquieren habilidades fundamentales para toda la vida”.

“La plataforma online además permitirá que las familias se inscriban en todos los establecimientos educativos que estimen convenientes, considerando la cercanía al hogar o lugar de trabajo, proyecto educativo o si cuentan con Reconocimiento Oficial del Estado, entre otros factores. También será posible ordenar las salas cuna y jardines infantiles según su preferencia”, complementó el director ejecutivo (i).

FECHAS CLAVE

La postulación a las salas cuna y jardines infantiles Integra, para el año parvulario 2024, se extenderá hasta el 30 de noviembre a través de www.integra.cl y los resultados se darán a conocer el 20 de diciembre. A partir del 26 de diciembre, las familias a quienes se les asignó un cupo deberán realizar la matrícula de forma presencial en la sala cuna y jardín infantil correspondiente.

Quienes requieran mayor información sobre el proceso de postulación, pueden consultar en el sitio web www.integra.cl, al servicio de atención telefónica 800 540 011 o las redes sociales oficiales de la institución.

¿A QUÉ NIVEL DEBE ASISTIR MI HIJA O HIJO SEGÚN SU EDAD?

  • Sala Cuna Menor: 0 a 1 año.
  • Sala Cuna Mayor: 1 a 2 años (edad cumplida a marzo 2024, 1 año).
  • Nivel Medio Menor: 2 a 3 años (edad cumplida a marzo 2024, 2 años).
  • Nivel Medio Mayor: 3 a 4 años (edad cumplida a marzo 2024, 3 años).

En caso de dudas con el proceso de inscripción pueden revisar el video tutorial haciendo clic aquí.

Con 33 años de experiencia y más de 1.200 salas cuna y jardines infantiles gratuitos en todo el país, Fundación Integra trabaja para lograr el desarrollo integral, bienestar y aprendizajes significativos de niños y niñas, poniendo a su disposición espacios educativos diversos, estimulantes y de calidad.

REVISA LAS PREGUNTAS Y RESPUESTAS FRECUENTES SOBRE EL PROCESO DE POSTULACIÓN 2024

Postulación y matrícula presencial

Integra celebra sus 33 años relevando que niñas y niños sean protagonistas de sus aprendizajes

Con diversas actividades a nivel nacional, Fundación Integra celebra durante el mes de octubre sus 33 años de existencia, instancias que buscan reconocer a niñas y niños como ciudadanas/os sujetos de derecho, además de recordar a las familias la importancia de la educación parvularia.

En la Región Metropolitana, el hito central se realizó el sábado 14 en el Parque de la Familia de Quinta Normal, donde se desarrollaron experiencias lúdicas para promover el juego y la exploración del entorno. Con el lema “Juego y aprendo todos los días”, se buscó relevar a la niñez y también visibilizar el rol de educadoras y educadores como garantes de derechos y agentes de cambio social.

La jornada contó también con la participación de la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos; el superintendente de Educación, Mauricio Farías; el director ejecutivo de la Fundación de las Familias, Marcelo Bahamondes; y la vicepresidenta ejecutiva de Junji, Daniela Triviño.

El director ejecutivo (i) de Fundación Integra, Carlos González Rivas, indicó que “al cumplir 33 años, reafirmamos el compromiso de entregar a Chile una educación parvularia de calidad y gratuita, que promueva el bienestar, participación y protagonismo de niñas y niños. También es el momento para revisar nuestra historia, tener una nueva comprensión del presente y construir un futuro que nos permita, de forma innovadora, ubicar a la niñez al centro de nuestra gestión”.

HITOS DEL AÑO

La autoridad aprovechó la instancia para recordar algunos de los hechos que marcaron el último año. Uno fue la llegada de la educadora de párvulos, académica de la Universidad Central y Premio Nacional de Ciencias de la Educación (2019), María Victoria Peralta Espinosa, a la presidencia de la fundación, luego del cambio de estatutos de la institución.

El pasado mes de mayo, Fonoinfancia, cumplió 22 años promoviendo el buen trato hacia niñas y niños, entregando herramientas para una crianza respetuosa. Por ejemplo, en septiembre presentó una animación que invita a escuchar y contener a niñas y niños durante un proceso de separación.

A continuación, la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, aseguró que “Fundación Integra cumple 33 años de un trabajo permanente y sostenido, ofreciendo oportunidades de aprendizaje, desarrollo y bienestar a los niños y niñas de nuestro país, lo que es muy trascendental para nuestra sociedad. Es muy importante que desde el sistema educativo acompañemos a las familias en esta tarea”.

A nivel de cifras, de acuerdo con el reporte presentado en la pasada Cuenta Pública 2023, son 81.739 las niñas y niños que asisten a las 1.247 salas cuna y jardines infantiles de la institución en todo el país. Además, Fundación Integra posee una dotación total de 27.337 trabajadoras y trabajadores, sumando tanto los equipos educativos, como personal de las oficinas regionales y Casa Central.

“En los espacios educativos promovemos la participación de niñas y niños por medio de la escucha activa y la disposición de instancias para que se expresen, sean opinantes y co-constructores de sus aprendizajes. Hitos como la actividad en el Parque de la Familia y otras desarrolladas en regiones, son una muestra de la búsqueda de caminos para no perder de vista que el trabajo de todas y todos en Fundación Integra, impacta en el desarrollo de la niñez en Chile”, cerró el director ejecutivo (i).

En este sentido, la presidenta de Fundación Integra, María Victoria Peralta, destacó que “iniciar el aniversario de Integra en espacios abiertos que permiten lo lúdico, el acercamiento y el trabajo permanente de este primer educador que es la familia es fantástico; y que las mismas madres, padres y cuidadores vean el trabajo donde el niño es el protagonista, el centro del aprendizaje, ha sido un muy buen inicio de cumpleaños de Fundación Integra”.

Por último, la vicepresidenta ejecutiva de Junji, Daniela Triviño, señaló que “estamos muy felices de poder celebrar junto a Integra, sus 33 años. Compartir con las familias, los niños y niñas, en este espacio, es un aporte para seguir reforzando la importancia de la educación parvularia de calidad”.

La invitación es que las familias participen de las actividades que Fundación Integra realizará en todo Chile, recordando que son actores vitales, junto a los equipos educativos de las salas cuna, jardines infantiles y modalidades no convencionales, en el proceso de aprendizaje de niñas y niños.

Simulacro movilizó a más de 19 mil niños y niñas de salas cuna y jardines infantiles de Integra en la Región Metropolitana

El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante desastres, SENAPRED, realizó una nueva jornada de simulacros correspondiente al programa “Chile Preparado”, que en esta ocasión involucró a toda la comunidad educativa de la Región Metropolitana.

La actividad, enfocada en fomentar una cultura preventiva y de autocuidado en las comunidades ante diversas emergencias como sismos o terremotos, contó con la participación de 1.718 establecimientos de educación de la región, los que incluía educación parvularia, prescolar, básica, media y superior.

A nivel parvulario participaron más de 19 mil niños/as de Fundación Integra y más de 26 mil de Junji, demostrando el compromiso de las comunidades educativas con la seguridad física y emocional de niños y niñas.

Durante el simulacro se emuló la percepción de un sismo de mayor intensidad, es decir, uno VIII en la Escala de Mercalli, con el objetivo de observar y evaluar la evacuación de niños, niñas y adolescentes de los establecimientos educativos.

Al respecto Marcela Vidal, Directora Nacional (i) de Promoción y Protección de la Infancia, recalcó la importancia de fomentar una cultura preventiva en la que sea esencial la anticipación de los riesgos y la adquisición de herramientas y aprendizajes. “Durante el simulacro, en nuestros jardines se ejercitó la respuesta ante una emergencia de esta naturaleza, resguardando la seguridad de nuestras comunidades educativas, con especial atención al protagonismo de niñas y niños en su propio y mutuo cuidado, con equipos educativos involucrados de manera activa y comprometida en esta importante actividad, la que pone a prueba nuestros Planes Integrales de Seguridad Escolar (PISE)”, dijo.

Por su parte, Jocelyn Caro, directora del jardín infantil Nuevo Horizonte de la comuna de Santiago, evaluó positivamente la actividad destacando la organización y calma de niños, niñas y el equipo educativo. “El simulacro resultó bien organizado, el equipo educativo planificó la actividad con anterioridad para evitar que los niños y niñas sintieran miedo o susto de las alarmas. Apenas sonaron las alertas los evacuamos hacia la zona de seguridad dentro del jardín infantil, tomando asistencia para luego evacuar fuera del establecimiento. En conclusión, la actividad salió como la esperábamos, fue organizada y los niños actuaron normalmente y todo el equipo mantuvo la calma”, señaló.

A la fecha, más de 11 millones de personas han sido evacuadas a través de estos ejercicios, poniendo a prueba su capacidad de respuesta y el de las autoridades ante movimientos telúricos de mayor intensidad.

Debido a la carga emocional de estos eventos y en el caso de que los/as adultos/as necesiten apoyo para conversar con niños y niñas en situaciones de emergencia, pueden comunicarse de manera gratuita con los/as psicólogos/as de Fonoinfancia, de Fundación Integra, al teléfono 800 200 818 o al sitio web www.fonoinfancia.cl. El horario de atención del servicio es de lunes a viernes, de 08.30 y 19.00 horas.

Niño de San Nicolás viajará a la NASA gracias a su buena asistencia a jardín infantil de Integra

Gaspar Abarca, 3 años, asiste al nivel Medio Menor del Jardín Infantil Caperucita de Fundación Integra, de la comuna de San Nicolás y gracias a su buena asistencia, que supera el 90% en el primer semestre, visitará el Centro Espacial Kennedy de la Nasa en Florida, Estados Unidos, en enero de 2024.

La Fundación Educacional Oportunidad fue quien hizo posible este viaje, gracias al concurso “Haz que Despeguen“, que eligió a un niño o niña de cada región que tuviera una buena asistencia al jardín infantil, fomentando así la importancia de la educación parvularia y de la asistencia al jardín infantil en niños en edad parvularia (entre 2 y 6 años).

Este importante hito para la comunidad de Fundación Integra de Ñuble fue celebrado junto con Gaspar y sus tías del nivel, su directora, Anggela Gonzalez y su madre, Macarena Álvarez, quien forma parte del Centro General de Padres del Jardín Infantil y es profesora de Ciencias del Liceo Polivalente del San Nicolás. A la actividad asistieron también el alcalde de San Nicolás, Victor Hugo Rice; el Seremi de Educación, Cesar Riquelme y Felipe Opazo, Director Regional de Fundación Integra, quienes le llevaron presentes para que se preparara para esta importante instancia.

La madre de Gaspar no pensó que la buena asistencia a su jardín le abriría una puerta como esta, pero indicó estar profundamente agradecida de la oportunidad que se le está dando: “A Gaspar le encanta venir al jardín infantil. Si por algún motivo él está enfermo, tenemos que decirle que el jardín está cerrado, que no puede venir. Le encanta venir a compartir con sus compañeros, con sus amigos, tiene muchos amigos acá, además que le encantan las tías y educadoras”, sostuvo.

Felipe Opazo, Director Regional Ñuble, destacó la actividad y sostuvo que para Integra se trata de un hito importantísimo y un tremendo orgullo que se den estas oportunidades. “Destacamos el rol de la familia y estamos agradecidos de la importancia que le han dado a la asistencia al jardín infantil, ya que con la asistencia se generan a diario nuevas oportunidades, que vemos hoy graficado en la que se le está dando a Gaspar, que va a cumplir un gran sueño”.

El Seremi de Educación de la Región de Ñuble, Cesar Riquelme, sostuvo que el ejemplo de Gaspar es un llamado de que hay que fortalecer la asistencia, sobre todo en educación parvularia, ya que es esencial, marca la diferencia y sienta las bases de todo lo que es el proceso de aprendizaje. Por lo tanto, “Gaspar nos presenta un camino de la importancia asistencia a clases, que convocamos a todas las familias de Ñuble a seguir”, destacó.

Para la Directora del Jardín Infantil, Anggela Gonzalez, este hito releva la importancia de asistir al jardín infantil y los logros que niños y niñas que pueden alcanzar con una buena asistencia. “Tener este tipo de motivaciones y que existan instituciones que promuevan estos aspectos para mí como Directora es muy motivador y un precedente para todas las familias. Estoy feliz por la familia de Gaspar, ya que ellos hayan buscado la oportunidad y finalmente pudieron alcanzar este sueño de viajar a la NASA.”

Mónica Manhey: “En educación parvularia participar es ser parte esencial del proceso”

Para Mónica Manhey Moreno -educadora de párvulos, doctora en Educación de la Universidad de Granada y magíster en Educación con mención en Educación Parvularia-, uno de los principales desafíos del nivel, es aprender a observar a las infancias y reflexionar en torno a las prácticas pedagógicas, un ejercicio que va de la mano con la empatía y la posibilidad de atender las diversas inquietudes y necesidades de niños y niñas, con el fin de que éstos se conviertan en verdaderos protagonistas de sus aprendizajes.

La participación y el protagonismo de niños y niñas, fueron parte de la ponencia y taller que la académica realizó en el marco del seminario Comparte Educación de Fundación Integra, en que participaron cerca de 150 trabajadoras y trabajadores de salas cuna, jardines infantiles y modalidades no convencionales provenientes de todo el país, realizado en Santiago los días 6, 7 y 8 de septiembre, temáticas que quisimos profundizar en esta entrevista.

– ¿Cuáles son las principales características que debe tener un equipo educativo para favorecer el aprendizaje de los niños y las niñas? 

– Tiene que ser sensible ante las necesidades de los niños y niñas, debe empatizar con ellos. Es sumamente importante empatizar con las emociones y respetar lo que desean hacer.

También tiene que ser creativo, y no me refiero a la manualidad, sino a qué ofreciendo soluciones a problemas del día a día, de manera que los niños y niñas se sientan en este caso más protagonistas. También en el caso de las familias preguntarse cómo lo hago para que la familia participe más. Entonces, la creatividad tiene que estar presente para poder innovar.

Durante su presentación en el seminario Comparte Educación, mencionó que hay que observar la infancia, ¿cómo debería ser este proceso?

– A mí me preocupa que a veces los tiempos, que son escasos, se utilicen para hacer más manualidades y regalitos, porque el imaginario social que hay detrás del ser educador de párvulos, es muy fuerte: qué tierna, qué creativa (por la manualidad que hace) y tenemos que eliminar esos estigmas. Por eso, creo que, ante su pregunta, observar a la infancia es realmente necesario, porque aprendemos de los niños y niñas. ¡Pero observarlos bien!

Porque si observas a un bebé que está caminando para un lado y tú lo llevas a otro lado, no ves que él tiene una inquietud, que él quiere saber y explorar. Si está interesantísimo en algo y abruptamente lo llevas a otro camino o a otra necesidad, adultocéntricamente hablando, eso es lamentable.

No se necesita más tiempo, el tiempo está, pero sin embargo tenemos que ver cuál es la prioridad: el niño o la niña o nuestra comodidad. Es más cómodo planificar algo y apriorísticamente, pensar cuál es el objetivo, la experiencia al inicio, desarrollo y cierre, y enfrentarse con los niños con un libreto. Por el contrario, es más incómodo, desafiante y difícil, observar a los niños y modificar lo que uno tiene planificado.

Por lo tanto, más que tiempo, necesito detenerme en lo que estoy haciendo y entender cuál es su relevancia, porque si queremos aumentar el vocabulario o mejorar la expresión u otro objetivo, eso se logra, muchas veces, con esas ideas que traen los niños de la casa, con esa fantasía, y no con temas planteados por los adultos que, a lo mejor, no los atrae.

¿A qué nos referimos con el protagonismo y la participación en la niñez?

– Hay que hacer una diferencia: una cosa es que tú asistas a una actividad o iniciativa, y eso es estar; y otra es participar, que es, por ejemplo, dar ideas, modificar en algo lo que estaba establecido. Pero ser protagónico, eso es el más importante. Uno podría decir, fueron protagonistas las personas que presentaron en Comparte y hablaron de sus experiencias, por ejemplo.

Los niños y niñas asisten a los jardines infantiles y participan. Pero hay diferentes niveles de participación y hay unos a los que llaman participación, pero que no lo es. Por ejemplo, cuando las educadoras dicen: “Ya niños, vamos a elegir: unos van a escuchar un cuento, otros van a cantar una canción y otros van a hacer rimas”. Todas las alternativas tienen que ver con el lenguaje, pero, además, está diseñado desde el adulto y los niños asisten a esas actividades, pero simplemente eligen y no participan verdaderamente, porque, reitero, participar es modificar.

Si uno quisiera desarrollar el lenguaje, podría preguntarle a los niños y niñas qué les gustaría hacer, y esto no quiere decir que nunca más planifico. Por ejemplo, me acuerdo que ayer alguien dijo que su mamá le compró un paraguas y otro dijo que lo trajera; entonces, podríamos conversar sobre cuál es el peligro de tener los paraguas abiertos en la sala o para qué sirven e, incluso, hacer rimas sobre el tema. En conclusión, el objetivo que tenías lo favoreciste.

La idea es, cómo los niños pueden flexibilizar las experiencias, por lo tanto, se ven más comprometidos, porque la mayor participación ofrece mayor compromiso y eso es sumamente importante. Por tanto, el niño va estar enganchado afectiva y cognitivamente.

¿Cómo definirías a los niños y niñas de hoy?

– Siempre han sido curiosos, exploradores, preguntones, pero todo lo que pasa es en la medida que les das posibilidades. Los niños y niñas son sujetos de derecho y ante esta pregunta no hay una respuesta única. No es lo mismo un niño de Arica que uno de Punta Arenas, y en Punta Arenas, no es lo mismo un niño de una familia que de otra. Cada niño es único, tiene una historia de vida, un contexto, una familia, pero todos son sujetos únicos, curiosos, activos, exploradores y sensibles, entre otras características.

El gran desafío es no olvidarnos de que no es la infancia sino las infancias, con “s”. Son los niños y niñas diversos. Por lo tanto, eso nos demanda hacer experiencias diversas y tener objetivos diversos. No más la hoja con el objetivo de planificación del mismo núcleo, el mismo objetivo para todos los niños y niñas, porque no todos los niños aprenden lo mismo, en la misma semana, en la misma hora, el mismo día. Entonces eso es lo importante, ofrecer un currículo diverso.

¿Qué tiene que pasar para que suceda este cambio de paradigma en la educación parvularia?

– Lo importante es la reflexión de las prácticas pedagógicas. Porque lo demás está todo escrito. Estamos en un muy buen momento, con una buena Subsecretaría que impulsa con buenas orientaciones y en una institución que lleva más de 30 años como es Fundación Integra.

Pero cada adulto debe ser garante de los derechos de los niños y niñas y eso no se cumple con orientaciones institucionales, sino con voluntades individuales y de un colectivo comprometido. A veces se observan demandas personales y olvidamos el bien Superior del Niño y la Niña.

Aprovecho de decir que debemos de avanzar en esta sociedad a que sea una educación parvularia menos feminizada, bienvenidos los hombres a esta carrera y al trabajo en los Jardines Infantiles.

¿Cuál es el mensaje que entregarías a las familias? Sobre todo, considerando los aprendizajes que nos dejó la pandemia

– El estar encerrados fue terrible para todo el mundo y la lección es no tener miedo a vincularnos, no tener miedo a estrechar vínculos, acercarnos, comunicarnos. Incluso el mensaje también es que la educación parvularia no sea tan áulica, es decir, que la experiencia de aprendizaje no sea entre cuatro paredes, sino que se convierta en una ciudad educativa, que hagamos las experiencias más al aire libre, con más contacto con la naturaleza.

Digámonos también cosas lindas, porque es importante autocuidarnos y cuidarnos entre todas y todos. Hagamos que las familias no se tensen por tratar de llenar a los niños de contenido, que sepan que aprenden en forma cotidiana, por ejemplo, cuando lo estás vistiendo, y aunque estés apurada, decirle: “te voy a poner un chaleco azul”, y sobre todo “te ves hermoso con esta ropa y son tu linda sonrisa”.

Decirles a las familias que escuchen más a sus hijos y que el error es parte del aprendizaje. No corregirlos, no violentarlos ni exigirles que sean como otros u otras. Ellos ya son una persona con derechos, con deberes también, por supuesto, pero no olvidarse de que esta es una etapa trascendente para toda la vida. Así como crece su cuerpo, sus manos, también crece su autoestima y ojalá que ésta no se vaya achicando producto de las interrelaciones con los adultos y adultas que lo rodean, sino por el contrario y que disfruten de su familia, amigos, del juego y del aprendizaje.

Fiestas Patrias: Integra entrega recomendaciones para que niños y niñas vivan un “18” saludable

Las Fiestas Patrias –o simplemente “el 18”–, es una de las fechas más esperadas por las y los chilenos. Ya sea reunidos en casa o saliendo fuera de ella, las familias buscan aprovechar estos días para descansar, compartir con los que más amamos y recargar energías para la recta final del año.

En este sentido, desde el Departamento de Nutrición y Salud de Fundación Integra, hacen un llamado a implementar diversas recomendaciones durante esta festividad. Por ejemplo, las familias deben regular las cantidades de comida para los niños y niñas, considerando que sus porciones son diferentes a las de las y los adultos. Junto a ello, es clave incluir ensaladas y preferir frutas como postre por sobre preparaciones altas en azúcar.

Yocelin Sanhueza Downing, jefa de Nutrición y Salud de Fundación Integra, indicó que “las familias o adultos/as a cargo del cuidado de niños y niñas deben velar, en todo momento, por su seguridad y bienestar. Esto incluye acciones como mantener el horario de las comidas, evitar que trasnochen, recordando que los períodos de sueño son vitales para el desarrollo, además de una correcta higiene, con énfasis en el lavado de manos con agua y jabón antes de comer o después de ir al baño, por ejemplo”.

En el caso de la carne, se recomienda privilegiar la roja magra, pollo, pavo o pescado en cantidades que no superen el tamaño de la palma de la mano del niño/a, evitando los embutidos, frituras y el exceso de aceite en la preparación de alimentos.

“Al organizar dinámicas al aire libre, las y los adultos deben resguardar que los espacios sean seguros, manteniendo a niños y niñas hidratados/as de preferencia con agua o jugos naturales sin azúcar por sobre gaseosas o jugos procesados. También, se les puede dar snacks saludables, frutas y verduras picadas, en vez de productos con sellos y, en caso de comprar comida preparada, esta debe adquirirse sólo en lugares autorizados”, cerró la especialista de Fundación Integra.

Fiestas Patrias es un momento de encuentro. Las familias tienen la instancia para transmitir a niños y niñas vivencias como juegos típicos, historias o cuentos tradicionales o generar espacios donde actividades como decorar la casa –por ejemplo con productos reciclados–, pueden dar un sentido especial y hacer de esta festividad un momento inolvidable.

Con 32 años de experiencia y más de 1.200 salas cuna y jardines infantiles gratuitos en todo el país, Fundación Integra trabaja para lograr el desarrollo integral, bienestar y aprendizajes significativos de niños y niñas, poniendo a su disposición espacios educativos diversos, estimulantes y de calidad.


“Comparte Educación”: 11 años incentivando el intercambio de prácticas pedagógicas innovadoras

Para revisar las distintas exposiciones realizadas durante el Comparte Educación 2023, pueden hacer clic aquí

Durante tres días, cerca de 150 trabajadoras y trabajadores de Fundación Integra, llegaron desde todo Chile para participar del Seminario “Comparte Educación”, que por más de una década ha sido un espacio de encuentro y reconocimiento para socializar buenas prácticas pedagógicas e incentivar su transmisión a los equipos educativos a nivel nacional.

En esta edición, la undécima desde su inicio y que este año puso foco en que niñas y niños sean las y los protagonistas de sus aprendizajes, fueron 17 las exposiciones, en las cuales los equipos educativos –de salas cuna, jardines infantiles y modalidades no convencionales de todo el país– mostraron experiencias o estrategias que han implementado, donde niños y niñas desarrollan y ejercen su ciudadanía.

Carlos González Rivas, director ejecutivo (i) de Fundación Integra, destacó que “el Comparte Educación es el mayor espacio de encuentro entre trabajadoras y trabajadores de Integra y es una manera de reconocer la destacada labor que realizan y la entrega con que desempeñan sus labores. Si hoy están acá, es para reconocer su trabajo y también para motivarles a que sigamos, en conjunto, fortaleciendo la educación de acceso universal, gratuita y de calidad. Porque para lograr la educación de calidad que queremos, es fundamental contar con ustedes”.

CONVERSANDO DE EDUCACIÓN

Junto con las exposiciones de los equipos, el “Comparte Educación” contó también con la presencia de expertas que abordaron temáticas relacionadas al eje central del seminario.

Mónica Manhey Moreno, Doctora en Educación de la Universidad de Granada y Magíster en Educación con mención en Educación Parvularia, realizó la ponencia “Protagonismo de niños y niñas en sus aprendizajes”, seguida de un taller práctico donde las y los asistentes intercambiaron experiencias y conocimientos sobre el tema.

María Victoria Peralta Espinosa, presidenta de Fundación Integra y premio nacional de ciencias de la educación 2019, encabezó la ponencia titulada “Repensando y resintiendo la Educación Parvularia en Fundación Integra en tiempos complejos y esperanzadores”, acompañado posteriormente de una instancia de reflexión sobre la importancia de posicionar a niñas y niños como el foco principal en los procesos educativos.

En este sentido, la presidenta, quien además es doctora en Educación, magíster en Ciencias de la Educación y directora del Instituto Internacional de Educación Infantil de la Universidad Central, aseguró que “Chile ha sido uno de los países con niveles altos de educación parvularia, hemos exportado educación parvularia a muchos otros lugares, incluso países desarrollados, y esa característica deseamos potenciarla, especialmente en Fundación Integra. En nuestras manos tenemos lo mejor de nuestro país: los niños, las niñas y sus familias, por eso tenemos que entregar una educación mejor que incluso la que nosotros recibimos”.

Con 32 años de experiencia y más de 1.200 salas cuna y jardines infantiles gratuitos en todo el país, Fundación Integra trabaja para lograr el desarrollo integral, bienestar y aprendizajes significativos de niños y niñas, poniendo a su disposición espacios educativos diversos, estimulantes y de calidad.